William Shakespeare decidió que la aventura amorosa de su obra Romeo y Julieta sucediera bajo el marco de la ciudad de Verona. No eligió mal, la verdad. Es una ciudad preciosa y con un patrimonio arquitectónico muy bien conservado. Por lo general, cuando le preguntas a alguien por Verona lo primero que le viene a la mente (si se acuerda) es de dicha obra. ¿Qué bonito no…? Pues según se mire, porque al final murieron los dos… Pero bueno, no vamos a negar que sea una historia romántica. Lo que me sorprende es que mucha gente te mencione antes esta historia en vez de la existencia en Verona de uno de los anfiteatros romanos mejor conservados del mundo, con dos mil años de antigüedad ni más ni menos. Es el llamado Arena de Verona, un impresionante anfiteatro en el que cabrían hasta 30.000 personas y en el que aún hoy se siguen celebrando espectáculos.
Nosotros visitamos la ciudad tras pasar un día relajados en el lago de Garda y cuando llegamos por la mañana era todavía muy pronto y no habían abierto las puertas del Arena, por lo que comenzamos el día adentrándonos en el casco antiguo de Verona.
Un paseo por Verona
Yo la verdad es que de la historia de Shakespeare en Verona conocía bien poco. Sabía que había un edificio y que le habían adjudicado la titularidad a la familia Capuleto, es decir, que era la supuesta casa de Julieta, pero no sabía mucho más. Además no sabía ni donde estaba situada exactamente, aunque una vez enfrascado en el interior del casco antiguo de Verona no es muy complicado toparse con ella. Reconoceréis el lugar por la cantidad de gente que hay. Se sitúa a unos pasos de la plaza Erbe y bajo un pequeño túnel accederemos hasta el patio donde el Montesco Romeo clamó su amor a Julieta. Y ahí está el balcón desde donde Julieta le escuchó (que por cierto, el balcón se construyó aposta para el fin turístico de la leyenda…).
Se puede entrar a ver el interior de la casa previo pago de una entrada, pero nosotros no teníamos el más mínimo interés en hacerlo, así que nos quedamos allí abajo junto a la estatua de bronce de Julieta y los tropecientos mil turistas más que nos juntamos en aquel momento.
Aquí hay tradición de hacer dos cosas para tener suerte en el amor; tocar el pecho de la estatua de Julieta (no podía ser en otro sitio…) y dejar tu notita o candado del amor. Nosotros en este caso no hicimos ninguno… que ya sabemos como acabó la historia y mucha suerte no tuvieron estos rebeldes jovenzuelos…
Pero la casa de Julieta digamos que es sólo una pequeña anécdota en Verona. Un reclamo turístico innecesario para una ciudad que contempla suficiente historia como para atraer de por sí la atención del turista y que además se jacta y con razón de ser una ciudad bonita. Simplemente el andar por sus calles se convierte en un deleite de contrastes visuales. Tan pronto andas por una elegante calle comercial llena de gente, como que te pierdes dos calles más allá en un lugar que recuerda más a un pueblo que a una ciudad.
Su influencia veneciana se palpa en sus calles y por ello es tan fácil tropezarte con iglesias y palacetes antiguos como el que se encuentra con cuadros en el museo del Prado.
Por lo general las calles son estrechas y acaban desembocando en alguna plaza, siendo la más famosa la mencionada anteriormente, la Piazza delle Erbe. Esta se encuentra justo en el lugar donde los romanos construyeron el antiguo foro, aunque de aquella época ya no queda ni una vaga alusión. Sólo una fuente que porta una estatua de aquella época, la Madonna de Verona, que junto a Julieta son las dos damas por excelencia de la ciudad.
El casco histórico de Verona está divido en dos por el río Adigio. El puente más famoso a la vez que más antiguo que cruza el río es el llamado Puente de Piedra que tiene una antigüedad incluso mayor que la del anfiteatro romano. Hoy se ve muy restaurado, pero sigue conservando su estructura principal tal y como le pasa al puente romano de Córdoba.
El que esté situado este puente exactamente donde está no es casualidad. Justo al otro lado del río se levanta la colina de San Pietro y en lo alto de ella se ubica estratégicamente el castillo de mismo nombre que tras varios dueños, saqueos e infortunios llegó a pertenecer a los austriacos que dominaron la ciudad hasta mediados del siglo XIX y en cuyo lugar construyeron los cuarteles-fortaleza que es el edificio que vemos hoy en día. Pero más que el castillo, por lo que merece la pena subir hasta allí arriba es para poder observar las mejores vistas panorámicas de la ciudad de Verona.
Cuando bajamos de nuevo al casco histórico nos desviamos un poco en la misma colina de San Pietro para poder ver, o al menos intentarlo, el teatro romano que aún se mantiene a esta orilla del río Adigio. Lo que nos pasó es que apenas pudimos verlo porque no se podía acceder a él ya que estaban trabajando en montar un escenario para algún concierto que se celebraría en su interior. Las vistas desde alguna parte de la cuesta sólo nos dieron para poder ver dicho escenario y poco más. Y algo parecido nos pasó con el Arena de Verona, el anfiteatro que tantas ganas tenía de ver.
El Arena de Verona
En este caso el anfiteatro Arena sí que estaba abierto al público. Tras esperar un poco de cola y pagar la entrada accedimos al interior para recorrerlo libremente.
Al igual que en el teatro romano, parte de las gradas y sobre todo el coso —por llamarlo de alguna manera— estaba totalmente cubierto por un escenario y numerosos asientos que lo cubrían por completo.
De verdad que me llevé un pequeño chasco por esto, ya que ni por asomo te podías hacer a la idea de cómo sería sin tanto hierro. Lo único que se salvaba eran las gradas y gracias a que se puede subir hasta lo más alto de ellas pude ver una fabulosa panorámica que me valió de consuelo.
El anfiteatro cuenta con casi dos mil años de antigüedad, pero bien es cierto que en todos estos años no siempre se ha mantenido intacto. Varios terremotos sufridos en el siglo XII casi acabaron con este legado romano, pero su reconstrucción durante el Renacimiento y posterior mantenimiento han hecho posible que podamos sentirnos hoy en día como auténticos romanos en cualquiera de las óperas y obras veraniegas que se celebran en su interior.
Y con el anfiteatro pusimos fin a nuestra visita a Verona. Volvimos con el coche al camping situado en el lago de Garda que es donde estábamos alojados y nos relajamos esa noche paseando junto al lago y disfrutando de las últimas horas en este país. Y si te has quedado con ganas de ver más cosas en Verona otra buena opción es alojarte en la misma ciudad (puedes mirar hoteles aquí) y degustar la noche veronense que seguro no defraudará… Sinceramente, me quedé con ganas de pasear por allí de noche.
Muy bueno el post y buenas las fotos..Nosotros tambien fuimos a visitar la tumba de Julieta donde es un sitio bastante acogedor, aunque la tumba estaba vacia..;)
Pues yo no tenía ni idea de que hubiera una tumba de Julieta. Anda… que si te la llegas a encontrar allí a la pobre mujer jejeje
Tocayo, qué ganas tengo de conocer Verona, a pesar de las hordas de turistas.y sobre todo el lago de Garda, una asignatura pendiente desde hace tiempo.
Un fuerte abrazo
Buenas Victor! Pues no te defraudará Verona, tiene un encanto especial, aunque cualquier ciudad italiana lo tiene, la verdad…
Para el lago de Garda merece la pena incluso estar una semana de vacaciones disfrutándolo y conocerlo entero, dar la vuelta entera y acercarse a los Alpes. Visitar sólo Sirmione fue la mejor opción que vimos ya que pasamos por allí exclusivamente para ver Verona.
Un saludo!
Me gustó mucho Verona pero te juro que no me he agobiado más en mi vida que en la casa de Julieta, igual es porque venía de 10 dias en la tranquila eslovenia… Pero vaya, las pocas horas que estuve en la ciudad muy bien! un abrazo amigo
Jajajajaja… yo conozco otros lugares en los que me he agobiado más, en Florencia por ejemplo… Pero lo de esta casa no es entendible… ¡Pero si no es de verdad la casa de Julieta! jajajaja…
Pero bueno, estos reclamos llaman mucho.
Yo entré en la casa de Julieta pero la verdad sea dicha, no merece demasiado la pena. Así que no os perdistéis mucho!
Un abrazo
Me lo imaginaba MC, no me llamaba nada la atención y me lo podía imaginar que no fuera para tanto la casa. Lo que pasa es que encima está en todo el centro, y verla por fuera al final la vemos todo el mundo y así dejamos el patio… abarrotado de gente.
Lo de la tumba que han dicho en el primer comentario sin embargo me llama más la atención. Porque no sabía de su existencia, pero al ver que estaba dentro de un monasterio, pues quizá merezca más la pena…
Aún no he estado en Verona, pero tiene buena pinta para pasar un día allí. Las vistas desde el castillo son una pasada, me recuerdan a las vistas que hay en lo alto de una colina de Florencia. Una pena lo del escenario de la arena de Verona… esas cosas dan mucha rabia.
Un abrazo
Si que se le da un aire a Florencia! con el río y el color toscano…
Lo del Arena me lo esperaba. Casi siempre está así… pero al menos pudimos entrar. A mi me encantó.
Sin duda es para tener en cuenta la ciudad si se anda por esta zona de Italia.
Un abrazo!
Le voy a pasar el post a unas personitas (hija y amigas) que les queda nada para descubrir esta ciudad, aunque creo que como adolescentes sólo les llamará la atención el lugar donde Romeo declara su amor. 😉
Pues les encantará! y seguro que sí, que ese lugar de la obra les gustará jejejeje… y dejarán su notita y todo.
Preciosa Verona! yo tampoco pagué para ver la casa de Julieta, aquello estaba igualmente pesadísimo de guiris, curiosos esos sitios que se convierten poco más o menos que en lugares de peregrinación. En todo caso Verona merece mucho la pena, el Arena me encantó y las vistas desde el castillo impresionantes. Un saludito.
Es cierto… Estos lugares se convierten en un reclamo pese a ser todo un montaje. En el Arena no vi tanta gente como en la casa de Julieta…
Que tal Victor
Estuvimos hace poquito en Verona y nos encantó la verdad aunque demasiado turística, lo cierto es que tiene magia.
Muy buena entrada que nos ha hecho recordar lo bien que lo pasamos
Un fuerte abrazo!!
Sí que es turística, sí… pero a la par que encantadora como dices.
Me alegro que os traiga buenos recuerdos!
Un saludo!
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Estoy planeando pasar un día en Verona, mi duda es si acercarme en coche desde Venecia o coger un tren.
He visto que vosotros fuisteis en coche, es fácil aparcar? hay que pagar parking?
Gracias
Hola Alba. Nosotros fuimos con el coche y aparcamos por la calle Corso Porta Nuova antes de llegar al Arena. Pero si tienes posibilidad de llegar bien en tren, quizá desde Venecia sea buena idea. Nosotros en ese viaje, cuando fuimos a Milán y a Turín, estábamos alojados en Novara, justo en medio de las dos ciudades, y fuimos a las dos en tren y fue mucho mejor que ir en coche, aunque ninguna de esas ciudades tienen que ver con Verona… Pero bueno, si te sale bien de precio y los horarios te convencen, no sería mala idea ir en tren.
Un saludo!
Hola Victor
Antetodo, gracias a la gente como tú que dejan buenos consejos tras sus pisadas…
Mi paso por Verona será corta: sólo un día y una noche (sola con mi mochila y mi cámara).
Te ruego me des un breve consejo de dónde no debo perder el tiempo. Me gusta el arte pero no soporto sentirme un turista «bobo» más esperando en la cola de un «reclamo» turístico.
Muchas gracias y suerte!
Buenas Carme, Verona no es muy grande y con un día sin entrar en museos salvo al Arena te tiene que dar tiempo de sobra a verlo. Lo mejor es que andes por el centro de la ciudad y la degustes según vayas pasando calles. Al otro lado del río, en la colina de San Pietro, tendrás buenas vistas de la ciudad. Donde no deberías perder mucho tiempo es en la casa de Julieta, pero tampoco pasa nada por entrar a ver el patio. Está en el centro de la ciudad y por echar un vistazo tampoco pierdes tanto tiempo.
Un saludo!
Grazie mille!!
Muy bueno el comentario y muy fiel. Conozco verona y ahora mismo estoy por ir para pasar el dia y me la describio tal cual es. Agrego que en la epoca de verano se dan operas y el montaje es fabuloso. Las entradas no son caras( hay de todos los valores) se va con varias horas de anticipación .se escucha y se ve de todos lados… Y hay que llevar algún almohadon porque obvio… Las gradas son de piedra! Es precioso por fuera tambien ya que como van rotando las obras los decorados los dejan en la plaza y parece estar en un cuento propio
Muchas gracias por tu comentario Laura!
Hola Victor; yo planeo ir desde Milan en bus a Verona y luego Venecia. Hay algun lugar en Venecia donde se pueda «guardar» el equipaje (maleta pequeña) para hacer el recorrido en Verona … libre!!!!.
Hola Edith. Lo desconozco, pero me imagino que en las estaciones de autobuses tendrán lugar para dejar equipaje durante el día.
Romeo y Julieta es una obra de teatro, no una novela. Por lo demás, muy interesante el post. Gracias por la info.
Cierto es Helen. Los lapsus están a la orden del día… ;P