Hoy no voy a descubrir ningún lugar escondido de París ni ninguna cosa nueva que no sepáis de esta maravillosa ciudad. Hoy simplemente me apetece hablar de uno de los lugares que más me gusta de la capital francesa, tanto por sus vistas como por el ambiente que hay en sus alrededores. Estoy hablando de la basílica del Sagrado Corazón de París que se encuentra en lo alto de la colina de Montmartre.
El Sagrado Corazón de París
La última vez que fui a París recuerdo que fue un regalo que hice a mis padres y hermana donde actué un poco de “guía turístico” por la ciudad. La paliza que les pegué andando fue de órdago, pero para ver bien esta ciudad es lo que recomiendo. Andar y andar. Y así subimos hasta la basílica del Sagrado Corazón de París para permanecer allí buena parte de la tarde.
Pero no os confundáis, que no me he vuelto religioso de la noche a la mañana y la motivación de escribir este artículo no es precisamente por el templo en cuestión. La verdad es que la Basílica del Sagrado Corazón de París la he visitado en un par de ocasiones y por dentro no es de las que más me llamen la atención. Siempre se encuentra llena de gente y su interior me parece poco vistoso salvo por el bonito mosaico del “Cristo Majestad”. Lo bueno que tiene es que la entrada a la Basílica del Sagrado Corazón de París es gratuita, aunque si queremos entrar a su cripta, tendremos que pagar unos euros. En su interior no se pueden hacer fotos, cosa que nunca entenderé, y por ello no os puedo mostrar mucho de él…
Pero lo que realmente vale la pena de este lugar son alrededores del Sagrado Corazón de París ya que está situado en el barrio de Montmartre, para mi uno de los más bohemios y bonitos de la ciudad, un pueblo dentro de una urbe que se desborda más allá de donde alcanza la vista. Pero no quisiera hablar de este barrio de una tacada, y me gustaría hacerlo poco a poco, por eso hoy solo os escribo de este pequeño rincón parisino que “tiene un no sé qué… que qué sé yo”.
Si empezamos desde abajo, en la plaza de Louise Michel, tendremos las mejores vistas de la Basílica del Sagrado Corazón de París, blanca impoluta en un día soleado o de color gris si el tiempo no acompaña. El jardín principal destaca por una escalinata dividida en dos donde los parisinos se sientan en el césped a pasar el rato mientras que los niños (y no tan niños) disfrutan montándose en el famoso carrusel de Montmartre.
Para subir hasta la Basílica del Sagrado Corazón de París, o bien seguimos machacando las piernas subiendo escalones, o bien podemos escoger subir en el funicular que hay a mano izquierda y que cuesta lo mismo que un billete de metro.
Pero yo recomiendo subir andando e ir descubriendo poco a poco las vistas de París. Quizá no sean las mejores vistas de toda la ciudad, puesto que cuando subáis hasta arriba lo primero que os preguntaréis es ¿Dónde está la torre Eiffel? Pues sencillamente no está. Paradójicamente, desde el lugar más alto de la ciudad no se puede ver el monumento más famoso, y os preguntaréis… ¿y por qué lo recomiendo entonces? Pues porque la torre Eiffel no lo es todo en París, pero desde aquí se pueden ver los campanarios de Notre Dame y de San Vicente de Paúl, el centro Pompidou, la cúpula del Panteón y sobre todo los pintorescos tejados parisinos del barrio de Montmartre.
Aunque si buscáis un poquito… acabareís encontrando la torre…
Pero lo mejor del lugar y por lo que me gusta a mi tanto, es por los artistas callejeros que inundan esta parte de la ciudad. Al lado del Sagrado Corazón está la plaza de Tertre, inundada de pintores retratistas y de la que un día hablaré, pero en el lugar que nos ocupa hoy, en las escaleras frente a la Basílica del Sagrado Corazón de París, podréis disfrutar de algún espectáculo digno de cualquier teatro o escuchar canciones tan míticas como el “Yesterday” de The Beatles de manos de algún artista anónimo, todo ello claro está, con una de las mejores vistas de la ciudad de París.
Así que si vais o volvéis a la capital francesa, visitar la Basílica del Sagrado Corazón de París levantada en honor a las almas francesas caídas durante la Guerra franco-prusiana, pero sobre todo ir con los cinco sentidos para impregnaros de uno de los barrios más bonitos de París.
Así que recomiendas subir a patita, pero resulta que desde arriba no se vé la Torre Eiffel??? jajajajaja creo que subiré en el funicular ;-))) (es coña!!)
Hacía muchísimo que no entraba a tu blog! Has cambiado el aspecto, y has añadido cosas. Me gustan los cambios. Por cierto, el mapa ese que tienes en portada, me lo has copiado?? O_O lo tenía en fb de foto de portada!! Bueno, da igual, que es guapísimo!! :-))
Un petó guapo (petó=beso)
Hace bien poquito estuve en París de una escapada de fin de semana y la verdad es que éste es un lugar imprescindible. Aunque no se vea la Torre Eiffel, las vistas desde allí son una maravilla y hay un ambiente muy especial.
Un saludo
Es realmente cierto el refrán que dice «París bien vale una misa», y con esto no quiero decir que se vaya a misa a París… 😉 Qué ciudad tan bella y cosmopolita!!
Un besazo, Víctor!
A mi es un barrio que me tiene enamorada. Coincido contigo en que la Basílica no es gran cosa por dentro, pero por fuera es increíble y con eso y el ambiente que hay alrededor vale la pena subir y empaparse de la vida bohemia. Pero eso sí: ¡a patita! 😉
¡Un abrazo!
Este junto con el Barrio de Montmatre es también uno de mis lugares preferidos de París, qué monos qué estáis en la foto, jejejejeje. Un besote. 😉
Siempre es el ambiente el que enriquece los lugares… Siempre los artistas! Y cómo no en París… A nosotros nos encanta la ciudad y, la zona de Montmartre con su pasado bohemio en especial. Para nosotros Montmartre es una colina coronada por una cúpula, la del Sacré coeur!
Gracias por hacernos callejear otra vez París… Por cierto, hace ya demasiado que no vamos a comernos un buen croissant!!!!!!
Por cierto la próxima vez a ver si coincidimos en mesa!
Un lugar muy turístico pero precioso. Nosotros lo vimos de noche en invierno y había tanta niebla que no se veía ni la cúpula, Luego volvimos un día soleado 😀
Cuando estuvimos nosotros había mucha niebla, así que las vistas no fueron muy buenas, pero el barrio de Montmartre nos encantó, al igual que la basílica, aunque eso sí, mucho agobio de gente.
Sentarse en las escaleras delante de la Basílica y contemplar es algo que nadie debe perderse cuando viaja a París. El único pero … como casi siempre, es la cantidad de gente que ha tenido la misma idea!.
Un abrazo
A mí también me encanta esta zona! Es la mía favorita de París!! como bien dices, tiene «un no sé qué, que qué sé yo» que lo hace muy especial.
Un abrazo
El año que fui sola a París subía casi cada día a comerme una crepe o un kebab en las escalinatas. Las vistas eran increíbles. Yo tengo ganas de llevar a mis pades a París también, a ver si lo hago pronto. ^^
Buen lugar si señor, la verdad que Paris me gustó bastante cuando estuve allí hace un par de años…quizás no tanto el estress y aceleramiento que llevan los habitantes parisinos y el sonido constante de sirenas y coches policiales a todas horas, pero la verdad que la ciudad en sí es una pasada!!
Me encanta el barrio sobre la colina en la que se encuentra el sagrado corazón … y visitar su interior es realmente fascinante … sobretodo con esas gárgolas mirando a toda la ciudad de París.
Por poco tiempo que se esté en Paris, hay decenas de oportunidades de ver la Torre Eiffel desde numerosos puntos, por lo que por una vez que tienes una panorámica estupenda y que no se vea, no pasa nada, esta ciudad tiene muchos más encantos.
Espero volver pronto por allí, es un lugar que nos quedaron algunos puntos interesantes por ver, especialmente entrar al Louvre, gran espinita clavada 🙁
Pues nada, ya me encuentro al día con tus relatos 😛
Gracias compañeros por todos los comentarios!! está claro que París es una ciudad que gusta… y que de rincones se puede hacer un blog entero.
Este año estuve en París y el Sacré Coeur fue lo primero que vimos. La basílica es preciosa y estar sentado tranquilamente en la escalinata escuchando al músico de ese momento con París de fondo no tiene precio.
Un abrazo Víctor.
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