La estridente ciudad de Las Vegas

Las Vegas sí, o… ¿Las Vegas no? De primeras, la ciudad de Las Vegas es una de esas ciudades que debería estar en la lista de «visitar una vez en la vida», aunque a mi humilde juicio yo creo que debería estar al final de dicha lista, que si te la pierdes, tampoco es para darse cabezazos contra la pared.

Las Vegas es una ciudad en la que te puedes tirar una semana sin parar de hacer cosas o por el contrario estar simplemente tres días y acabar sin saber dónde meterte. Todo depende del plan que lleves, y en nuestro caso fue la segunda opción. Ir a Las Vegas con un bebé de un año no es el mejor plan para aprovechar esta alocada, estridente y viciosa ciudad de Nevada. En las siguientes líneas os contaré un poco cómo fue nuestra experiencia, de llegar con la ilusión de conocer un lugar nuevo a acabar tirados en la piscina del hotel y yendo de compras para matar el tiempo.

Las Vegas

 


Dónde alojarse en Las Vegas

Creo que la ciudad de Las Vegas es el único lugar en todo Estados Unidos donde al mirar el precio de los hoteles no se te cae una lágrima por la mejilla. Digamos que el dinero se mueve por otros lares y precisamente para dormir no te quieren en la ciudad. Por eso al mirar hoteles en Las Vegas sorprende encontrar precios asequibles, incluso me atrevería a decir baratos. Pero desde luego, en la variedad está el gusto y dependiendo de lo que quieras o puedas gastarte seguro que encuentras algo a tu medida. Para que os hagáis una idea, se puede encontrar alojamiento cerca de Fremont Street —la zona antigua de Las Vegas— por menos de 20€ la noche, alojarte en el mítico Bellagio por 150€ o hasta pagar cifras desorbitadas en alguna suite de lujo. Para gustos, bolsillos anchos. También tened en cuenta que al alojarte en un hotel en Las Vegas habrá que pagar como extra los impuestos de la ciudad, que dependiendo del hotel será alrededor del 12%, a lo que habría que añadir también las tasas del resort.

Las Vegas, recepción del hotel Bellagio

 

Metidos en los gastos del propio viaje, tampoco queríamos alojarnos excesivamente lejos de La Strip, la calle principal y moderna donde se sitúan todos los famosos hoteles, por lo que buscamos algún hotel por esta zona sin que el precio se subiera excesivamente y comparando entre varios finalmente nos decantamos por el hotel Stratosphere. Teniendo en cuenta que la media que nos hemos gastado en alojamiento en este viaje ha rondado los 80€ la noche, en este hemos pagado unos 65€ (incluidos los impuestos) en habitación de lujo con vistas a la ciudad, aunque el centro de la ciudad queda un pelín lejos, eso si.

Las Vegas, hotel Stratosphere

 

Este hotel no está situado junto a los más famosos, sino que está en un extremo de la llamada Strip, a medio camino entre la ciudad vieja y los casinos más importantes. Pero las distancias en Las Vegas no es un problema ya que allí nos moveremos fácilmente con el coche, porque el tráfico no es excesivamente caótico y además la mayoría de hoteles tienen aparcamiento gratuito donde poder dejar el coche y recogerlo a la hora que quieras.

Las Vegas

Y en los aparcamientos de los hoteles te puedes encontrar joyitas como esta…

Lo bueno de alojarte en el hotel Stratosphere, además de que el hotel y el casino están muy bien —aunque particularmente no hice uso del casino—, es que tienes acceso gratuito al mirador de la torre tanto de día como de noche, y a mi parecer, esta atracción creo que sí merece la pena hacerla. Si no te alojas allí la entrada para subir es de 20$, con bonos especiales para subir en alguna de las atracciones que tiene montadas allí arriba… Si, así como lo leéis, porque en lo alto del mirador, a unos 300 metros de altura, han montado un pequeño parque de atracciones capaz de quitar el hipo al más valiente, aunque a mí no me lo quitó, mas que nada porque no monté 😛 . Las atracciones tampoco son gratuitas para los huéspedes, y aunque no es excesivamente caro para probarlo una vez, no nos picó el gusanillo en aquel momento.

Las Vegas, atracción en el hotel Stratosphere

 

Como he dicho, una de las ventajas de alojarte allí es poder subir a la torre tantas veces como quieras, y por ello aprovechamos a subir tanto de día como de noche y flipar con las vistas de este festín lumínico en medio del desierto, aunque no esperéis ver el mejor skyline del mundo…

Vistas diurna desde la torre del hotel Stratosphere de Las Vegas


 

 

Vistas nocturna desde la torre del hotel Stratosphere de Las Vegas


Nuestra llegada a Las Vegas

Quizá una de las cosas que más recuerde por mucho tiempo de este viaje por la costa oeste de Estados Unidos fue nuestra llegada a Las Vegas. Nos habíamos tirado todo el día para llegar hasta allí desde Yosemite y el Valle de la Muerte, y cuando llegamos ya era de noche. Ese es el momento en el que te quedas perplejo ante la inmensidad de un desierto a oscuras y una ciudad inventada de la nada repleta de luces. Un auténtico oasis brillante en un mar de oscuridad. Las inmediaciones de la ciudad del pecado están repletas de zonas residenciales con casas bajas, apartamentos y resorts, pero cuando llegas a la calle principal y dejas a mano derecha el aeropuerto McCarran, el festival de neones a un lado y al otro de la calle que tantas veces habíamos visto en las películas comenzó a tomar forma y la verdad que no nos decepcionó.

Al final de La Strip se encontraba nuestro hotel, repleto de coches a sus puertas y un trajín de entrar y salir gente que me cautivó. Dejamos el coche parado como a unos 30 metros de la puerta porque no se podía pasar más de tanta gente que había, mientras que un aparcacoches nos invitó a salir del vehículo y a dirigirnos a recepción. Él se encargaría de aparcarlo y nos dio una ficha para cuando quisiéramos recogerlo. Para llegar a nuestra habitación, como en todos los hoteles que disponen de casino en Las Vegas, teníamos que atravesar las salas de juego para coger el ascensor. A esas horas de la noche el día y la niña estaban llegando a su fin y nos limitamos a quedarnos en el hotel viendo un poco el casino, aunque he de reconocer que no eché ni un mísero dólar a ninguna maquinita ya que nunca me han gustado.

Casino de Las Vegas

Teníamos tres días completos por delante para conocer Las Vegas, pero en realidad no tenía ningún planing preparado, más que nada porque cuando me puse a mirar qué ver en Las Vegas no hice otra cosa más que leer sobre hoteles, atracciones de feria, tiendas y espectáculos, y sinceramente, la sensación que me dio es que no había nada con un gran interés y no hacía falta preparar nada. Los espectáculos, que a priori si podían merecer la pena, los descartamos al ir con Vera que en aquel momento tenía un año recién cumplido, ya que no aguantaría ni por asomo el tiempo que duran los espectáculos y sería imposible verlos. Así que no quedaba otra. Pasearíamos por Las Vegas, veríamos los casinos y los hoteles y dejaríamos que la ciudad del pecado nos sorprendiera por sí sola.

Recorriendo La Strip

Cada día recogíamos el coche y nos acercábamos a algún hotel más céntrico para dejarlo allí aparcado. Lo más llamativo de La Strip son sus hoteles y casinos, la gran mayoría de ellos caracterizados con distinta temática como por ejemplo el hotel Luxor (Egipto), New York New York (Nueva York), hotel Excalibur (un castillo medieval) o el Circus Circus (simulando un Circo).

Las Vegas, hotel New York, New York


 

Las Vegas, hotel París

Recorriendo La Strip de Las Vegas encontraremos la gran mayoría de lugares a visitar en la ciudad. Nosotros, carro en mano, fuimos paseando por la calle y metiéndonos en los más famosos hoteles, desde el Bellagio, el París o el Venetian, que ha mi gusto, este último fue el único que mereció la pena ver por dentro. ¿Y por qué digo el único? Pues porque a media mañana de nuestro primer día en Las Vegas me estaba empezando a parecer absurdo ir de hotel en hotel viendo sus halls, casinos y fuentes varias… y este del Venetian al menos me pareció algo distinto, con canales, tiendas y un techo figurado que te envuelve en un ambiente distinto… pero que da para 10 minutos de paseo… no mucho más, y al fin y al cabo no ves nada más que un hotel con tiendas.

 

Las Vegas, hotel Venetian

El ambiente de la calle, dependiendo de la zona, también está animado, y sobre todo por la noche. Tiendas especializadas como la de M&M´s, Polaroid, Coca-Cola… e infinidad de centros comerciales, artistas callejeros y sobre todo gente de fiesta por doquier.

Strip de Las Vegas


 

Strip de Las Vegas

En la misma calle también te puedes encontrar espectáculos, como las famosísimas fuentes del hotel Bellagio, que esta es otra… ¿Cómo puede ser que al buscar opiniones por Internet de qué hacer en Las Vegas a este espectáculo lo pongan por las nubes? A ver… no está mal, pero no deja de ser una serie de fuentes que funcionan al ritmo de una música… como en muchos otros lugares… y no me pareció un espectáculo imperdible, la verdad. ¿Y qué me decís del volcán del hotel Mirage?… madre mía… Pura pirotecnia hollywoodiense de los años 80. Si me permitís un consejo crítico más, haceros un favor y no vayáis a Las Vegas pensando que veréis algo excepcional en estos «espectáculos»…

Las Vegas, hotel Bellagio

Al sur de La Strip, junto al aeropuerto, se sitúa el famoso cartel de «Welcome to Fabulous Las Vegas». Es un luminoso de neones que da la bienvenida (y despedida por su parte posterior) para los que entran por este lado sur de la ciudad y que con los años se ha convertido en un auténtico icono de la ciudad. El letrero está a tomar viento fresco de todo y lo mejor es aprovechar cuando se pasa por allí con el coche y parar un momento, dejarlo en un aparcamiento que tienen habilitado para tal caso —un poco pequeño, por cierto—, y esperar turno para hacerse la famosa foto. Parece que si no te la haces no certifica que hayas estado en Las Vegas, pero la verdad que es un bonito recuerdo tenerla.

Las Vegas

Lo del tema de casarse en Las Vegas, por la tontería del casarse en Las Vegas… no voy a hacer muchos comentarios al respecto. Simplemente que me parece una auténtica gilipollez. Como hecho curioso y gracioso, no dudo que lo sea. Seguro que si vais varios amigos y os disfrazáis para la ocasión pasaréis una buena tarde de risas… pero pagar alrededor de 200$ para echarse unas risas… me parece un poco caro, vaya… En todo caso, si a alguien le interesa, encontraréis varias capillas para hacerlo en los extremos de La Strip, sobre todo alrededor de Fremont Street.


Fremont Street, la auténtica esencia de Las Vegas

Fremont Street fue de lo poquito que me gustó de esta estrafalaria ciudad, y además me gustó mucho. Hasta este barrio nos acercamos también en coche, pero allí no hay grandes hoteles donde dejar aparcado el coche gratuitamente, por lo que tocó pagar para dejarlo en alguno de los grandes parking que ocupan edificios enteros.

Las Vegas, Fremont Street

La zona de Fremont Street, o lo que es lo mismo, la ciudad vieja y el origen de la actual ciudad donde se construyeron los primeros casinos como el Golden Nagget, es una zona que todavía guarda la esencia que se espera de Las Vegas. Los letreros luminosos tienen otro aspecto, más retro y con más encanto. La calle rebosa de ambiente y es una verdadera experiencia pasearse por allí cuando cae la noche.

Las Vegas, Fremont Street

A nosotros sin duda es lo que más nos gustó y en las cuatro noches que pasamos en la ciudad nos acercamos hasta allí en dos de ellas para tomar algo, pasear y bailar un poco en la calle, porque otra cosa no, pero el ambiente en Fremont Street es impresionante, con varios escenarios, barras de bar a pie de calle, artistas callejeros imitando a superhéroes, estrellas de rock o de cine y gente ligerita de ropa también…

Las Vegas, Fremont Street


Las Vegas, Fremont Street

La zona cubierta que nos encontramos allí es la llamada Fremont Street Experience, un plan de ocio que comenzó a ver la luz allá por septiembre de 1994 y que conllevó cerrar al tráfico rodado unas cinco manzanas y techar parte de la calle Fremont con la mayor pantalla de proyección del mundo, nada más y nada menos que con más de 12 millones de lucecitas LED que por la noche brillan en diferentes espectáculos al son de la música que retumba con más de medio millón de voltios.

Las Vegas, Fremont Street

Saliendo un poco de la zona techada hacia el Este encontramos un lugar perfecto para ir con niños y tomar algo. Es el llamado Container Park, y como su propio nombre indica, es una zona de ocio creada con contenedores de carga y en el que encontramos un parque para que los niños se explayen un poco mientras te tomas una cerveza en alguno de los bares.

Las Vegas, Container Park


Matando el tiempo en Las Vegas

Como he dicho, nosotros estuvimos tres días completos en Las Vegas, y a nuestro gusto, yendo con un bebé de un año, nos pareció mucho tiempo para una ciudad que vive del pecado y del juego. El último día ya no sabíamos dónde meternos que no fuera un hotel o centro comercial, y pasear por pasear ya lo estuvimos haciendo los dos días anteriores, por lo que ese último día nos dedicamos a otros quehaceres más relajados. Tranquilamente por la mañana bajamos a la piscina del hotel Stratosphere y allí nos tiramos un buen rato dándonos un chapuzón y viendo como la gente se tiraba en una especie de caída libre un tanto light desde lo alto de la torre (a 120$ el salto).

Las Vegas, piscina del hotel Stratosphere

Luego por la tarde nos acercamos a uno de los famosos outlets, concretamente a Las Vegas North Premium Outlets que nos pillaba muy cerca del hotel y allí pasamos un par de horas viendo que podíamos traernos de vuelta a casa, que en mi caso suele ser poco pero de provecho, como camisas para ir al trabajo y unas deportivas bien acolchadas y cómodas que me vinieron de lujo para mi dolido pie (recordad que un mes antes del viaje me partí el ligamento y desde las pateadas que nos pegamos en San Francisco arrastraba un dolor e hinchazón considerable).

Para terminar ese último día en Las Vegas nos acercamos hasta el hotel Circus Circus para ver algún espectáculo y que la niña disfrutara montando en los cochecitos, que sorprendentemente, aunque luego lo he comprobado que es igual que en otras partes del país, montar a un niño en los típicos coches de feria no es un robo como en España donde te pueden pedir desde 1 a 2 euros… En Estados Unidos, con tan sólo 25 centavos el viaje, la niña se puede pasar un buen rato entretenida y nosotros no salir con cara de habernos estafado.

Las Vegas, hotel Circus Circus


Las Vegas, hotel Circus Circus

Si a alguno le pasa como a nosotros y visita Las Vegas con un niño, no quiero desalentar a nadie con mi experiencia personal. Visitar Las Vegas con un niño pienso que puede ser muy entretenido. Hay muchos lugares donde un peque puede pasárselo bien, incluso con los espectáculos de los hoteles que he criticado al principio de este artículo, aunque por poner varios ejemplos más, se pueden visitar museos como el Madame Tussauds, el Discovery Children’s, el de Historia Natural… y por supuesto los típicos espectáculos como el del Circo del Sol o del mago David Copperfield. Por opciones que no sea.

Las Vegas, hotel Mirage

El «problema» que teníamos nosotros es que Vera tenía un año recién cumplido, apenas andaba y evidentemente de los posibles espectáculos no se enteraba todavía de nada, aparte de que no hubiera aguantado sin protestar el tiempo que duran y esto era lo que más nos echaba para atrás para acudir a alguno, por lo que nos limitaba más a estar en la calle que en lugares cerrados, y otra cosa puede ser, pero Las Vegas no es una ciudad para recorrerla andando, más que nada porque no es bonita, no tiene encanto y es simplemente un engendro de ciudad levantada en pleno desierto para la única función que se construyó. Gastar dinero en los casinos y en las tiendas.

Las Vegas

Aquí me encuentro en el cruce de las calles Flamingo y Koval, lugar donde dispararon a Tupac el 8 de septiembre de 1996, una leyenda del rap que murió 5 días después en el hospital por causas de los disparos.

Con esto pusimos fin a nuestra visita a Las Vegas. No puedo decir que no me gustara la ciudad, pero sí que me defraudó y por tanto dudo que la vuelva a visitar salvo que sea por alguna escala o una visita exclusiva para jugar al Póker con mi primo —ahí lo dejo caer—. El caso es que nos habíamos pasado allí tres días completos con sus cuatro noches y ya teníamos ganas de partir, dejar de lado el cemento y las aceras para adentrarnos de lleno en el viejo oeste. Al día siguiente nos tocaría paliza de coche, todo el día conduciendo hasta llegar al corazón del pueblo nativo Navajo en el famoso parque de Monument Valley donde haríamos noche, justo en la frontera entre los estados de Arizona y Utah. Preparando el viaje tomamos la decisión de ir a tomar viento fresco exclusivamente para ver este parque y la verdad que no nos arrepentimos porque particularmente nos encantó, pero esto ya os lo explicaré en la próxima entrada.

Víctor del Pozo

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

9 Respuestas a La estridente ciudad de Las Vegas

  1. Roireto dice:

    La verdad, Las Vegas está en la lista, aunque sé que me decepcionará ¿Quién mete en una lista de deseos viajeros, algo que sabes que te va a decepcionar? . Estaba en el plan del 2017 que he tenido que anular, así que leyendo esto puedo seguir esperando. Lo malo que me muero por recorrer la Costa Oeste y también llegar al Monument Valley.

    • Víctor dice:

      Jejejejeje… Es que a los que nos gusta viajar por el placer de viajar metemos en la lista cualquier destino. De todas formas, yo creo que si vas con tu hija lo disfrutarás mucho. Si lo has anulado también será por algo mejor… Las Vegas seguirá estando allí.

      Un saludo!

  2. Mari Carmen dice:

    A nosotros nos gustó Las Vegas…, pero solo los dos primeros días… Al tercero, ya estábamos como vosotros sin saber qué hacer. Pero al menos, como Iris tenía 3 años, pudimos ir a ver un espectáculo del Circo del Sol que es lo que más nos gustó con diferencia de esta ciudad. Es algo por lo que creo que merece la pena ir a esta ciudad.

    • Víctor dice:

      Pues igual que a nosotros. Disgustarnos no nos disgustó, pero a los dos días tampoco sabíamos donde meternos ya. Lo de los espectáculos… es que hubiera sido imposible. Vera tenía un año justo y estaba empezando a dar sus primeros pasos, por lo que estaba como loca moviéndose para todos lados… Como para dejarla sentada una hora jejejeje.

  3. Ross dice:

    Hola, en que mes fuiste…estoy pensando ir tambien con un bebe de 1 año en febrero pero no se si el clima puede ser un contratiempo….

    • Víctor del Pozo dice:

      Hola Ross! nosotros estuvimos en Octubre. La zona es calurosa ya que estás en pleno desierto y seguramente que en febrero tendrás unas temperaturas perfectas para viajar… sin ese calor agobiante. Disfrutadlo!

  4. Pablo J dice:

    Buen recuento! Fui hace varios años pero ahora quisiera ir con mi hijo de 1 año y realmente me ayudo tu experiencia.

  5. Pingback: Cataratas del Niágara - Mi patria son mis zapatos

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