Tras nuestra visita a la Plaza Roja y Kremlin que pudisteis leer en el capítulo anterior, decidimos comer en los alrededores del jardín de Alexander y descansar un rato tirados en el césped de este parque. El resto de tarde lo dedicaríamos a realizar una ruta improvisada tratando de no dejarnos nada de lo importante que hay que ver en Moscú.
Qué ver en Moscú en un día
Evidentemente, lo más importante que hay que ver en Moscú es la Plaza Roja y los edificios colindantes a la que he dedicado un artículo íntegro. El resto de lugares que vimos os lo cuento a continuación según los fuimos visitando andando, que otra cosa no, pero Moscú tiene mucho por andar. Moscú es E N O R M E, y la verdad que no muy bonita. Pese a la temperatura cálida que teníamos, daba la sensación de ser una ciudad fría. Es muy posible que esta sensación la tuviera por culpa de los grandes espacios abiertos ocupados por enormes cruces de carreteras llenos de coches y edificios, que salvo el Kremlin y poco más, son de un color gris y sepia apagado, dando la sensación de estar paseando dentro de un decorado vintage. Pero fuese lo que fuese, la sensación era esa. En invierno no me lo quiero ni imaginar…
Qué ver en Moscú. La Plaza Bolotnaya
Justo al otro lado del río Moscova, en la isla creada por el canal Vodootvodni y junto a este, encontramos un poco de color y animación. La plaza Bolotnaya es frecuentada por numerosos jóvenes haciendo botellón y otros tantos haciendo animaciones varias. Los edificios lindantes junto al canal conferían otro aspecto más señorial a esta plaza.
Justo al lado de la plaza hay uno de esos “puentes del amor” que desde hace años se pueden ver en numerosas ciudades. Uno de esos lugares reservados para que los enamorados coloquen su candado en representación de unión y que, este de Moscú, es el más impresionante que he visto en ningún sitio.
Los candados abarrotan, no el puente, sino unos árboles metálicos preparados para ello. Junto a la orilla o sobre el puente, estos árboles de follaje férreo y colorido crean un paisaje de lo más curioso y romántico. Allí mismo vimos a numerosas parejas y recién casados poner su particular candado con los mejores deseos para la futura relación.
Qué ver en Moscú. Estatua de Pedro el Grande
Nuestro paseo prosiguió hasta otro puente donde pudimos divisar a lo lejos la gran escultura de Pedro el Grande subido en un navío de proporciones diminutas en comparación al enorme emperador (quizá tenga algo que ver con que el emperador era una persona que medía más de 2 metros). La estatua mide algo más de 100 metros de altura y Conmemora a la creación de la primera Armada Rusa que el emperador Pedro el Grande creó en 1698 para poder controlar el Mar Negro que en aquella época estaba ocupada por los Tártaros.
Qué ver en Moscú. Catedral del Cristo Redentor
Lo siguiente que teníamos pensado visitar era la catedral del Cristo Redentor que se encontraba en la otra orilla del río Moscova. Las cúpulas de la catedral brillaban como el oro y las vistas del edificio desde cualquier lado eran impresionantes. Pero nuestro gozo se fue directamente al pozo cuando vimos que estaba cerrado, pero era un lugar que no quería perderme y decidimos visitarla al día siguiente.
Qué ver en Moscú. La calle Arbat
Anduvimos por el distrito Khamovniki pero sin centrarnos mucho en él porque nos empezó a caer una chupa de agua de mucho cuidado. Queríamos llegar hasta el distrito Arbat a los pies del edificio del ministerio de asuntos exteriores, una de las siete hermanas, y después recorrer tranquilamente la calle Arbat en una tarde que poco a poco se estaba acabando.
La calle Arbat, al ser una de las calles más antiguas de Moscú, se ha visto modificada en numerosas ocasiones y a día de hoy es una calle peatonal llena de tiendas de suvenires y restaurantes. Pero hubo una época en la que la nobleza se fijó en este lugar para vivir y construyeron aquí sus mansiones. En el barrio también vivieron poetas, artistas y escritores, y pese a que podríamos pensar que encontraríamos una calle con un cierto toque bohemio, tan solo vimos una simple calle comercial con algunos edificios clásicos y poco más. Bonita para pasear por la ausencia de coches, eso sí, pero nada más.
Ya se nos estaba acabando el día y David estaba muerto de cansancio porque apenas había dormido esa noche, pero le hicimos pasar un rato más de sueño porque pretendíamos ir a la Plaza Roja para ver si nos podíamos colar en el evento del Festival. Cuando llegamos a los aledaños de la plaza esta se encontraba cerrada a cal y canto y no se podía pasar al interior salvo que llevases entradas.
Nosotros probamos por cada una de sus puertas a ver si era posible entrar sin que se dieran cuenta, incluso por el interior de los almacenes GUM, pero nada… Había una docena de policías en cada entrada a la plaza y torniquetes que hacía imposible pasar sin ser vistos. Decidimos buscar a alguien que nos pudiera colar con algún pase, y encontramos numerosos españoles, familiares de la gente que participaba en el evento, pero que evidentemente no se iban a complicar la vida para pasarnos dentro. Incluso estuvimos charlando con la banda española que participaba y salvo unas risas con ellos, no conseguimos nada más.
Ya solo nos quedaba dar pena y así hicimos… junto a una de las entradas por si algún alma caritativa rusa nos decía… “anda, pasar”.
Al final no nos quedó otra que apretujarnos unos cuantos que estábamos en la entrada a la plaza para ver los fuegos artificiales que pusieron colofón al evento por esa noche. Sin duda un marco inmejorable aunque desde otra posición más centrada hubiera estado mejor.
Una vez abiertas las puertas pudimos entrar y hacer alguna foto con la catedral de San Basilio, aunque realmente las mejores fotos las pudimos conseguir desde la parte trasera.
Con esto, nos fuimos andando hasta el albergue, previo paso por los almacenes GUM para comprar algo de comer en su mercado nocturno, y pusimos fin a un día en el que David necesitaba dormir como fuera para afrontar al día siguiente otro paseo por la ciudad y el comienzo del transiberiano… El pobre se nos quedaba dormido en cualquier parte, y para muestra un botón, encima de un puente sobre la barandilla… !Me parto¡
Por lo menos pudisteis entrar a hacer las fotos nocturnas a la Plaza Roja aunque tuvierais que estar esperando un ratillo, jejejeje. Muy curioso lo de los árboles del puente y no se si serán las fotos o la manera en que lo redactas pero a mí me parece bonita Moscú, quizás cambio de idea cuando vaya para allá!!! Un abrazo. 😉
Pues parece que los monumentos de la ciudad son bien bonitos aunque el resto de edificios sean tipo «bloque de hormigón todos iguales»… La escultura de Pedro el Grande parece impresionante.
Están de moda los puentes de candados, ahora se ven por todas partes. Lo de hacer el paseito con árboles es muy buena idea.
Un saludo
Lo que menos me gustó de Moscú es que es una ciudad pensada en exclusiva para los coches. Cruzar esas avenidas tan enormes era toda una hazaña. Me gustó mucho la calle Arbat y la Catedral del Cristo Redentor.
Un saludo,
Buenas!
– Baby: La verdad que pensábamos que iba a durar más el espectáculo y no nos iba a dar tiempo a entrar… pero al final pudimos… Anda que les hubiera costado dejarnos pasar a los tres… si no íbamos a armar jaleo!! jejeje. En las fotos saco lo bonito… y las que han quedado bien, pero te aseguro que podría hacer un relato con otro tipo de fotos que tengo y cambiaría la visión totalmente…
– Helena: La escultura de Pedro el Grande es impresionante desde donde la vimos, así que imagínate verla desde sus pies. Lo de los candados lo pudimos ver en más ciudades rusas como en Ekaterimburgo… Están ya por todas partes!!
– Isabel: Pues un país comunista como fue no debería ser pensado para los coches… pero en los últimos años se les ha tenido que ir de las manos. Menos mal que es enorme… Yo me sorprendí un montón también con la cantidad de coches aparcados en cruces y avenidas… Hasta subidos en las aceras a puñados… La catedral del cristo redentor la dejamos para el día siguiente y adelanto que ha sido una de las catedrales que más me han gustado de todas las que he visto en mi vida.
Un saludo!
Pues para ser un poco fea y fría como tú dices, a juzgar por las fotos, me ha gustado la ciudad!! Aunque no os dejaran pasar durante el evento, por lo menos pudisteis hacer luego fotos de la plaza iluminada.
Saludos
Víctor, con lo bien que lo explicas todo me da una sensación como sí yo mismo hubiera estado allí
Qué fotos más chulas, la verdad es que dan ganas de ir a Moscú, aunque tú digas que es feo! Y me parece muy original y bien logrado lo de los árboles de los candados, que creo que más de un puente está a punto de perder sus barandillas por culpa de los candados de marras.
Deseano leer más entradas de este viaje!
Parece que soy al único que le parece fea la ciudad jejeeje… bueno.. tampoco es que sea horrenda, pero exceptuando las partes como la Plaza Roja o la zona de la Catedral de Cristo Redentor, el resto de ciudad que conocí está, como lo diría… chapado a lo soviético… osease, feo. Pero desde luego que tiene sus partes bonitas y con encanto… Por ejemplo, Londres es una ciudad que siempre en su cielo ves nubes, gruas haciendo nuevos edificios, muchos coches, industrias… pero Londres, para mi es la leche de bonito… A Moscú le falta algo… Quizás es que la comparo mucho con ciudades europeas y no debería…
Muy buena información Victor
Moscu debe ser impresionante en vivo y un lugar lleno de historia
genial entrada
un abrazo
Di que si Viki, Moscu si quitas las 4 cosas que tiene de turismo, no tiene mucho mas encanto y si no dimelo a mi, que si en vez de ser arboles con candados hubieran sido laureles, alli me kedo durmiendo un par de horitas mas.
buen relato si señor, estoy exharcebadamente inquieto de que empieces contando nuestras andaduras treneras.
au.
Yo me uno!! Lo que tiene la ciudad no es mucho. Creo que parte de culpa es mía, pues llevo años diciéndole: Quiero ir a Moscú, quiero ir, quiero ir… y claro, tanto insistir pues… Pero lo que tiene es muy bonito, me quedé con ganas de ver la plaza bien y a Lenin pero seguro que tendremos otra ocasión. Vic nos tienes expectantes y tu David deja de dormitar ya hombre. Besos para todos.
Una ruta muy parecida a la que hicimos nosotros en nuestra segunda visita a Moscú, aunque me ha gustado mucho la calle Arbat, nosotros por allí no anduvimos y me lo apunto para una futura visita.
Pobre David iría muerto XD Eso si, me ha hecho gracia que comentaras que estaba reventado y arriba justo la foto del tío haciendo el pino jaja
Saludos!!!
Soy un poco desastre, Víctor. Me leí la entrada estando el lunes pasado en el aeropuerto de Madrid esperando mi vuelo y me dije, cuando llegues a casa, le dejas un comentario…. Y hasta hoy xD
En fin,
1º FOTACAS, tío! Te hubieras arrepentido si no te hubieras llevado la réflex… La de la Catedral del Cristo Redentor es espectacular!
2º Qué pasada poder ver fuegos artificiales en la Plaza Roja, aunque estuviera a petar de gente.
3º Sigo diciendo que es una ciudad totalmente distinta a la que visité yo en su momento… Espero que en esta segunda ocasión la vea con otros ojos… xD
Un fuerte abrazo Víctor, ya sabes que espero con muchas ganas las siguientes entradas, sobretodo la de Kazán y las de Mongolia!
Dale recuerdos a Eva!