Excursión desde Ámsterdam: Volendam, Marken y Zaanse Schans y vuelta a casa

Este día nos levantamos y vimos que hacía un día estupendo. De los mejores que nos hizo en todo el viaje. Dormimos poco, pero preferimos madrugar porque si no se llenan los baños y la gente los deja hechos un asco. Quisiera comentar una curiosidad de los baños. A todas horas están encendidas unas luces azul fluorescente que son una rayada. Están encendidas día y noche por el motivo que os dije al llegar a Ámsterdam… que este camping está lleno de fumaos. Y para que no se queden en los baños para meterse “pal” cuerpo lo que fuese, las dejan encendidas porque son molestas de verdad y acaban mareándote y más si estás colocado.

Bueno… como todas las mañanas, nos cogimos la comida y algo de abrigo por si acaso y nos fuimos a hacer una excursión desde Ámsterdam rumbo a Volendam.

Excursión desde Ámsterdam; Volendam y Marken

Volendam es un pueblo muy tranquilo que se encuentra a pocos kilómetros al norte de Ámsterdam. Es el típico pueblo con sus casas verdes y tejados característicos de postal.

Cuando llegamos nos encontramos con un mercado de chuces y nos tuvimos que comprar un par de bolsas. Me quedé sorprendido con el precio. ¡¡La bolsa a 1€!!

Volendam, Holanda

Después seguimos paseando hasta el mar donde nos topamos con una playa minúscula y muy coqueta.

Volendam, Holanda

En Holanda en general, pero especialmente aquí, vi mogollón de puestos de patatas fritas por todos los lados. La verdad es que no sabía que eran tan típicas por aquí. Nos paseamos por la calle principal y nos compramos una campana de estas que se cuelgan en las puertas (hay esta tirada… dichosos recuerdos). Nos sentamos a tomar una cervecita al lado del puerto a relajarnos y a disfrutar del día que nos estaba haciendo.

Volendam, Holanda

La verdad que el pueblo es bonito, pero también es muy turístico y pierde un poco su encanto. Terminamos paseando por entre las calles viendo esas casas de dibujos animados con mini canales entre ellas.

Volendam, Holanda

Del mismo puerto de Volendam salen barcos que te llevan hasta Marken. En nuestro caso no tuvimos que coger ninguno y fuimos dando un paseo con el coche tranquilamente observando el paisaje y parando en algún mirador con vistas al lago Gouwzee.

Volendam, Holanda

Para llegar hasta Marken hay que atravesar un dique y al final te encuentras con la sorpresa. Automáticamente te meten en un parking que tienes que pagar. No recuerdo cuanto era (no mucho 2 o 3 euros) pero le quitó un poco el encanto ya que no resultaba muy natural llegar así a un pueblo pequeño. Aparcamos y nada más entrar a Marken empezamos a flipar con lo típico que era todo, que hasta llegamos a pensar que todo estaba preparado (hombre… en parte sí). Pero ya vimos a la gente salir y tender la ropa recién lavada a los jardines de sus casas y vimos que no, que la gente vive aquí normal y corriente.

Otra cosa que me extrañó mucho que vi ya en Volendam pero que aquí era exagerado es que tienen que tener algún tipo de pacto con Spiderman para no matar ni destruir ninguna tela de araña…. para muestra un botón…

Marken, Holanda

La gente tenían auténticas mansiones de araña en sus jardines ¿por qué no las limpian? ¿Hay invasión de mosquitos? No quiero comentar el problema que tengo yo con estos bichos de ocho patas descendientes de satanás… ufffff

Marken es un pueblo típico pesquero, encantador y muyyy tranquilo. Te lo recorres en un ratito y nosotros acabamos en el puerto dando un paseo viendo los barcos. Jo… qué envidia. Vimos aparecer una lanchita que vendrían de dar un paseo por el mar, tope de relajados y nosotros sentados en la orilla del agua con las piernas colgadas con ganas de montar en uno y perdernos mar a dentro.

Marken, Holanda

Después nos volvimos otra vez para atrás y nos paramos en un puesto que hay en el mismo puerto de pescado fresco. Tenían muchas cosas como sándwiches de varias clases de pescado, frito y pinchos diversos. Yo me compré uno que no sabía muy bien que pescado era pero la pinta estaba cojonuda y claro está, repetí. Seguimos dando un paseo viendo estas casas y jardines tan pintorescos con sus canales y arácnidos.

Marken, Holanda

Marken, Holanda

El Pueblo, aunque se vea que esta muy ambientado para el turismo, merece la pena y más aún si ya estás en Volendam.

Típicos molinos de Holanda en Zaanse Schans

Ya después de pasar una mañana muy agradable y tranquila nos dispusimos a atravesar de nuevo el dique para apresurarnos a ir al pueblo de los molinos llamado Zaanse Schans. Para llegar a él pasamos por los típicos paisajes holandeses, muy llanos, llenos de canales y puentes levadizos sobre algún río. Dio la casualidad que nos tuvimos que parar en dos de ellos para que pasaran dos veces los mismos barcos… y es que tienes que parar hasta el motor del coche… ¡Se hace eterno esperar a que pasen! Y para colmo, como si no hubiera perdido ya tiempo en esperar a que pasen los barquitos, un paso a nivel para pasar un tren. Todavía no habíamos comido y ya teníamos un hambre que «pa qué»… así que en el mismo aparcamiento, al lado de otros que estaban en una caravana haciendo lo mismo (nosotros sentados en el maletero del coche), cogimos nuestro Campingaz y a calentarnos unos tortellini que nos sentaron de vicio. Una vez terminado, nos fuimos para dentro, pero no al museo, sino para la zona donde se encuentra el pueblo.

Zaanse Schans, Holanda

En este lugar vas caminando por un sendero hasta que llegas a una fábrica de quesos donde me acoplé con unos chinos a escuchar la explicación… (Sin comentarios…). Ves como elaboran los quesos y se me empezó a hacer la boca agua. El caso es que ya dentro tienes para comprar muchos quesos y ¡encima los puedes probar! Esta es la mía… me faltaba el vino. Que ricos que están. Seguimos, y lo siguiente ya es relajación.

Zaanse Schans, Holanda

Te das un paseo a orillas del río viendo el paisaje y la tranquilidad que se respira… y la verdad que son una preciosidad estos molinos.

Zaanse Schans, Holanda

Estos molinos siguen utilizándose y la gente sigue viviendo en estas casas pese al turismo y con sus grandes amigas las arañas…

Zaanse Schans, Holanda

Recuerdos de la séptica copa de Europa

Se nos estaba echando la tarde encima y yo quería visitar el Ámsterdam Arena, que para los que no sean entendidos del fútbol, es el estadio donde el Real Madrid gano la 7ª! oe oe oe oeeee… Bueno, también es el estadio del Ajax… pero eso a mi me daba igual 😛. La verdad es que el estadio es muy chulo y es como me lo esperaba (vamos… ¿Por qué va a ser distinto a las fotos?, es como una nave espacial), pero me quedé con las ganas de poder verlo por dentro porque justo ese día jugaban la final de la copa de Holanda, lo que aquí viene siendo la copa de España, que jugaban el campeón de liga contra el campeón de copa. Me querían vender entradas los reventas por 50 euros, pero iba a ser que no. Entonces me conformé con entrar en la tienda y verlo por los alrededores. Aunque he de decir que estuve negociando poder entrar a una grada con una chica que estaba en la puerta, que muy simpática ella y en español, me explicó ¡qué ni de coña! Pero bueno… me quedo con el recuerdo de haber estado allí y poder hacer alguna foto.

Ámsterdam Arena

Ámsterdam Arena

Vuelta a casa con parada en Luxemburgo

Pues ya llegó el día que nos teníamos que dar la vuelta en dirección a España y la verdad que estábamos cansados de dormir en tienda de campaña y con la casa a cuestas todo el rato (teniendo en cuenta que nuestra casa era un Citroën Xsara… no una flamante autocaravana). Esa Mañana nos quedó pendiente ir a comprar unos quesos para llevárnoslos, en especial uno de color verde que estaba cojonudo que tenía un sabor muy fresco y para no ser fuerte a mí me encantaba.
Para no perder mucho tiempo, recogimos todo y me emprendí a una aventura como la de conducir un coche por el centro de Ámsterdam. ¡Dios qué horror! No sabía por dónde me venían las bicis, los coches, y lo peor de todo… los tranvías. Que si se abre el semáforo para mí, pero sigue abierto el de las bicis, pero ten cuidado con los peatones y ahora que viene un tranvía de frente y de repente un estruendo que no sabía por dónde venía y me quedé parado asustado… (Menos mal que solo venían bicis detrás de mí) y era la bocina de un barco que pasaba al lado mío. En fin… que después de pasar 3 veces por el mismo sitio pude centrarme y aparcar cerca de la zona donde vimos la tienda de quesos y ya por fin lo compramos.
Ya con nuestro queso entre los brazos, decidimos marcharnos de Ámsterdam y con la intención de no parar nada más que para comer. Y eso hicimos, atravesamos toda Holanda y nos adentramos en Luxemburgo que fue donde paramos para comer en el valle del río Petrusse para ver la catedral y poco más.

Luxemburgo

Luxemburgo

Terminamos de comer nuestro bocata y continuamos bajando Francia hacia España. En Lyon nos cayó una trompa de agua para habernos ahogado. Proseguimos y se nos hizo de noche en Montpellier, así que paramos, cenamos en un área de descanso y a dormir en el coche otra vez (un poco hasta los huevos ya… ¡Pero éramos jóvenes!
Al día siguiente fuimos del tirón hasta Gandía para podernos bañar una mañana y ver a un amigo que estaba allí. Un dato muy importante, son los peajes en nuestro país. Pagué lo mismo en ir de Cataluña a Gandía que de Ámsterdam a España… una vergüenza….

Este es el final de un viaje increíble y que seguro volveremos a repetir por alguna parte más de Europa. En total nos pudimos gastar entre los dos unos 1200 o 1300 euros, lo cual entraba dentro de nuestras posibilidades, pero lo más valioso es que nos lo pasamos genial y conocimos muchos lugares.

Víctor del Pozo

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

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