Después de desayunar en el hotel (30 de mayo 2010), cogimos el mapa que nos dieron el día anterior en la oficina de turismo y señalamos algunos puntos que ver en Delhi. En esta ocasión nos iríamos al sur de la ciudad y empezaríamos nuestra andadura en la tumba de Humayun.
Qué ver en Delhi; mausoleo de Humayun
Para llegar hasta allí la mejor opción es ir en un tuk tuk. Tras pasar la puerta de India llegamos a los jardines que alberga el conjunto de edificios de la tumba de Humayun. Este recinto pertenece a la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y la entrada cuesta 250 INR. En el interior se respiraba tranquilidad por la poca afluencia de gente que había y en un agradable paseo a través de sus jardines se pueden contemplar los primeros vestigios mogoles en India.
Esta tumba fue mandada construir por la viuda principal de Humayun, que igualmente fue enterrada aquí. El emperador Humayun fue el hijo predecesor del que fundó el imperio mogol y construir esta tumba dio pie a construir otras como el famoso Taj Mahal de Agra. En el interior de la tumba hay muchas salas, todas iguales a las otras, con tumbas en el interior y la única que se diferencia es la central, mucho más grande. Los murciélagos dejan parte de su guano en el suelo y se dejan ver en lo alto de alguna bóveda. Está todo como muy abandonado pero no se encuentra en mal estado al fin y al cabo.
Dando un paseo alrededor del mausoleo pudimos ver a la gente lavar ropa en las fuentes cercanas, que yo aun no entiendo cómo pueden pasar aquí para hacer eso y ya me temía encontrarme el Taj Mahal con cuerdas de tender la ropa entre minaretes.
Varias mujeres plantaban césped en los jardines y otros tantos hombres estaban simplemente tirados a la sombra de algún árbol. Aquí nos sentamos en un chiringuito a tomar un Sprite para refrigerarnos del calor que hacía. ¡¡Lo de las ardilla en India es exagerado!! Que cantidad de ardillas y que sociables son. No se sentaron con nosotros a tomar algo yo creo que porque no nos conocían y nos veían forasteros, pero se acercaban y se quedaban mirándonos a menos de un metro. Antes de salir del recinto nos pasaríamos a ver la tumba y mezquita de Isa Khan, que aunque es más pequeña que la de Humayun, bien merece un paseo sobre el muro que lo rodea, donde vimos un campamento de niños al otro lado y paralizaron todo para saludarnos.
Salimos fuera y nos sentamos en el césped del parque para ver como jugaban al cricket unos chavales. Yo realmente no sabía muy bien que es lo que tenían que hacer y lo comparaba todo el rato con el béisbol, pero por lo que vi tienen bastantes diferencias. Una niña nos vio a lo lejos y nos dimos cuenta que su padre la empezó a hablar al oído. Al padre le toca batear y la niña se acercó hasta sentarse con nosotros.
La saludamos pero la niña era muy tímida y bajó la mirada. Simplemente quería sentarse junto a nosotros. La pregunté por su nombre pero no abrió la boca para nada. Al rato se acercó otro niño y luego otro. En cuestión de un momento nos encontramos rodeados de niños y los padres sonreían. No sé por qué, pero la niña me dio su móvil y se alejó. Parecía que quería qué se lo guardara mientras iba a decirle a su padre que había conocido a otras personas que no eran tan morenas como ella. Al rato vino y le di el móvil y ella nos dedicó una sonrisa. ¡Esta sencillez bien vale un viaje a India!
Qué ver en Delhi; el templo de Loto
Más al sur de donde estábamos se encuentra uno de los templos más visitados tanto de Delhi como del mundo. Su arquitectura llama mucho la atención y su forma representa la pureza y la santidad de la tradición hindú. Es el templo de Loto.
Este templo tiene la forma de una flor de loto y desde 1986 cuando fue construido representa la casa de Culto Bahai, destinada a la oración y meditación sin importancia de la religión a la que se pertenezca. Es más conocido como «Lotus Temple» y la religión a la que pertenece, la Bahai, es en una de las pocas religiones a la que encuentro un poco de sentido.
Para empezar voy a dejar claro que yo no creo en Dios y si he sido bautizado o comulgado ha sido más por creencias familiares que por mi apetencia (me imagino que como a muchos). Pero esta religión monoteísta tiene unos ciertos valores que la hacen diferente a las demás, al menos ante mí ignorancia. Digamos a groso modo que es una creencia que hace por unir todas las religiones y a todos los seres humanos sin distinción alguna con el fin de poderse conseguir algún día ser una sociedad mundial y unificada. Por lo que parece se amolda bastante más a los tiempos que vivimos hoy en día, aunque en muchos aspectos discrepo como en los relacionados al sexo, prohibiendo la homosexualidad o las relaciones fuera del matrimonio por ejemplo.
Andando hacia el templo nos dirigíamos juntos hindús, musulmanes y cristianos, la gran mayoría por turismo, y todos nos teníamos que quitar las zapatillas antes de subir hacia los estanques que rodean al templo. Existen nueve puentes para acceder como nueve lados tiene el templo. Las 9 religiones juntas en un solo lugar. Una vez dentro me sorprendió la sencillez aparente contrastándolo con el exterior tan llamativo.
Imagen sacada de www.ejercitodepaz.com
Inmersos dentro de una bóveda de cuarenta metros de altura nos sentamos a escuchar el silencio. Solo se oía el sonido de algún pájaro que se había colado en su interior. En este lugar no encontraremos ninguna imagen, estatua o símbolo para no ofender a ninguna religión.
En el exterior quedan muy bonitas las piscinas alrededor del templo, que los guardas no paraban de decir a la gente que no se metieran… y es que esto indios ven un charco y se ciegan. ¡Solo piensan en meterse en él!
Fuimos a recoger las zapatillas que las dejamos a cambio de una ficha (gratuita) y tras esperarme un poco por educación y con paciencia, tuve que aprovechar mi metro noventa y casi mis cien kilos de peso para hacerme ver entre la marabunta de gente que se apilaba con las manos extendidas y agazapados en la ventanilla. Yo, yo, yo primero, yo primero!!! Me lo pido!!! jejejeje. Me hacen gracia los indios y sus formas para hacer cola y comprar una entrada de lo que sea. Si pasáis por un cine observarlos… no tiene desperdicio.
Qué ver en Delhi; La antigua ciudad islámica de Qutb
A la salida del templo nos pasamos por unos puestos de comida que había enfrente, pero realmente con el calor que hacía lo único que apetecía era beberse toda el agua del mundo. Le pedimos a un conductor de tuk tuk que nos llevara hasta el complejo Qutb y negociamos un precio, pero el hombre nos pidió que si no nos importaba ir primero a una tienda aunque sea sólo para mirar y así llevarse el una pequeña comisión. La sinceridad se premia y accedimos con gusto. La tienda en cuestión no estaba muy lejos de allí y se trataba de telas como la gran mayoría de tiendas de la zona. Dentro de ella al menos se podía estar a gusto con el aire acondicionado y aprovechando que estábamos allí le pedimos que nos sacara unas telas para colgar en la pared de casa. Buscando en el color que queríamos y con detalles de elefantes, al final hicieron negocio con nosotros y nos la llevamos. De vuelta al tuk tuk pusimos rumbo hacia complejo Qutb… o eso es lo que creíamos. A mitad de camino nos dijo el conductor que nos iba a llevar a otra tienda y le respondimos que no (esto sería un no parar si le hacemos caso en todo). El hombre insistió hasta hincharnos las narices. Ya un poco de malas maneras le dijimos que no queríamos ir a ninguna tienda más y ni corto ni perezoso paró el carro y nos dijo que hasta aquí había llegado. ¡¡Será cabrón el tío de los cojones!! Se te quitan las ganas de negociar nada con nadie. En medio de una calle nos dejó tirados y nos pusimos a andar para buscar quién nos llevara, pero antes preguntamos a un chaval para saber a qué distancia quedaría el complejo Qutb para llegar andando hasta allí. Al decirnos que dos kilómetros nos pusimos a negociar con uno y otro pero todos eran cifras estratosféricas por tan solo 2km. El chaval al final nos hizo un favor y negoció uno por nosotros.
En cuestión de un rato nos encontramos ante las puertas de otro monumento patrimonio de la humanidad (otros 250INR).El complejo de Qutb fue la primera ciudad islámica en Delhi situando aquí el centro de la ciudad y construyendo el famoso minarete tras la derrota del último reino hindú de esta ciudad en 1193, aunque dicho minarete no fue acabado hasta el 1311.
Este minarete es grande de narices y ponerte junto a él supone curvarte entero para ver la parte más alta. Mide 73 metros de altura y su base de 15 metros de diámetro se va estrechando hasta llegar a tan solo 2.5 metros en la parte más alta, en cuyo recorrido hasta arriba se encuentran grabados a distintos niveles textos del Corán. Es el minarete más grande del mundo construido en ladrillo, inspirado en el minarete de Jam en Afganistán. Sencillamente es abrumador.
Este minarete forma parte de la mezquita que se encuentra al lado pero fuimos a ver primero la puerta de acceso al complejo que se puso en una de las restauraciones en 1311 llamada Alai Darwaza. Aquí sencillamente nos sentamos y nos pusimos a observar. ¿Observar nosotros? Realmente éramos nosotros los más observados del lugar y la gente, sobre todo los niños, nos pedían permiso para hacerse fotos con nosotros o simplemente te la hacían con su móvil a 2 metros de distancia creyendo que no nos dábamos cuenta. En un libro que leí de una pareja de Barcelona que están dando la vuelta al mundo en una furgoneta pusieron una frase que define a la perfección la situación que vivimos allí; «hello, hello good night, what is your name?» Es la locura. Por primera vez sufrimos el síndrome Copito de Nieve, el extranjero que llega a observar y termina siendo observado. (extracto de «la vuelta al mundo en 10 años. el libro de la independencia«)
Después de un buen rato sentados en Alai Darwaza, fuimos a ver lo que queda de la más antigua mezquita construida en Delhi. Se trata de la mezquita Quwwat-ul-Islam y paseando por las ruinas nos pueden llamar la atención las distintas partes que lo componen. La arquitectura aquí puede llegar a confundir ya que podemos ver tanto arte islámico como hindú y esto se debe a que las columnas utilizadas en su construcción provienen de templos jainistas.
Justo en el centro se encuentra un famoso pilar de hierro que por lo visto trae locos a científicos ya que con sus 1600 años de antigüedad no presenta ningún síntoma de corrosión. Esta columna estaba dedicada al Dios Visnu y es lo único que se ha respetado intacto del antiguo templo hinduista que se encontraba en este lugar. Sobre esta columna cuenta la leyenda que quien la rodee con sus brazos teniendo la espalda apoyada en ella verá cumplidos sus deseos, volvería a pisar India o sería el tío más afortunado del mundo… qué más da… no creo en esas cosas y encima estaba rodeada por una valla para asegurarse que esto no pase.
Detrás de la mezquita se encuentra la tumba del monarca Iltutmish donde puedes quedar alucinado al observar las tallas que se hicieron en sus paredes. Aquí una mujer se apoderó de mi cámara de fotos (literalmente me la quitó de las manos) y nos empezó a hacer una book de fotos pese a que la dije que no queríamos… pero se puso tan pesada que al final cedimos. Le dijimos que ya bastaba (estaba tirando fotos por tirar) y como me presumí, me puso la mano para que le diera dinero… Yo no sé vosotros, pero yo en estos casos que son tan pesados y casi te obligan a hacer las cosas paso de darles nada. Incluso insistió como si le correspondiera pagarle por un trabajo…
Justo al lado de la mezquita se encuentra el minarete llamado Alai Minar el cual lo iniciaron con la intención de supurar en altura al Qutub Minar pero que finalmente se quedaron en tan solo 25 metros. Pero viendo el grosor del primer piso te puedes hacer una idea de la monstruosidad que tenían pensado hacer. Hubiera estado bien que lo hubieran terminado…
Qué ver en Delhi; mercado de Chandni Chowk
Con esto dimos por terminadas las visitas del día y ya con la tarde casi echada fuimos a comer pasadas las 5, y es que este calor quitaba hasta el hambre. Estuvimos por la zona de Connaught Place para luego dirigirnos tranquilamente a Chandni Chowk que nos había gustado mucho.
En esta ocasión preferimos coger el metro para ahorrar tiempo ya que tan solo eran tres paradas y de esta manera comprobábamos si el metro de Delhi es cierto que contrastaba con el resto de la ciudad como nos habían dicho. Cuando entramos al interior de la estación de Rajiv Chowk (en la misma Connaught Place) lo primero que nos sorprendió efectivamente es que no tiene nada que ver con el mundo exterior. Se encontraba limpio y encima el aire acondicionado estaba puesto a tope.
Para comprar los billetes hay que decir a la estación que vas, pues la tarifa varía dependiendo de la distancia. A nosotros tan solo nos costó 10 rupias por pasajero y nos dieron una ficha que la teníamos que utilizar para salir al final. Pero lo que más me llamó la atención sin duda del metro de Delhi es la seguridad que hay, con militares tapados por sacos de arena y ametralladora en mano. Una imagen perfecta para una película de guerra que no me atreví a inmortalizar por si las moscas. En Chandni Chowk fuimos a pasear de nuevo sin un rumbo fijo, simplemente observando y devolviendo saludos.
Puestos de utensilios de cocina, telas, pantalones, calcetines, plátanos… en fin, la gente haciendo vida en la calle. Se nos estaba haciendo tarde y decidimos volver hacia el hotel. ¿Y dónde estamos exactamente? vete tú a saber qué dirección tomar entre este laberinto de calles… Preguntando por la estación de tren de Nueva Delhi dimos con la de Delhi Juntion y proseguimos andando siguiendo las vías del tren. Unos bomberos nos comentaron que nos quedaba un buen camino andando y con la noche echándose encima decidimos pillar una bici para que nos acercara. Pasamos por calles totalmente abarrotadas de gente y las casas en ruinas. La cantidad de polvo que había en el aire era exagerado y el pobre hombre dando pedaleadas. Por fin llegamos al hotel y cenamos tranquilamente allí. Un poco de Internet, una llamadita a casa y a dormirla que al día siguiente al medio día nos iríamos a Varanasi…. !Que ganas de ver aquello¡
La mañana siguiente (31 de mayo 2010) no madrugamos mucho y salimos a dar un paseo despojados de cámaras. Las mochilas las dejamos en el hotel a la espera de regresar sobre las 12 del medio día para ir en dirección al aeropuerto. Por el camino mañanero negociamos con un tuk tuk para que nos llevara al aeropuerto y a la hora acordada estaba esperándonos en la puerta del hotel Ajanta. El hotel nos ofreció un taxi de prepago, pero salía 500 rupias y nosotros ya teníamos negociado por 200, aunque aquí hubo un poco de lío. En los billetes de avión ponía que salía desde el aeropuerto internacional Indira Ghandi, pero como el destino era Varanasi, nos decían que era el aeropuerto de vuelos domésticos. El caso es que el aeropuerto era el internacional, pero tiene una terminal para vuelos domésticos y la distancia entre ellos es considerable. El doméstico está antes que el de salidas internacionales y a nosotros nos cobraron diciendo que era al revés… Un engaño más de los taxistas de Delhi. Para poneros un ejemplo, a la vuelta a España pagamos para ir más lejos 150 rupias… en fin, se va aprendiendo.
Llegada a la tan esperada Benarés
El avión salió con poco más de media hora de retraso y dentro la compañía SpiceJet nos servía agua embotellada gratuitamente. El vuelo duró aproximadamente una hora y media y aterrizó en el aeropuerto de Babatpur que se encuentra a poco menos de 30km de Varanasi. Este aeropuerto me lo esperaba más grande y tras aterrizar vimos que tan solo es un edificio pequeño donde aparca el avión y pasan las maletas por un agujero de la pared que resulta ser la cinta de equipajes y que no medía ni 15 metros. Verdaderamente ridículo para una ciudad de 2 millones de habitantes y tanto turismo.
A la salida empezó la dura pelea para conseguir un buen precio por el taxi. En cuestión de dos segundos nos encontramos rodeados por 15 tíos insistentes ofertándonos precios. Se lo tienen bien estudiado y todos pedían lo mismo. Nuestro afán por intentar sacarlo más barato nos llevó un tiempo e incluso fuimos a ver como estaban los precios de prepago, pero me dio la sensación que allí tenían montado una mafia de mucho cuidado. Vimos como un hombre que nos había dicho un precio, llega hasta la oficina de prepago, borra la cantidad que ponía y puso la que le dio la gana… ¡Ole sus cojones!.. Así que nos tocó pringar.
La dirección a la que nosotros queríamos ir era hacia Assi Ghat para buscar un hotel por esta zona que me habían dicho que era tranquila y muy recomendable. Por el camino pudimos comprobar que no se trata de una leyenda lo de las vacas y por fin aquí las vimos por todas partes. Escuálidas, moribundas, sucias… daba pena verlas. Nos dejaron en la entrada a Assi Ghat y nos pusimos a andar para buscar alojamiento. En un principio miramos en el hotel Temple of Ganges que nos cobraba 25€ en una habitación con aire acondicionado, baño y algún que otro bicho. No estaba del todo mal pero nos quedamos con sabor agridulce. Como ya era tarde le dijimos que nos la quedábamos, pero tras dar una vuelta por la zona mirando hoteles nos ofertaron hospedarnos en el hotel «Palace of Ganges» que estaba muy cerquita y a un paso del río. El precio estoy de acuerdo que era casi el doble, pero no tenía ni punto de comparación el hotel. Por la diferencia de 18€ el día preferimos cambiarnos y estar más a gusto. Nos fuimos a recoger las maletas al otro hotel y tras comprobar el dueño que no habíamos utilizado el baño, nos trasladamos al Palace of Ganges. Con el día casi acabando, nos dio tiempo a bajar al río y ver la pequeña ceremonia que hacen todas las noches. Se nos arrimó un chaval y nos presentamos. Hablaba español para defenderse y empezó a explicarnos en qué consistía esta ceremonia. Me resultó simpático el chaval y empezamos a hablar de nosotros.
Él tenía 18 años y quería ser guía turístico. Por lo visto tenía una novia viviendo en Ámsterdam y que en poco tiempo iría a Europa a visitarla. Nos dio recomendaciones para estar en Varanasi y por último nos comentó que su familia tenía una factoría de seda —vaya… ya salió el tema—. Pero con este chaval (realmente no me acuerdo del nombre) era distinto y le dijimos que iríamos pero en otro momento. Me preguntó que si me gustaba la cerveza y en ese momento se me iluminaron los ojos. La verdad que si me apetecía una cervecita fría y nos llevó por las calles de Varanasi hasta una tienda de bebidas alcohólicas. Le di 100 rupias para que comprara la cerveza y las 20 que sobraban se las quise dar pero no las cogió. Como él no quería cerveza le invitamos a una Pepsi y volvimos andando hacia Assi Ghat. Por lo visto no se puede beber cerveza junto al río y me la tuve que guardar para beberla en la habitación. Eva desconfiaba del chaval pero a mí me daba muy buenas sensaciones. Nos dijo que estaría por esta zona todas las tardes y que seguro nos veríamos, así que nos despedimos hasta más ver.
Cenamos en el hotel unos sándwiches en la terraza con vistas al río que apenas era iluminado por la pequeña luna. Al día siguiente nos levantaríamos a las 5 de la mañana para darnos un paseo en barca por el río Ganges y tirarnos todo el día deambulando por esta increíble ciudad.
Hola Víctor!!
Me alegro de que por fin hayas encontrado en Varanasi las vacas que estabas buscando,jajaja…. Me encantan tus reflexiones y pensamientos en voz alta de todas tus vivencias en el viaje que son muchas. Lo que no me gusta es lo de tener que negociar y regatear a cada paso, me agobia, pero ya sé que allí es así. Qué bueno lo de la cerveza, vamos que si te dejan te tomas una cañita a la orilla del Ganges .
Un beso
La historia de la niña y su móvil es muy graciosa. Aunque yo acabo cansada cuando estoy en sitios en los que llamo la atención, un caso así te deja con una sonrisa.
Muy interesante lo del «lotus temple».
Sin duda lo mejor de nuestro viaje fue Varanasi… no se yo como describire todo lo que sentimos y vimos. Al final si que cansa lo de negociar todo el rato.. y te acaba dando igual pagar un euro mas por las cosas…
La cerveza en el ganges???? lo mejor que podía pasar!!!! con el calor y todo es lo que necesitaba… pero no pude…
Un saludo!!!
Yo estpu de acuerdo, lo peor que llevo es negociar. Es que me agota tanto que al final acabo no comprando nada.
Realmente ha sido muy interesante el relato de Delhi. Me ha gustado mucho el templo con forma de flor de loto y la anecdota de la niña encantadora.
Un beso
Me ha gustado muchísimo el templo de la flor de Loto. Iré, iré 🙂
Un abrazo!
Que hay Victor, vengo del link que pusiste en el Lonely Planet. Me gusta el blog ya que más sincero no puedes ser.
Una pregunta, ¿vale la pena el hotel palace on ganges? Tenemos reserva en otro, el HHI Varanasi, pero nos queda un poco lejos del rio y ahora tengo mis dudas.
Saludos!
Hola tocayo !!
Me ha parecido muy interesante el itinerario del 2º día, vamos que casi que lo voy a copiar el día que vaya, con tú permiso.
Para hacerlo, ¿qué vale más contratar un tuk-tuk que te haga todo el itinerario o ir cogiendo un tuk-tuk diferente en cada sitio ? y a la hora de regatear, si por ejempo te piden 100 rupias, ¿qué hay que ofrecer la mitad o 1/4 de lo que te piden? me acuerdo que en el Cairo habia más o menos un precio en los trayectos cortos si estos eran dentro de la ciudad o del centro a las Pirámides. ¿ pero en la India ?
Gracias. Un abrazo.
Carme… que me estás dando jabón para que??? que esto lo pueden leer niños!!! jejejeje.
Ui, Víctor!
No había visto las actualizaciones! Ya me he leído este capítulo, ahora voy a por el siguiente…
Que guai, eso de conocer a tanta gente. Este chico que se defendía en español, pobre, seguro que era muy simpático. Un muy agradable recuerdo de las primeras horas en la ciudad.
Por cierto, me han entrado unas ganas locas de ir a Delhi!!! Qué pasada el Qutub Minar! No creía que fuera tan grande….
Muy bien relatado todo, Victor! Te doy un 10.
Eyyyyy, lo siento, pero si se monta un transmongoliano, YO VOY! Víctor lo había pensado porque en las entrevistas ha salido más de una vez, a parte tú lo comentatse en Barna.
Tío que yo me apunto!!!!!
Duración del viaje, y cuando. Porque hay que cuadrar fechas. Ay madre que me emociono!!!!!!
Víctor, «darle jabón» a alguien significa algo así como hacerle la pelota, suavizarlo con halagos para conseguir algo, jejejeje
Que me parto de la risa, tú ahí «tó» «mosqueao» mira que si entra Eva y lo lee, en menudo follón me meto yo sola, jajajajaja
«Si sigo en el kurro» uf, qué mal suena eso Víctor…