La colina de las cruces: La persistencia de las raices lituanas.

Existen ciertas tradiciones en el mundo que pese a los avances tecnológicos y el paso de generaciones aún siguen conservándose en cierta medida. No suelen ser costumbres mayoritarias, pero sí que son importantes para la identidad de una nación, un pueblo o una comunidad y pese a que muchas de ellas no son rentables económicamente, hoy en día se siguen realizando por motivo emocional y por su significado para esa comunidad concreta. En Lituania esta costumbre son las cruces, tanto su creación artesanal como el proceso posterior de consagración y utilización de este emblema religioso en diferentes rituales. Pero con el paso de los años la cruz ha llegado a convertirse en Lituania en una alegoría de la libertad, un símbolo de la sublevación del pueblo contra la opresión del Imperio Ruso y posterior régimen comunista de la URSS.

La colina de las cruces

Padre e hija se disponen a clavar una cruz en la colina de las cruces.

Hace ya dos siglos, en un lugar cercano a la frontera con Letonia, la gente comenzó a clavar cruces en memoria de los caídos durante los movimientos independentistas de 1836 y 1863 contra el Ejercito Imperial Ruso. Hoy esta colina de las cruces se ha convertido en un emblema nacional, un símbolo por la libertad del pueblo lituano y su religiosidad —vetada durante décadas por los soviéticos— con cientos de miles de crucifijos amontonados en aproximadamente 5.000 m².

La colina de las cruces

La colina de las cruces de Lituania

Nuestro viaje por las antiguas Repúblicas Bálticas iba llegando a su fin. Con el coche atravesaríamos la última frontera de los tres países que visitamos en este viaje y nos encaminamos hacía la recta final. Tras los antiguos puestos fronterizos que separaban Letonia de Lituania sólo nos quedaban por recorrer aproximadamente 50 kilómetros para llegar a nuestro primer destino en este país, a la colina de las cruces cual peregrinos yendo a La Meca. Para mí fue algo parecido a eso, una peregrinación, ya que desde que supe que iba a estar por estas tierras tuve en mente de forma invariable conocer este lugar.

La colina de las cruces

Cuando llegamos con el coche pasamos de largo el aparcamiento principal —el cuál es de pago— y proseguimos por la misma carretera unos pocos metros más hasta un aparcamiento gratuito situado junto a una iglesia. Desde allí, «por la puerta de atrás», accedimos a la colina y he de decir que mi primera impresión al verla fue un poco decepcionante. No me pareció tan grande a como me la había imaginado. La colina es realmente pequeña. Pero esa primera sensación desapareció por completo nada más llegar a sus pies y comenzar a subir entre miles y miles de crucifijos. Cruces de todos los tamaños, grandes, pequeñas, de hierro, de madera o incluso dos ramas cruzadas y atadas por un cordel. Todo vale. Incluso rosarios, vírgenes o estampitas.

La colina de las cruces

La colina de las cruces

Andar por aquel laberíntico lugar es posible gracias a unos senderos abiertos entre las cruces, lo cual al hacerlo te crea una sensación surrealista de la vida. Un centro ceremonial lleno de misticismo que te arroba durante el tiempo que permaneces allí dentro.

La colina de las cruces

La colina de las cruces

Muchas de las últimas cruces puestas, las más pequeñas de madera que se ven colgadas sobre los crucifijos más grandes, son en la gran mayoría traídas por los turistas que llegamos hasta allí cada año.

Las cruces más antiguas que podremos ver allí serán como máximo de 1985, fecha en la que el gobierno comunista comenzó a ser permisivo con este lugar. Pero hasta esa fecha el régimen comunista nunca permitió que el pueblo lituano depositara allí ninguna cruz y para ello destrozaban la colina una y otra vez, ya sea quemándola o haciéndola desaparecer literalmente con máquinas topadoras reprimiendo de esta manera a un pueblo tradicionalmente religioso. Pero el orgullo patrio y la fe de los lituanos siempre movió montañas —y nunca mejor dicho— y estos, cada vez que la colina era destruida, volvían a escondidas a colocar más cruces una y otra vez.

La colina de las cruces

Por su historia, la colina de las cruces de Lituania es más que un lugar de devoción religiosa. Es el emplazamiento donde cientos de miles de personas demostraron su lealtad a su religión y defendieron sus raíces cara a cara contra un régimen opresor. Cada cruz, cada estampita o cada rosario que vemos ahora perpetuos en esta colina representan la esperanza de cada una de esas personas que defendieron su libertad. Así nació este lugar y así seguirá siendo pese al turismo que reciba.

La colina de las cruces

La colina de las cruces

La colina de las cruces

Hoy en día esta colina se ha convertido en un túmulo donde se entierra el pasado y descansan las almas de los que lucharon por la independencia de Lituana, pero sobre todo, hoy en día es un lugar de ofrendas donde las familias lituanas se congregan y dejan su presente en forma de cruz a cambio de esperanza, ya sea por el nacimiento de un hijo u otro acontecimiento familiar importante.

La colina de las cruces

A nosotros no nos dejó indiferente la visita. Seas religioso o no, este lugar te descuadrará. Te hipnotizará. Te desorientará. Un lugar que recomiendo sin duda conocer.

Dicen que el mejor momento para visitarla es por la noche, cuando la oscuridad y la luna siembran la colina de sombras y el viento de la noche hace susurrar las miles de cruces al chocar entre ellas. Nosotros la visitamos por la mañana, pero si algún día vuelvo, no dudaré en pernoctar una noche cerca para poder acercarme a comprobarlo.




Victor del Pozo

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

22 Respuestas a La colina de las cruces: La persistencia de las raices lituanas.

  1. Creo que ya te dije en algún otro momento. Es una pasada éste lugar!!!! Ya lo tengo guardado para visitarlo en algún momento que vaya por esas tierras.

    Saludos!!!!!

  2. Carol dice:

    Curioso lugar. No sabía que existía algo así, pero si algún día voy a Lituania creo que es visita obligada. Gracias por la entrada, unas fotos buenísimas. Por cierto, ¿qué es lo que suena en el vídeo?

    ¡Un abrazo!

    • Víctor del Pozo dice:

      Buenas Carol! Lo que se escucha en el video son los crucifijos chocando unos con otros por el viento, pero en el video hay trampa… Cuando yo fui no hacía viento y no se escuchaba, pero es una característica muy peculiar del lugar y quise ambientar el video. El sonido lo saqué de un video de Lonely Planet en el que aparece…

      Un abrazo!

  3. El Da, dice:

    La verdad q todos al principio dijimos, y esto? No parecia nada grande pero luego no eramos capaces de encontrarnos y eso q eramos 6. Muy bueno el lugar y mejor aun lo comida q nos pegamos. Va llegando el final del viaje, un abrazo

  4. Babyboom dice:

    Un lugar muy curioso y que me encantaría conocer algún día, eso sí, de día como hicistes tu, jejejeje. Un abrazo!!!! 😉

    • Víctor del Pozo dice:

      Pues organizamos una quedada Globellers en Lituania… aunque de ir de día sólo nada… por la noche nos acercamos también. Tu no tengas miedo porque la vieja del visillo siempre nos protegerá jajajajaja

  5. Recargado hasta decir basta, pero a la vez curioso, cuando vayas a Japón te darás cuenta que allí hay una costumbre similar, pero con los torii, en algunas zonas hay montañas de ellos, especialmente en Inari 😀

    ¡Saludotes!

  6. Carmen dice:

    Sin palabras, ¡qué pasada! Y buenísimas fotos (también hay que decir que el lugar es bien fotogénico) Y yo que no sabía nada de esta colina… ¡gracias por descubrírmelo!

    ¡Un abrazo, Víctor!

    • Víctor del Pozo dice:

      Ya te digo que si es fotogénico… Un apasasionado de la cámara se puede tirar allí todo el día. Por la noche tienen que salir unas fotos increibles…

      Un abrazo!

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  8. Para mi fue, junto a Trakai, lo que más me gustó de Lituania. Tengo pendiente dedicarle un post, pero tus fotos son preciosas.
    Saludos Víctor!

    • Víctor del Pozo dice:

      Desde luego son los dos lugares por excelencia del país, aunque Vilna me gustó mucho también, pero con lo friki que soy yo esta colina me encantó!!! jejejeje..

      Un abrazo!

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  11. Impresionante lugar … pero de verdad … … sólo por ver ésto, iría hoy mismo a Lituania.

    • Víctor dice:

      Son de esas cosas curiosas que hay por el mundo… las tipicas fotos de lugares sorprendentes que te preguntas donde estarán… Pero además es que este punto fue un lugar marcado en la historia del país, asi que ya su interés parte de eso.

  12. Alfonso dice:

    Impactante. Un lugar cargado de un especial misticismo difícil de explicar. Estuve el 17 de enero. Además por la época en la que estamos creo que le da mayor singularidad. Todo lleno de nieve, el rio que lo rodea helado…. Un sitio especial.
    Tengo fotos del lugar en esta época, algo que no he encontrado en ninguna pagina. Seguro que te gustaran.
    Ah y ante todo, gracias por esa información que vas compartiendo.
    Un saludo

    • Víctor dice:

      Buenas Alfonso! Desde luego que es un lugar que llama la atención, y una vez que se está allí te das cuenta de por qué.

      Pues si tienes algún sitio en la web donde poder ver las fotos ponlo por aquí las vemos!

      Un saludo!

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