Año nuevo Londres y nosotros en la ciudad. Una de las cosas que se pueden hacer este día es acudir a la cabalgata del gran desfile de año nuevo.
Camino al Buckingham Palace
El día no podía estar mejor. Un Sol asombroso sin prácticamente nubes en el cielo aunque con frío, eso sí. La sorpresa de tener este buen día nos levantó el ánimo y nos pusimos tempranito en pie. Para situarnos al rededor del recorrido del desfile de año nuevo en Londres fuimos a visitar el Buckingham Palace, hoy más tranquilos y con Sol. Empezamos la mañana en Piccadilly y de allí bajamos hacia Trafalgar Square. Todo estaba ya preparado para el gran desfile y las calles se encontraban libres del tráfico.
Tocando las narices a Napoleón recorrimos The Mall. Los árboles ausentes de hojas y los mástiles sin banderas dejaban a la vista ver más allá y fijarnos en el parque San´t James. Al fondo, el memorial de la reina Victoria se erige en medio de una plaza quitando protagonismo al palacio. Los guardias reales, inmóviles, parecían estrellas del rock. Todo el mundo mantiene la espera para ver algún movimiento de ellos. Esta gente con vestimenta famosa, más en verano con el rojo que ahora en invierno, no son policías cualesquiera. Son guardias reales que han tenido que tener una preparación exhaustiva y que de hecho, son militares que están en la élite del ejército británico preparados para misiones especiales. Pero bueno… allí estábamos como cualquier turista más esperando a que hicieran algo. Y es que con este frío no pueden tardar mucho en moverse o se quedaban pajaritos allí.
Aprovechamos el buen día y paseamos por el parque de San´t James a orillas del lago. Cisnes, patos y mogollón de ardillas se acercaban a saludar y a mendigar un poco de pan.
El desfile de año nuevo en Londres; London Parade
Nos fuimos hacia Trafalgar Square para ir cogiendo posición y poder ver algo del desfile de año nuevo. La plaza se encontraba llena de gente, pero las vallas que limitaban el recorrido no estaban masificadas todavía. La gente se saludaba y felicitaba el nuevo año como si no hubiera un mañana. Los policías paseaban con sus caballos y la gente les aclamaba mientras que ellos sonreían y saludaban agitando las manos. Todavía no había empezado el desfile pero lo parecía. Los agentes se iban posicionando junto a las vallas y hablaban con la gente amablemente. Es una grata sorpresa encontrarte autoridades con esta simpatía. La gente se preparaba para recibir las carrozas y a los grupos participantes en el desfile. Desde 1987 que se celebró el primero, este ha ido creciendo hasta llegar a ser uno de los desfiles de año nuevo más grandes del mundo.
Uno de los fines de este espectáculo es recaudar fondos para distintas organizaciones solidarias y durante el recorrido los participantes van pasando con unos cubos enormes donde la gente les tira monedas y billetes. Majorette, músicos, orquestas y malabaristas desfilan entreteniendo a los presentes. Varios clubes de todo tipo hacen presencia exhibiendo sus bicis, coches o trenes, mientras que algunas carrozas tiran algunos caramelos.
Paseando por el famoso barrio de Notthing Hill
El desfile se hacía interminable y decidimos que ya íbamos servidos ya que teníamos que aprovechar el día en visitar más cosas. Aprovechando que había un Tesco en Trafalgar Square compramos unos platos de pasta fría y nos los comimos sentados en uno de los bancos de la plaza. En el metro nos fuimos directamente hacia Kensington y Chelsea donde nuestra primera parada seria el famoso distrito de Notthing Hill.
Daba gusto salir del bullicio del centro y encontrarte con una zona tranquila. Al estar en una colina (como su propio nombre indica), la noche pasada debió nevar más y los coches todavía tenían una pequeña capa de nieve y los parques se tiñeron parcialmente de blanco. Callejeando entre sus edificios victorianos te puedes dar cuenta de que se trata de un barrio pudiente, más famoso aún a partir de que Hugh Grant y Julia Roberts protagonizaran la famosa película de mismo nombre.
En verano se vive en el barrio uno de los carnavales más famosos del mundo cuyas calles se cubren de colorido caribeño. Esta tradición de celebrar por todo lo alto el carnaval viene desde hace varias décadas con el fin de unir a los habitantes del barrio y dejar de lado el racismo hacia los nuevos inquilinos caribeños. Pero lo más famoso del lugar es el mercado de Portobello. Con plano en mano encontramos fácilmente la calle que da nombre al mercado, Portobello Road y las típicas casas de colores hicieron acto de presencia.
En una de ellas vimos la placa que nos recuerda el lugar donde vivió sus años mozos el novelista George Orwell. A partir de este punto la calle se va llenando de anticuarios, entre los que esta la tienda Portobello Arcade identificada con una tetera gigante y donde la familia Clinton se tomó un piscolabis allá por el año 2000. Los precios en muchos casos se nos salían del presupuesto, pero seguro que podréis encontrar algo asequible para llevaros de recuerdo.
Holland Park: Un bonito parque de Londres
Nos dejamos llevar y anduvimos por las calles sin un rumbo fijo hasta que decidimos coger un autobús que nos llevara cerca de Holland Park para visitar este pequeño parque. Mucho más arbolado que el famoso Hyde Park, el parque nos puede desplazar mentalmente fuera de la ciudad y sentir que estamos inmersos en un pequeño bosque. Estos jardines pertenecieron a Holland House, una de las mansiones más majestuosas de Londres y en su interior puedes cruzarte con fauna tal como pavos reales y ardillas. Con aspecto romántico y solitario en un día frío, anduvimos hasta llegar al jardín japonés, creado para el festival de Japón celebrado en Londres en 1991.
Chelsea de una pasada
A la salida del parque buscamos una boca de metro para desplazarnos al cercano barrio de Chelsea para pasear de noche por él y tomarnos algo en uno de sus cafés. Enfilando King´s Road y aledaños nos encontramos con un barrio tranquilísimo lleno de tiendas de marca, coches caros y casas-loft que dejaban ver a través de sus grandes ventanas un interior moderno en contraste con su victoriana fachada. En una de estas casas vivió Bram Stoker como bien decía la placa situada en la fachada. Hay que ver que frikis llegamos a ser fotografiando esto en plena noche, con un flash del carajo y haciendo que la familia se asomase a la ventana para ver qué es lo que había pasado…
Cansados de andar con este frío paramos a tomarnos un chocolate caliente y retomar fuerzas ya que todavía quedarían cosas que hacer en esta tarde noche.
Monumentos de Londres iluminados
Como era la última noche que estaríamos en Londres fuimos a ver algunos de los monumentos más famosos iluminados, empezando por el que teníamos pendiente del día anterior. El Tower Bridge. En metro nos desplazamos hasta Tower Hill para tener las vistas de la torre y del puente. Si de día me encantó, ahora de noche no tengo palabras. Una luna llena adornaba el cielo de Londres y el fabuloso puente de aspecto medieval.
Para acabar con los monumentos famosos iluminados, fuimos hacia Westminster Bridge y vimos el parlamento, el Big ben y la noria iluminados. Con menos vida que la noche pasada pero con mucho más encanto, nos despedimos de la noche londinense hasta más ver.
Jjajajajajajajaja ole con se soldado de la guardia real!!!! Lo que me he reído madre mía, jejejejeje Qué punto más bueno Víctor.
Un abrazo,
Carme
Hola carme!! jejeje… nos pasamos un buen rato alli… ARRIQUI TAU TAU TAU!!! jejejee.. Un saludo Carme!! y a ver cuando nos vemos!
Besos!
Enhorabuena tío !!!!. Ya has conseguido que aparezcan correctamente los feeds del blog. Ya estás en mi igoogle.
Que chulas las fotos nocturnas de Londres! Y que wais el paseo por Portobello Road… Ains, ya tengo ganas de leer que hicisteis al día siguiente…
Saludos!
Que buenas fotos Victor, que camara tienes?? Me trajeron los reyes una Canon Eos 450D y estoy como un chikillo con ella. Enhorabuena.
Pues la verdad es que las fotos son impresionantes. Muy buen control de la exposición y unos 28 mm de lujo para la Fuji. Solo deseo que nunca te pilles una reflex, porque me vas a hundir en la miseria. :-DDDD