Lago Titicaca. Visita al circo de las islas flotantes de los Uros

Tras una noche entera en un bus de la compañía Huayruro Tours (25 soles Cuzco-Puno) y habiendo descansado mejor de lo que me esperaba, llegamos a la estación de autobuses de Puno cuando aún no se había levantado ni el primer oficinista de turno. Pero poco tardamos en empezar a escuchar los gritos a diestro y siniestro de los comerciales que ofrecían billetes de autobús a Arequipa… ¡Arequiiiiiipaaaa, Arequipa, Arequipa, quipa, pa…! Y poco tardamos también en empezar a recibir las primeras ofertas para hacer una excursión por el lago Titicaca. Esto es precisamente lo único que teníamos en mente hacer en esta parte del Perú. No teníamos ni pensado ver Puno y nos adentraríamos lo antes posible en las elevadas aguas del mítico lago Titicaca donde nuestra primera parada sería en las famosas islas flotantes de los Uros.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

La verdad que no miramos en muchas agencias. La primera que nos ofreció un tour y que nos dio confianza y un precio razonable (tras negociarlo un poco… aunque no recuerdo el precio…) lo reservamos y esperamos en la estación de autobuses hasta la hora de ir hacia el puerto de Puno. El plan era el siguiente. Salir con un barco hacia las islas flotantes de los Uros y después hacer un tour por las islas de Amantani y Taquile en dos días. Pero ahora me voy a centrar tan solo en la primera parte de esta excursión. En la visita a las islas flotantes de los Uros y criticar un poco el circo que tienen allí montado.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Puerto de Puno

Las islas flotantes de los Uros en el lago Titicaca

El grupo étnico de los Uros es uno de los más ancestrales de Sudamérica los cuales aún predominan sobre todo en la parte boliviana y peruana de la cordillera andina. Aquí en Perú solamente están presentes en las denominadas islas flotantes de los Uros a las que nos dirigíamos en barco, a apenas seis kilómetros desde el puerto de Puno. Pero nada más llegar a las inmediaciones de las islas empecé a dudar de la existencia real de los Uros, u «hombres de agua» como se les conoce en Perú, y comencé a creer que solo veríamos uno de los mayores circos que hay montados en el mundo para los turistas.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Alejándonos de Puno

Yo estoy de acuerdo en que todo el mundo que participa en algo con carácter turístico debe llevarse parte de «tajada». Para algo se trabaja, hay agencias e intermediarios. Pero otra cosa muy distinta es perder la esencia de lo auténtico y crear una farsa solamente para sacar dinero, y en las islas flotantes de los Uros esto es precisamente lo que ha pasado, o al menos, esa fue la sensación que me dio cuando lo visitamos.

Todo empezó cuando nada más llegar a las islas, en medio del lago y rodeados de la famosa planta de la totora, nos encontramos un peaje. Para acceder al poblado todo el mundo debe pagar ese peaje que normalmente te lo incluyen en el precio de la excursión contratada, y una vez pagado, la sonrisa del supuesto «hombre de agua» aparece en su cara como por arte de magia. Ya podíamos entrar a su particular parque temático de las islas flotantes de los Uros.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Aproximándonos a las islas flotantes de los Uros.

Antes de empezar a criticar esta actividad, diré los dos únicos puntos positivos que vi en la visita. El primero saltaba a la vista nada más observar al frente y ver el enorme lago que se perfilaba ante nuestros ojos. Las peculiares islas creadas de totora al igual que sus casas y algunas embarcaciones que navegaban por allí creaban un paisaje digno de estar entre los más bonitos que hayamos visto. La altitud del lago a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar hacía que tocáramos con nuestras propias manos el cielo y que las nubes parecerían más bajas de lo habitual. Esta fue una característica que me sorprendió y que no había caído hasta ese momento. Las nubes que veíamos parecían que iban a amerizar en el lago de un momento a otro.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

El otro punto positivo, evidentemente, es que durante la visita nos explicaron la peculiar historia de lo Uros y sus características más notables como su actividad artesanal, la pesca, su idioma y la singularidad de sus viviendas. Realmente es sorprendente como llegaron a vivir los Uros en este lugar adaptando todo a su hábitat lacustre. La verdad es que por un momento me creí que aún viven así… Pero realmente no es oro todo lo que reluce…

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Y no lo digo 100% convencido, pero por lo que nosotros pudimos ver, hay más mentira en las islas flotantes de los Uros que uno se pueda imaginar. Quizá ya empecé a dudar sobre la autenticidad del lugar con el peaje de la entrada, pero sobre todo lo sospeché al ver el aspecto de «castillo Disney» que tenían algunas de sus islas y embarcaciones con nombres como “Corazón del lago” y que lo único que me causaron fue gracia, al igual que la carcajada que me salió del alma por el simple hecho de despedirnos de la isla con un canto al unísono de las mujeres que decía…  «¡¡Vamos a la playa… uo, uo, uo…!!», verdaderamente deprimente.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

La verdad es que es una visita curiosa. Deberían de vender esta excursión como si fuera un museo viviente de los Uros o algo parecido y dejarse de tanta tontería y mentiras diciendo que viven aquí, porque la impresión que me dio, es que de todas las personas que vi allí, tan solo un 10% lo hacen… como mucho.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Cuando nos ofrecieron hacer un paseo en una «mega barca fashion de la muerte» decorada con floridos corazones (10 soles cada uno), le dijimos rotundamente a nuestro guía que nosotros no queríamos, y vimos marchar alegremente a todos subidos en aquella barca hacia otra isla habilitada para que compráramos recuerdos y nos gastáramos el dinero en una impagable botella de agua.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Preciosísisisisisima barca… corazón de melón…

Nosotros también fuimos hacía allí, pero en el mismo barco a motor con el que habíamos llegado y con nuestro guía que se empezó a descubrir. Por lo visto nuestro guía tenía sus disputas particulares con algunas personas que estaban en otras islas, ya que cada guía decide donde parar a los turistas para que estos se gasten su dinero. Pudimos ver como en un enfrentamiento verbal desde el barco se ponían a caldo entre ellos, donde el hombre que estaba en la isla tachaba a nuestro guía de mafioso mientras que nuestro guía nos decía que no le hiciéramos caso porque estaba picado con él al no llevarle turistas (sinceramente, no sabía a quién creer). Así que charlando con nuestro guía pudimos enterarnos que la gran mayoría de la gente que podíamos ver en las islas tenían su vivienda particular en la ciudad de Puno y que solo estaban allí trabajando para aparentar. Que solo unas pocas islas que se pueden contar con los dedos de una mano y que se encuentran más al fondo del lago eran las auténticas islas flotantes de los Uros, pero que no aceptan turistas y por eso no van.

Al vendernos la excursión diciendo que todo lo que vemos es real me parece un enfoque equivocado por parte de las agencias y que parte de culpa la tenemos todos nosotros que seguimos acudiendo a estos lugares en masa. Las cosas deberían de explicarse tal y como son y no acudir rápidamente al reclamo del turista que solo quiere ser engañado. Tampoco quiero decir con esto que todo sea una auténtica farsa. Seguro que muchas de estas personas pertenecen a la comunidad de los Uros, pero que ahora están dedicadas casi plenamente a la actividad turística y fuerzan un atavismo en las costumbres que ya no es auténtico.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Plaza de la «capital» de las islas flotantes de los Uros

Pero en fin… Con esto no quiero quitarle las ganas a la gente de visitar este lugar, puesto que las islas flotantes de los Uros son reales, están allí y se pueden tocar, pero hay que tener en cuenta que es una especie de museo en el que tratan de mostrarnos como es la vida de los pocos Uros que viven aún en esta zona, los cuales existen, pero dudo que podamos llegar a ellos en este tipo de excursiones.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Lo que me hizo creer en la posibilidad de que los Uros aún existen en Perú y ver esta parte del lago Titicaca con otros ojos fue que cuando nos marchábamos de allí pude ver unas cuantas islas un poco más escondidas y sin ninguna parafernalia. Islas sencillas, también construidas de totora y con alguna embarcación mucho más sencilla. Pero sobre todo me lo creí porque cerca de ellas pude ver cerdos. Esos animales «marranos» que te los puedes imaginar en algún corral de Puno o incluso en algún matadero… pero en medio del lago Titicaca… como que no.

Islas flotantes de los Uros. Lago Titicaca. Perú

Fue toda una sorpresa verlos y me sorprendió. Y gracias al ver estos y no a lo que me dijo el guía, creo que los Uros siguen existiendo en este lugar, donde además de acercarse a Puno a por fruta u otros alimentos, viven y duermen en estas islas en medio de uno de los lugares más sorprendentes del planeta, con niños correteando sobre la totora y cerdos campando en las islas flotantes de los Uros del lago Titicaca.

Víctor del Pozo

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

37 Respuestas a Lago Titicaca. Visita al circo de las islas flotantes de los Uros

  1. María (callejeando por el mundo) dice:

    Me ha encantado Victor, tu forma de contarlo y tus fotos. Creo que la mayoría de los que vaís a las islas de Uros contáis básicamente lo mismo así que habrá que ir con la mente abierta hacia lo que nos vamos a encontrar, un museo sin más.

    Por cierto, ¿que hicisteis con las mochilas?

    Un abrazo.

  2. Muy buen post. Es verdad que a veces convierten en «circos» a algunas etnias. Yo viví algo parecido con los himbas en Namibia y es una mezcla de pena y rabia.
    A los que sí que me creí totalmente fue a los bosquimanos que concimos en Bostwana, sus pies, sus rostros… sí indicaban que vivían «más o menos» como hace años.

    http://deilusionarecuerdo.com/2012/04/09/bosquimanos/

    De todos modos, es lógico que se vaya perdiendo el estilo tradicional de estas etnias, el progreso llega, aunque sea a otro ritmo, a todas partes, aunque a veces no nos guste; lo importante realmente es que no pierdan su esencia y sus tradiciones culturales.
    Besos

  3. Victor, que decirte, pues que al final todos caemos en la trampa, si no fuera por tu foto y frase final creo que no hubiera ido a ese lugar, ahora me acercaría sabiendo lo que me voy a encontrar, a dar un paseo en barca no más, porque a ver la verdadera civilización de Uros creo que es imposible a no ser de conseguir una charlar con el dueño de esos cerdos.

    Un Saludo.

  4. Me ha matado eso de ”¡¡Vamos a la playa… uo, uo, uo…!!” Menudo timo de la estampita, que pena que lugares que maravillan tanto como este lago se hayan convertido en una turistada artificial y encima sacando dinero por todas partes.

    Tengo ganas de ver la segunda parte de la jornada para ver si realmente me convence visitar esta zona o me ahorro tener que lidiar por esos lares.

    Saludotes!

  5. Iciar dice:

    Qué pena que sitios tan especiales se conviertan en una auténtica turistada, pero ya sabemos lo que pasa, la pasta manda…
    Aún así, por las fotos parece que vivieran así de verdad…

    Saludos!!

  6. alisetter dice:

    La cancioncita y ésa barca con corazones, por dioz!!! me pasó -sin llegar a estos niveles de sofisticación- con los Mursi en Etiopía. La verdad, es una mierda y te sientes mal cuando te ves metido en estos líos… pero por otro lado tienes razón, al menos el paseo y paisaje ha merecido la pena (desde luego tus fotos así lo muestran, me encantan!).
    Difícil encontrar el equilibrio entre lo comercial y lo auténtico. Muchos de nosotros (si no todos) queremos ir allí. Y a ellos se les ha ocurrido / les han vendido la moto de que van a hacerse ricos y abandonar un modo de vida duro, muy duro, a cambio de ponerse los antiguos vestidos de los domingos y posar en las fotos, más algunos toques «modernos» (como la canción o la barca). Al final, todos perdemos… o quizá ellos no, si es cierto que prosperan con respecto a su antigua vida. Es como aquí, la vida de antes en los pueblos y también en parte en la ciudad la miramos de manera idílica, pero era dura.
    Ay, éste ansia del ser humano por vivir fácil y cómodamente… muchos de estos pueblos acaban alcoholizados, esto es mucho peor.
    Bueno, que me enrollo!!! Genial post!!

  7. Babyboom dice:

    Creo que las mujeres de vamos a la playa si son las que salen en las fotos son las mismas que cuando fui yo en el año 2008, a nosotros nos cantaron el «Paquito el Chocolatero», veo que han cambiado el repertorio. Coincido contigo 100 % en que es un circo muy bien montado y a mí personalmente tampoco me gustó la forma de llevarlo, me pareció curioso las construcciones con tótora pero nada más! Un abrazo!! 😉

  8. Jajajaja a mi me tocó la misma canción Victor. Coincido contigo, yo le decía a Deborah que dudaba que durmiesen en las islas. Mucho circo, pero vale la pena hacer una parada en la ruta para conocer este lugar.
    Saludos desde Las Palmas.

    Javier y Deborah

  9. Yo estoy totalmente de acuerdo contigo, Victor, de hecho, el día que pasamos por las Islas fue el día que más me enfadé conmigo misma por haber picado. La rematada fue cuando se despidieron con el «vamos a la playa» que casi me tiro por la borda directamente.
    Lo que dices está lleno de razón: que lo vendan como museo viviente o algo así pero que se dejen de tonterías. Y lo peor es cuando te «obligan» a meterte en sus casas para venderte «artesanía», se enfadaban si te quedabas fuera dando una vuelta para ver la isla.
    Que lo entiendo, que es su modo de vida, pero que no vendan motos y que el que vaya, lo haga totalmente conocedor de lo que va a encontrarse, seguramente yo lo habría hecho igualmente.
    De todos modos la culpa la tenemos los turistas que reimos las gracias cuando se ponen a cantar. No culpo a los que viven de eso, si no que es culpa de las dos partes.
    Hay que reconocer, eso sí, lo chulas que salen las fotos allí, que colores, que cielos…
    Un abrazo,

  10. Pau dice:

    Vaya sitio chulo. Qué poquitos sitios vi de Perú, tengo que volver 😉

  11. Helena dice:

    Pues a mí el lugar me gustó, aunque como dices deberían venderlo de otra forma. Está enfocado completamente al turismo, pero es una forma de ver cómo vivía la gente allí o como todavía algunos lo hacen (en base a lo de los cerdos)…
    Muy interesante el post Víctor para prevenir a futuros viajeros.
    Un saludo 😉

  12. Fran Soler dice:

    Genial la entrada Víctor, tu forma de contarlo y tus fotos!! Donde no hay circos hoy en día?? Por desgracias hay lugares mágicos que cuando empieza a llegar el turismo pierden todo su encanto. al menos conoces algo más obre los Uros y disfrutaste de ese lago! Un abrazo

  13. Belén dice:

    Yo hice ese mismo tour en mi viaje de Perú en el 2004 aunque originariamente iba a hacer el otro de dos días a las islas de tierra, que era el que interesaba de verdad. La razón por la que no pude hacerlo fue porque llegué malísima a Puno, y también como tú en un autobús nocturno en el que pasé todo el santo viaje llendo al baño, horrible. Estaba fatal con la gastroenteritis y debí haberme quedado en cama en Cuzco, pero a la agencia no le dio la gana de cambiarme el billete, decían que no se podía y vinieron a convencerme al hotel, llevándome a la estación de la mala manera. No voy a entrar en detalles sobre las agencias de Perú, y también las de Ecuador, pero sólo decir que quedé muy descontenta y que lo único que les importa es sacarte bien el dinero. Perdí el tour de dos días en el Lago Titicaca porque estuve en cama, pensando que me tendría que ir para el hospital de un momento a otro, y encima sola. La agencia no me devolvió el dinero y sólo me ofreció como alternativa el tour por la mañana en las islas de totora de los Uros y por la tarde Sillustani (este por cierto estuvo muy bien). Pero qué timo, porque no valía lo mismo estos dos tours que el que me perdí. Claro, que después de haber estado tan mala, al menos haber podido ver esto antes de ir a Arequipa fue un consuelo, y no lo vi con tan malos ojos porque ese día estaba súper feliz de haber recuperado la salud. Me monté en la famosa barquita de totora aunque entonces costaba 5 soles, pero yo no tenía suelto y me lo pagó un español del grupo, si no creo que no hubiera montado. A nosotros no nos cantaron ninguna canción que yo recuerde, será que esto algo nuevo que han añadido. Pero sí que es un circo, y no sólo ésto, sino muchas otras cosas que te encuentras cuando viajas, y claro, se pierde el encanto. Muy buenas las fotos, por cierto.
    Un abrazo!

  14. Carfot dice:

    A mi me parecieron actores interpretando un papel y me dio la impresión de que su único objetivo es vender todo lo que puedan, no recrean su antigua forma de vida sino que se aprovechan de ella. Por otro lado también es curioso imaginarse como podían vivir allí en condiciones tan difíciles, ni como se les ocurrió instalarse sobre los juncos cuando hubiera sido más fácil vivir en tierra firme.

    Un abrazo !!!

  15. Dany dice:

    Me ha encantado el post, no se puede esconder que esto pasa en muchos sitios. De ahí la duda de visitarlos o no… Por una parte los lugares merecen la pena (el paisaje que se ve en las fotos es una pasasda), pero ver todo el circo de cartón piedra que hay montado te pone de mala leche y al final la balanza cae de ese lado y no te deja disfrutarlo igual… Menos mal que los marranos te «consolaron» al final y te dejó la esperanza de creer en los Uros… Gracias por compartir tus sensaciones 😉

  16. Tawaki dice:

    Nuestro guía nos explicó que la mayoría vivían en Puno y que acudían allí a vivir del turismo. Eso sí, la rotación de las islas era por turno, para que todos se pudieran beneficiar. Pienso como tú, es mejor que te lo digan de entrada, porque los engaños se descubren antes o después.

  17. Artabria dice:

    Pues es una pena que «mientan» de esa manera. De todas formas el paisaje es impresionante y aunque no sea todo genuino, puedes saber un poquito más de esta civilización. Lo de las canciones ya es el colmo, pero circos montados para ganar dinero en sitios turísticos están a la orden del día.

  18. Edu y Eri dice:

    Ese tipo de lugares-pufo son comunes por todo el mundo. Al final tienen su encanto, pues solo en ellos se ven cosas tan cutres y decadentes XD Lo malo es que son sacacuartos, pero ahí está nuestra pericia viajera para proteger a nuestros oros!!!

  19. Irene dice:

    Interesante el post y la información que te dieron, pues yo no tenía ni idea y cuando fui, ni sospeché. Aunque a mí me gustaría decir también que no sabemos cuántas de las personas no viven allí (digámoslo de otra manera, cuantos se aprovechan del circo), porque tampoco creo que sean todas. Yo lo vi muy preparado para el turismo, pero eso pasa con tantos sitios… Por eso, no creo que haya que dejar de visitar los sitios, pues incluso de estas cosas se aprende. Si no, habría que excluir también sitios como Machu Picchu, que recuerdo de hablar con peruanos y sentir pura rabia cuando me contaban que sus propios conciudadanos (sobre todo los más pobres) no podían visitarlo por el precio que obviamente habíamos elevado los turistas.

    • Víctor del Pozo dice:

      Hola Irene! Como dices, no creo que haya de dejar de visitar este lugar ni muchos otros que están en circustancias similares. Son lugares perfectos para conocer una cultura remota o que está apunto de desaparecer. Lo único que comento es que te lo venden todo como si fuera real ahora mismo y no es así. Es cierto que hay gente que vive en ellas, pero muy pocas y la malloría de la gente que el turista ve en esa excursión son gente que está trabajando allí. Un circo, como pongo en el título.

      Esto pasa en muchos sitios, y en todos los sitios se aprovechan para sacar el mayor dinero posible del turista (vengo de un viaje por Italia y he alucinado con los precios…), pero que cobren caro para acceder a los lugares no es lo mismo que tomar el pelo a la gente, como allí me lo pareció.

      Muchas gracias por el comentario!!

  20. Lisiane dice:

    Victor,
    Tu narración me suena a la desilución típica de un «turista» que viaja sin lo más elemental: una mente abierta. Tu énfasis en pagar un peaje extra me suena a mezquindad.

    Considera que no verás un lugar como ese en otra parte del mundo (cada lugar es único). Talvez seas «recompensado» al saber que, aquél triste día de tu vida, una de las personas que habita en esas islas, en extrema pobreza, tuvo un poco más de dinero para llevarse un pan a la boca. Talvez haya sido un niño, y talvez ese niño forme parte de las estadísticas: cada año mueren 15 niños por ahogamiento.

  21. Víctor dice:

    Hola Lisiane. Agradezco tu crítita y entiendo lo que dices aunque no creo que el problema sea por no viajar con una mente abierta. Precisamente viajo siempre así, pero con los ojos bien abiertos y un lugar así es cierto que no lo ves en cualquier otra parte del mundo, pero de lo único que me he quejado es que te lo venden diciendo que es auténtico cuando eso no es cierto. Eso son puestos de trabajo y la única sensación que da es que están ocupando su sitio cada día para teatralizar como vivian hacen años. No es un sitio auténtico. Machu Picchu es un sitio auténtico, mucho más caro para verlo, pero auténtico. No se si me explico con esta diferencia. Lo que tienen montado en estas islas es pura pantomima. Un simple teatro al aire libre, un museo interactivo pero nada más.

    Sobre el tono de tu mensaje te diría que sobran las comillas y que no fue un día triste de mi vida. Que lo de la extrema pobreza que mencionas me hace ver que tu no sabes lo que es la pobreza y que si las personas menos afortunadas no les llega el dinero suficiente del turismo, es por culpa de quienes gestionan el turismo allí. Ellos son los auténticos culpables, porque turismo hay mucho y se mueve mucho dinero en Perú a causa del turismo. Y si esas estadisticas de muertes existen no será por culpa del turismo ni de personas como yo que les parezcan mal pagar para ver un lugar creado por y para el turismo.

  22. Pilar dice:

    Entiendo perfectamente lo que dices y estoy completamente de acuerdo contigo. Iremos mentalizados en nuestra próxima visita. Excelente post.

  23. Margarita Isabel dice:

    Estoy de acuerdo..es un circo.. La guía nos dice las isla existen
    desde 1950…trato de buscar en internet pero nada me lo confirma..
    Ademas en al isla Taquiles luego de navegar 2 horas, no hicieron subir a 3800m un camino empinado x 3 horas, al medio día, sólo para que la guía cobre su porcentaje x el almuerzo organizado x ella. la verdad que una persona pude tener un ataque cardíaco con ese esfuerzo a esa altura y exigencia física para un adulto ( sin que nos adviertan).
    Ademas de 5 días de gastroenteritis desde Cuzco al Titicaca

  24. Tomás dice:

    Sí es posible vistar las islas AUTÉNTICAS de los Uros, los pescadores, no los que viven del turismo. Yo lo hice porque no quería pasar por estas turistadas, las odio.

    En el puerto, pregunta a los capitanes de los botes pequeños donde verás que se suben la gente de allí. Que te lleven a las islas más dentro de lago que no están en la bahía.

    Hay que tener en cuenta que irás en una barquita enana con otra gente del lugar, no en tu barco rápido super VIP con asientos reclinables. Y llegar a las islas auténticas lleva al menos 1 hora.

    Una vez allí has de ser extremadamente amable pues no suelen recibir turistas. Yo llevaba un drone porque lo que realmente quería era grabar una isla auténtica desde el aire, y como a los niños les encantó me recibieron bien.

    Estas son islas verdaderas, totalmente rodeadas de agua (no ancladas y todas juntas como las del turisteo) y la gente vive de la pesca. Totalmente diferente a la ruta turística, pero no hay agencia que ofrezca esto, hay que hacerlo por ti mismo a la aventura. Pero merece la pena.

    • Víctor dice:

      Cuanto me alegra leer tu comentario Tomás! estaba convencido que seguían existiendo y que lo que visitamos la gran mayoría es todo una turistada.

      Muchas gracias por tu comentario y ayuda!

      Un saludo!

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