Valle de la Muerte de camino a Las Vegas

Durante una ruta por la costa oeste de Estados Unidos hay que tener en cuenta que habrá días en los que dediquemos casi la totalidad del tiempo a recorrer en coche las grandes distancias que separan los distintos puntos de interés. En este caso, tras pasar un día en el Valle de Yosemite, el siguiente destino donde íbamos a dormir iba a ser en la ciudad inventada de Las Vegas, a unos 740 kilómetros de distancia. En realidad para llegar a este destino desde Yosemite hay un camino más rápido y sin tantos kilómetros, pero queríamos incluir como etapa intermedia el llamado Death Valley, o para los no angloparlantes como nosotros, el Valle de la Muerte, y esto suponía alargar los kilómetros y cambiar las vías rápidas por carreteras paisajísticas.

Valle de la Muerte

Desde hacía mucho tiempo quería visitar este lugar. Es un sitio enigmático y sorprendente. Un lugar desolado a tan solo unas pocas horas en coche de la exuberante naturaleza de Yosemite y Sierra Nevada. El contraste que hay es alucinante como podéis comprobar en la siguiente fotografía.

Valle de la Muerte

Tras varias horas conduciendo y alguna parada por el camino en el paso del Tioga y en alguna gasolinera para tomar un refrigerio y llenar el depósito de combustible, ya estábamos preparados para atravesar sin problemas el Valle de la Muerte. Por allí no hay muchas gasolineras (creo que sólo vimos una), por lo que acordaros de no ir muy justos con el combustible.

El Valle de la Muerte

El Valle de la Muerte, como otros muchos lugares de nuestro planeta, han sufrido numerosos cambios geológicos debido a las glaciaciones y al paso del tiempo. Lo que ahora es un páramo infernal, hubo una época en el que las aguas cubrieron todo el valle convirtiéndolo en un extenso lago. Los geólogos llamaron a aquel lago con el nombre de Manly y era el mayor de varios lagos que cubrieron buena parte de los valles adyacentes y que en conjunto formaban la llamada Gran Cuenca.

Valle de la Muerte

Todos estos valles fueron abastecidos de agua en su gran mayoría por el deshielo de los glaciares de Sierra Nevada, pero con el cambio climático el agua fue desapareciendo y hoy en día se encuentra en total sequedad salvo en algunos lugares donde las pocas lluvias que caen y las condiciones del suelo dejan crearse pequeñas lagunas de poca profundidad como la que podemos ver en Badwater.

Valle de la Muerte

El Valle de la Muerte fue un importante centro de extracción de minerales como la plata y el oro a finales del siglo XIX, pero el mineral con más notoriedad de la zona fue el Borax, un tipo de sal que abunda en lo que en su día fueron los fondos de estos lagos y que tiene muchísimos usos en diferentes procesos industriales como por ejemplo la creación de pesticidas, detergentes, vidrios o cerámica.

Valle de la Muerte

La zona concreta del Valle de la Muerte fue declarada monumento nacional en 1933 y la explotación minera dio paso a la explotación turística. Finalmente en 1994 unificaron al Valle de la Muerte junto a otros valles cercanos y declararon la zona Parque Nacional pasando a ser gestionado federalmente por el Servicio de Parques Nacionales.

Atravesando el Valle de la Muerte

El Valle de la Muerte particularmente me pareció un lugar increíble. Ya de por sí los desiertos me fascinan y ante este —que pertenece al desierto de Mojave— me quedé pasmado por su inmensidad y caprichoso paisaje. Para empezar, como he dicho al principio, veníamos de un paraje verdoso y fresco como el de Yosemite, y no sé en que momento perdimos la noción del tiempo y nos vimos envueltos en otro totalmente distinto, de tonos ocres y totalmente seco. La carretera se abría paso delante nuestra sobre inmensas planicies de arena y piedra donde la única vegetación se reducía a pequeños arbustos a un lado y al otro de la carretera. En un punto de la carretera vimos el cartel que nos indicaba que entrábamos al Parque Nacional del Valle de la Muerte y no me pude resistir a pararme y hacer alguna foto.

Valle de la Muerte

Lo que no recuerdo es el momento en el que pagamos la entrada a este Parque Nacional. Parece como si me hubiera lavado el cerebro alguno de los extraterrestres que esconden en la cercana Área 51 😛 y no me acordara de pasar por el puesto, pero debimos pagarlo ya que para entrar al Parque Natural hay que abonar 20$ por coche al igual que hicimos en Yosemite. Despistes míos a parte, el camino a seguir para atravesar el Valle de la Muerte no tiene pérdida. Simplemente hay que tomar la carretera 190 y esta nos llevará directamente al corazón del valle.

Valle de la Muerte

Qué ver en el Valle de la Muerte; Father Crowley

Al poco de coger dicha carretera dimos con el primer punto panorámico de esta ruta, el llamado Father Crowley, un pequeño cañón creado hace eones por la lava y cenizas de la pasada actividad volcánica de esta región.

Valle de la Muerte, Father Crowley

El paisaje en este lugar no es que sea especialmente impresionante, pero para hacer una parada en el camino y que estirara Vera un poco las piernas nos vino muy bien. Existe un aparcamiento donde dejar el coche y a continuación un camino para acercarnos al pequeño cañón. La posición desde la que observamos es elevada y debajo nuestra podíamos vislumbrar el valle de Panamint, adyacente al famoso Valle de la Muerte y que tendríamos que atravesar en nuestro camino. Desde este punto panorámico también es posible observar, si la suerte nos acompaña, a los aviones militares que realizan prácticas a baja altura. Si lo hubiéramos podido ver, me hubiera encantado.

Valle de la Muerte, Father Crowley

Qué ver en el Valle de la Muerte; Dunas planas de Mesquite

Sin separarnos de la carretera 190 llegamos hasta el siguiente punto de interés situado ya en el propio Valle de la Muerte. Son las dunas planas de Mesquite, una serie de dunas de arena, no muy altas, que confieren al paisaje una estampa aún más típica del desierto. Su proximidad a la propia carretera hace que sean muy visitadas por todos los que pasamos por allí, y aunque no son espectaculares, es otro punto donde poder parar y estirar un poco las piernas. Como dato curioso, dada su proximidad a Hollywood, estas dunas fueron utilizadas como escenario en varias película entre las que destaca alguna de la saga Star Wars —eso sí, no me preguntéis por cuál porque no he visto ninguna. Que me perdonen este sacrilegio sus adeptos jejeje—.

Valle de la Muerte; Dunas planas de Mesquite

Tras las dunas, el camino rápido para llegar a Las Vegas sería salir directamente del valle y continuar por la Ruta Federal 95 hasta la ciudad del pecado, pero aún nos quedaba visitar la parte más famosa del Valle de la Muerte, la cuenca endorreica de Badwater, por lo que continuamos por la carretera 190 hasta Furnace Creek Visitor Center, un oasis en medio del desierto donde aprovechamos para comer algo. En este lugar abandonamos la carretera por la que veníamos y tomamos la carretera hacia Badwater que discurre por el mismísimo valle.

Qué ver en el Valle de la Muerte; Cuenca Badwater

Entre los datos curiosos y por lo que es famoso el Valle de la Muerte podemos destacar dos. Primero, este lugar tiene registrada —oficialmente— la mayor temperatura que se haya dado nunca sobre el planeta, 134ºF (56.7ºC), alcanzándose dicha cifra el día 10 de julio del año 1913. El segundo dato a destacar del Valle de la Muerte y más concretamente de esta cuenca Badwater es la altitud a la que se encuentra, 86 metros por debajo del nivel del mar, el punto más bajo de toda Norteamérica —como reza una señal situada en la montaña en la que marca el punto exacto donde estaría el nivel del mar—.

Valle de la Muerte; Cuenca Badwater

Nosotros no tuvimos «el gusto» de notar temperaturas tan altas. Era septiembre y la temperatura que marcaba el coche cuando aparcamos junto a Badwater rondaba los 38ºC. En este lugar han instalado una pasarela para salvaguardar la parte en la que existen pequeños charcos de agua distribuidos por los diferentes huecos que deja el salitre y creados por las pocas lluvias que caen y diversos acuíferos.

Valle de la Muerte; Cuenca Badwater

En este agua estanca vive una especie de molusco endémico del Valle de la Muerte, el caracol de Badwater, por lo que está prohibido salirse del camino marcado, pero aun así podremos adentrarnos más allá de la pasarela de madera y andar sobre un suelo salino pudiendo disfrutar de este insólito paisaje sin poner en peligro cualquier tipo de naturaleza.

Valle de la Muerte; Cuenca Badwater

Tras visitar Badwater no podíamos entretenernos más. Todavía nos quedaban casi 250 kilómetros de camino hasta llegar a Las Vegas y la tarde se nos estaba echando encima. Este fue uno de los días que más coche tuvimos, pero por nada del mundo lo hubiera cambiado. El Valle de la Muerte era uno de los lugares que más me apetecía conocer en este viaje por la costa oeste de Estados Unidos y no me decepcionó para nada. El contraste paisajístico del país nos empezó a abrumar desde que salimos de San Francisco y poco a poco nos fue preparando para toda la naturaleza que veríamos, exceptuando la ciudad de Las Vegas, cuyo contraste con el paisaje colindante salta a la vista pero que nos dejó con un sabor de boca más agrio que dulce, aunque de esto ya hablaré en el próximo artículo.

Víctor del Pozo

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

2 Respuestas a Valle de la Muerte de camino a Las Vegas

  1. Mari Carmen dice:

    Nosotros sí que pasamos mucho calor, pero no tanto como el día récord… que por cierto, justo recorrimos el Valle de la Muerte un 10 de julio… Qué casualidad!!
    A nosotros también nos gustó recorrerlo.

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