Visita a los escenarios del desembarco de Normandía

Después de visitar algunos castillos en el Valle del Loira en nuestro viaje por varias regiones de Francia, pusimos rumbo hacia la costa atlántica donde la impronta del hombre dejó su peor cara, capaz de lo mejor y lo peor, y que en los escenarios que íbamos a visitar ese día veríamos vestigios y recuerdos de esto último, de lo peor, de la guerra, una de tantas que ha protagonizado el hombre. Quizá la remembranza que nos queda de aquella batalla que se libró hacía donde nos dirigiamos, la del desembarco de Normandía, sea la de victoria, de liberación, quizá en los corazones de aquellos soldados que sobrevivieron, sus familias y dirigentes, pero no en el de las demás familias que tuvieron que ver cómo su hijo, su hermano o amigo yacía bajo las aguas frías del atlántico, en aquella playa de arena que por un día se tiñó de rojo. Dicen que no hay victoria sin sacrificio, pero a qué precio… En todas las guerras, todos pierden, aunque esta sea necesaria.

Desembarco de Normandía
Monumento a los soldados en el sector Charlie de la playa de Omaha

En estas lineas no voy a detallar todo lo que ocurrió en esta región francesa durante el desembarco de Normandía en la II Guerra Mundial ya que hay infinidad de libros y páginas Web especializadas en este conflicto donde se puede sacar todo tipo de información (incluso una serie documental magistral como es «El Mundo en Guerra». Os la recomiendo).

Aunque si que es cierto que si se visita Baja Normandía y más concretamente los escenarios del llamado «Día D», hay que tener una base histórica de lo que se va a visitar para no tener la sensación de ver tan sólo una playa y unas antiguas baterías de artillería. Lo que se ve allí son los escenarios reales de uno de los episodios bélicos más importantes del siglo XX, y me atrevería a decir que de nuestra era contemporánea. Lo que sucedió sobre estas arenas y acantilados el verano de 1944 fue el primer paso para derrocar a las potencias del Eje por parte de los aliados (EEUU, Reino Unido y Canadá) y comenzar la recuperación de la Europa ocupada por los nazis.

Desembarco de Normandía. Qué ver en un día.

A continuación os señalo los lugares que visitamos en el día que dedicamos a esta zona del desembarco de Normandía.

Cementerio Alemán de La Cambe

El cementerio de La Cambe es el más famoso cementerio alemán de la región de Normandía donde se encuentran enterrados más de 21.000 cuerpos de soldados alemanes que perecieron durante la batalla de Normandía, la gran mayoría de ellos, como pudimos comprobar, con edades comprendidas entre los 18 y 20 años.

Desembarco de Normandía. Cementerio Alemán de La Cambe

Cerca de la localidad de La Cambe, ahora entre parcelas de cultivo, se empezó a dar sepultura a soldados americanos que murieron durante el desembarco de Normandía, pero en 1947 los familiares de estos soldados reclamaron sus cuerpos y fueron extraidos para ser trasladados de vuelta a Estados Unidos o enterrados en el nuevo cementerio de Colleville-sur-Mer, el famoso cementerio americano de Normandía que visitaríamos después, dejando a este de La Cambe pasados unos años como cementerio principal de guerra para los alemanes caidos en Francia durante la II Guerra Mundial.

Desembarco de Normandía. Cementerio Alemán de La Cambe

En este cementerio pudimos disfrutar de una tranquilidad pasmosa. Un camposanto dividido en varias secciones rectangulares con algunos grupos de cruces oscuras y losas cuadradas que en esta época del año lucían cubiertas de hojas.

Desembarco de Normandía. Cementerio Alemán de La Cambe

En el centro del cementerio se levantó un túmulo para albergar los cuerpos de unos 300 soldados, la gran mayoría de ellos desconocidos, y su cima se coronó con una gran cruz esculpida en roca volcánica acompañada de dos soldados pétreos.

Desembarco de Normandía. Cementerio Alemán de La Cambe

No hay mucho mas que ver allí. El lugar es relativamente pequeño y salvo pasear en paz no hay mucho más que hacer por lo que cogimos el coche y nos dirigimos al siguiente lugar que teníamos pensado visitar.

Pointe du Hoc

El segundo lugar que visitamos fue el primero estratégicamente en ser recuperado por los aliados. Se trata del Punto de Hoc, un acantilado con 30 metros de altura donde los nazis dispusieron de una batería de cañones para defender las dos playas colindantes, las llamadas Utah y Omaha.

Desembarco de Normandía. Pointe du Hoc

Cuando llegamos prácticamente no había nadie, como en casi todos los sitios que visitamos en esta primera semana de diciembre, quizá por el tiempo que nos estaba haciendo todos estos días, lluviosos y nublados, pero precisamente aquel día que íbamos a dedicar a estar todo el rato al aire libre nos hizo el mejor tiempo del viaje. Esto hizo que disfrutáramos de estos lugares históricos como se merecen, con un paseo tranquilo por el campo que contrasta directamente con lo ocurrido en este lugar aquél verano del cuarenta y cuatro.

Desembarco de Normandía. Pointe du Hoc

Justo antes del Dia D, los aliados bombardearon durante varios días este acantilado para inutilizar los cañones situados en su cima y facilitar así la entrada por mar de los americanos. Esos bombardeos dejaron una orografía en el terreno que dura hasta nuestro días y que allí pudimos comprobar cómo absolutamente todo el terreno estaba repleto de cráteres, agujeros artificiales, tierra muerta donde el paso del tiempo ha hecho crecer de nuevo la hierva entre los escombros de los búnker.

Desembarco de Normandía. Pointe du Hoc

La escena es calamitosa. Algunas construcciones resistieron a los bombardeos y hoy podemos verlas en parte, pasar a su interior y observar el campo de visión que tenían bajo estas estructuras. El 6 de junio de 1944, doscientos soldados de la 2ª División Rangers treparon el acantilado y tomaron la posición del Punto de Hoc para así facilitar la entrada de sus compañeros en las playas de Utah y Omaha. Este fue el comienzo de la «reconquista» de Europa.

Desembarco de Normandía. Pointe du Hoc

Playa de Omaha

Volvimos a coger el coche y nos dirigimos a la llamada playa de Omaha que estaba a poco más de siete kilómetros del Pundo de Hoc. Allí aparcamos el coche y nos encontramos con una zona prácticamente despoblada, como un pueblo fantasma, me imagino que en total contraste con épocas veraniegas. No había nadie por la calle y el parking donde dejamos el coche, preparado para autobuses y vehículos, estaba totalmente vacío. Al lado habían varias placas conmemorativas y una plataforma de hierro original por la que pasaron los tanques que desembarcaron en esta playa aquel 4 de junio de 1944.

Desembarco de Normandía. Playa de Omaha

Visitar un lugar como este, aunque sea una simple playa desértica, tiene una carga histórica tan dramática que impresiona. Si además se hace en la más absoluta soledad y con tiempo suficiente para imaginarte las escenas dantescas vividas allí, acaba convirtiéndose en un lugar que se te queda marcado en el alma por mucho tiempo. Y no exagero…

Desembarco de Normandía. Playa de Omaha

Tras el primer desembarco en la playa de Utah y la toma del punto de Hoc, el desembarco por la playa con nombre en clave de Omaha ya estaba preparado. Era el lugar elegido para realizar la mayor incursión de soldados durante la batalla, pero las cosas no salieron como estaban previstas. Un conjunto de desdichas —como por ejemplo bombardeos previos fallidos, marejada agitada…— y la buena defensa de los alemanes en este punto hicieron que la primera oleada de soldados americanos que desembarcaron a primera hora de la mañana murieran la gran mayoría de ellos en las arenas de esta playa.

Desembarco de Normandía. Playa de Omaha

Continuaron llegando soldados durante toda la mañana, y precisamente la constancia y el enorme número de soldados que se desplegaron hicieron que antes del medio día se empezaran a abrir brechas en la defensa alemana y comenzaran a tomar la costa.

Desembarco de Normandía. Playa de Omaha
La inmensidad de la playa —8 kilómetros de larga— y con mareja baja da la oportunidad de practicar carreras de carruajes como podéis ver en la foto.

A las cuatro de la tarde se daba por concluido el desembarque en Omaha y se tomó el control de la playa, pero esto supuso al ejercito norteamericano un precio muy alto, costándoles la vida de unos 3.000 hombres solo en esta incursión, con lo que esta playa se ganó el sobrenombre de Omaha la sangrienta.

Cementerio americano de Normandía

Nuestra siguiente visita fue al famoso cementerio americano de Normandía el cual no quedaba muy lejos de allí, a tan solo unos pocos kilómetros, en el pueblo Colleville-sur-Mer, justo encima de la playa de Omaha. Allí se construyó este gran cementerio sobre un terreno cedido por los franceses con el fin de dar descanso eterno a los cuerpos de los soldados americanos caídos en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, y como os podéis imaginar, muchos de los aquí enterrados sucumbieron aquél fatídico día 6 de junio de 1944 en la playa, tal y como pudimos comprobar leyendo conmovidos las fechas y los nombres de algunos de los soldados allí enterrados.

Desembarco de Normandía. Cementerio americano de Normandía
Desembarco de Normandía. Cementerio americano de Normandía

El cementerio fue construido una vez terminada la guerra y fueron trasladando hasta aquí los cuerpos de los soldados que no repatriaron a Estados Unidos.

Desembarco de Normandía. Cementerio americano de Normandía

En total se pueden contar más de nueve mil lápidas en forma de cruces y estrellas de David, todas de un pulcro mármol blanco intensificado por el verdor del césped y los caminos de color ocre que delimitan las diferentes partes de este enorme memorial. Sin duda este es uno de los lugares más emotivos y famosos de quienes viene a tierras normandas a ver los escenarios del desembarco de Normandía.

Desembarco de Normandía. Cementerio americano de Normandía

La visita la realizamos a última hora de la tarde y pudimos presenciar la ceremonia de la recogida de la bandera americana que todos los días ondea los cielos franceses en memoria de los caídos, momento patriota donde los alla, que de esto los americanos son unos expertos.

Desembarco de Normandía. Cementerio americano de Normandía

Baterías alemanas de Longues sur Mer

Ya prácticamente no nos quedaban horas de luz aquella tarde, pero no quería irme de allí sin visitar otra de las baterías alemanas que formaban parte del gran muro de defensa del Atlántico, las baterías de cañones situadas en Longues sur Mer, entre las playas de Omaha y Gold.

Y como era de esperar, llegamos ya de noche y allí nos encontramos con un acantilado sin iluminar donde se podían vislumbrar algunos montículos que no eran otros que las siluetas de los búnkeres construidos para albergar los potentes cañones defensivos nazis que protegerían las costas de posibles invasiones de los aliados.

Desembarco de Normandía. Baterías alemanas de Longues sur Mer

En total soledad y prácticamente a oscuras nos adentramos por algunos de ellos, ayudándonos con las linternas de nuestros móviles y recorriendo los interiores de los antiguos almacenes de artillería.

Desembarco de Normandía. Baterías alemanas de Longues sur Mer

Alrededor de toda esta zona que visitamos ese día hay un montón de lugares más que guardan la memoria de aquel día del desembarco de Normandía. En cada pueblo, a modo de museos se exponen recuerdos originales que tuvieron que ver con aquella contienda, murales en fachadas de naves donde aparecen soldados y tanquetas caricaturizados mientras que en la calle no es difícil encontrar piezas de aquella batalla o artillería pesada como si fuera atrezo de alguna película bélica. Pero ya no nos daba tiempo de ver más. Dada las horas que eran volvimos al coche para poner rumbo a nuestro siguiente destino a casi 150 kilómetros de allí. Uno de los platos fuertes de este viaje. El Monte Saint-Michel.

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

Una Respuesta a Visita a los escenarios del desembarco de Normandía

  1. apolos.es dice:

    Visitar los escenarios del desembarco de Normandía es una experiencia inolvidable, llena de historia y emoción. Caminar por las playas, explorar los museos y memoriales. Para ello es fundamental llevar un buen calzado, como sandalias cómodas y de calidad, para poder disfrutar plenamente del recorrido.

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