Split y su antigua ciudad romana de Salona

Desde Mostar salimos dirección a Split viendo toda la costa de Makarska que me resultó de lo más bonita, con montañas imponentes a un lado y el mar con sus islas al otro. Sabíamos que no íbamos a llegar pronto, así que decidimos pararnos a unos 50 km de la ciudad de Split para buscar dónde dormir, más o menos por la zona de Brela. Nos paramos en un apartamento que estaba en la misma carretera y en el que ponía habitaciones por 10 € persona. Preguntamos y nos dijo que las de 10 € estaban ocupadas todas (cierto, porque había luz en todas las de arriba) pero nos ofreció la que le quedaba libre por 30 € los dos. Era una que estaba abajo y que realmente estaba muy bien. Dos habitaciones (el apartamento era para 4), baño completo, aire acondicionado, TV por cable y una cocina dentro del pequeño salón. Le dijimos que nos la quedábamos porque de lo tarde que era no íbamos a encontrar mucho más. Nos instalamos y cenamos.

Ciudad romana de Salona en Split

Después de levantarnos continuamos dirección a Split y por el camino vimos el desvío de Solin o Salona, la antigua ciudad romana que es el principal yacimiento arqueológico romano de Croacia, así que nos fuimos lo primero a visitarlo. Llegamos y dejamos el coche en el aparcamiento (en medio del campo) y nos metimos dentro. Empezamos a ver ruinas y columnas por todas partes y llegamos a pensar que la entrada era gratuita.

Salona, Split

Pero un poco más adelante vimos a un hombre con una sombrilla y unos catálogos. Vimos una excursión multitudinaria de personas y decidimos meternos en el mogollón a ver si colaba y el muy cabrón nos había echado el ojo desde el principio y nos dijo ya casi pasado el chiringuito que teníamos que pagar. La entrada valía unas 20 kunas (las kunas peores gastadas de todo el viaje). Entramos hacia dentro y empezamos a ver ruinas…. ¡Pero qué ruinas!

Salona, Split

El principio no estaba mal porque al menos te podías hacer una idea de lo que era. La verdad que lo que más me interesaba era ver el anfiteatro y nos pusimos a buscarlo, ¿pero cómo lo buscábamos? No veíamos señales de dirección por ningún sitio. Empezamos a andar y nos metimos entre los huertos de la gente que estaban trabajando recogiendo pepinos y tomates. Pensamos que nos habíamos confundido y nos volvimos para atrás. Caminamos hacia otro lado y nada de ruinas, nada más que huertos y la gente con su coche para llevarse la recolección. Estábamos flipando… Nos metimos por un camino que hay casi al principio del yacimiento y de repente vimos un cartel que indicaba hacia el anfiteatro. Seguimos andando y vimos un pueblecito al fondo. Ya empezábamos a creer que era de coña. Pasamos unas naves y justo antes de llegar al pueblo vimos el anfiteatro romano.

Salona, Split

¡No me lo podía creer! Está justo al lado de las casas de la gente y encima estaba todo fatal cuidado. Se ve que hacen botellones en las ruinas y estaba lleno de botellas y basura en general, incluso los restos de una hoguera que hicieron entre las ruinas de «el mayor yacimiento arqueológico de Croacia» (entiéndase la ironía). ¡¡VAYA MIERDA!! ¿Y por esto me cobran casi 3 €? ¿¡Pero si la gente se pasaba sin ningún problema con sus motos hacia el yacimiento!? El caso es que le hice la foto de rigor al anfiteatro (buscando el ángulo para no sacar toda la mierda), y nos fuimos hacia la salida con una sensación de panolis y un calor que hacía, que más nos hubiera merecido la pena irnos a la playa en vez de ir a ver estas auténticas ruinas.

Paseando en Split por un antiguo palacio romano

Después de Salona nos dirigimos hacia Split para ver su antiguo Palacio del emperador Diocleciano. Aparcamos en el aparcamiento que está en el mismo paseo marítimo frente al palacio y nos adentramos en sus calles. Realmente lo que dice la gente de que es un sitio que defrauda, en parte es verdad, porque en sí Split es una gran ciudad y el palacio es lo único que llama la atención, pero con un breve paseo te lo recorres por completo. En general es más de lo mismo. Edificios de piedra y callejuelas estrechas, y entre sus callejuelas, mogollón de gente y muchos restaurantes tipo pizzas y comida rápida.

Lo más interesante es pensar que todo esto fue un antiguo palacio de un emperador y que poco a poco fue ocupado por la gente en su interior. Llama la atención alguna estatuilla en las fachadas y algún reloj.

Palacio del emperador Diocleciano, Split

La parte más interesante es donde se encuentra la Catedral de San Domnius y el Templo de Júpiter, Pero para chasco nuestro lo vimos todo lleno de cables y con un escenario puesto. Justo el día anterior vimos por la tele como celebraban miles de personas las medallas olímpicas de algunos croatas justo en el templo de Júpiter, así que ya sabíamos que nos lo íbamos a encontrar así.

Templo de Júpiter, Palacio del emperador Diocleciano, Split

Templo de Júpiter, Palacio del emperador Diocleciano, Split

Nos fuimos hacia la catedral y nos encontramos con tres precios. Aquí te cobran por entrar a la catedral, para visitar la cripta y para subir al campanario. Ya sí que flipamos, así que decidimos visitar el campanario y el resto ya lo veríamos por Internet (¡Es que te cobran por todo!). Empezamos a subir por el campanario y llegamos a la cima para observar lo que ya sabíamos. Que Split no tiene mucha más cosa que ver, salvo el antiguo palacio en el que nos encontrábamos. Os voy a dejar algunas fotos del campanario.

Catedral, Palacio del emperador Diocleciano, Split

Catedral, Palacio del emperador Diocleciano, Split

Catedral, Palacio del emperador Diocleciano, Split

Catedral, Palacio del emperador Diocleciano, Split

Bajamos y nos fuimos a comer unas pizzas en una terraza que estaba en una callejuela. Pudimos descansar del calor que hacía, ya que tenían la terraza cubierta de ramas y se estaba de lujo. Terminamos de comer y nos fuimos hacia fuera para coger el coche y marcharnos hacia Trogir. En el paseo marítimo nos hicimos las últimas fotos de una decepcionante Split y de la visita también a Salona (Vaya día…).

Palacio del emperador Diocleciano, Split

Palacio del emperador Diocleciano, Split

Ya en Trogir pillamos una habitación y nos fuimos a dar un baño a una playa cercana para quitarnos el mal sabor de boca que nos había dejado la ciudad de Split.

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

2 Respuestas a Split y su antigua ciudad romana de Salona

  1. A nosotros, sin embargo, nos fascinó Split…

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