Viaje a Suiza y visita a Zúrich en un día

Ya llevábamos tiempo sin hacer un viaje en coche por Europa, exactamente desde el verano del 2008 cuando emprendimos la aventura sobre el asfalto a través de Croacia recorriendo toda su costa Adriática. Anteriormente también lo hicimos para llegar a Ámsterdam y la verdad que poco a poco hemos ido cogiendo experiencia y cada vez nos resultan más fácil y menos cansados realizar estos viajes de tantas horas conduciendo. Es cuestión de que te guste conducir y tener paciencia. Lo primordial ante todo es descansar bien el día anterior y a ser posible compartir kilómetros con otra persona. De esta manera te puedes hacer un viaje de un día entero conduciendo parando a penas para comer o cenar como lo hicimos a la vuelta deVenecia.

En este viaje a Suiza os invito a que os montéis con nosotros en el coche y nos acompañéis. Abrocharos el cinturón que comenzamos el viaje…

Llegar a Suiza en coche desde Madrid

Cuando pensamos madrugar tanto como aquel día, de esas veces que ponemos los despertadores a las 4:30 de la madrugada, me entra el nerviosismo y al final me dan las tantas hasta que consigo conciliar el sueño. Pienso que nos vamos a quedar dormidos y por ello ponemos 7, 8 o 15 alarmas en los móviles. Pero solo hace falta una, la primera, para que nos pongamos en pie y nos arrastremos a la ducha para despejar cualquier atisbo de pereza. Ese día no madrugábamos para ir a trabajar. ¡Aquel día nos íbamos de viaje!

A diferencia de cuando tenemos que coger avión, que no se está tranquilo hasta que estás montado en él y despegamos, estos viajes en coche nos lo tomamos con más tranquilidad. Nosotros somos los que ponemos los horarios y decidimos cuando queremos empezar. Es un viaje sin “trampa” que comenzamos en casa cargando el coche hasta arriba y arrancando el motor pasadas las 5 de la mañana con las calles todavía por poner y abriendo el camino para los que se despierten más tarde aquel sábado. Nuestra primera parada no se iba hacer esperar mucho y en apenas 40 minutos llegamos a Coslada para recoger a nuestra amiga Leire que estaba esperando nuestro toque al móvil avisándola de que estaríamos a punto de llegar. Todavía no eran las 6 de la mañana y comenzábamos oficialmente nuestro viaje a Suiza. Casi 1500 kilómetros por delante hasta Ginebra nos quedaban… precaución amigo conductor.

Recorrido de viaje a Suiza

Mapa de ruta

Nuestra siguiente parada sería justo en la frontera con Francia para cargar el coche de combustible, que aunque aquí esté caro… en Francia nos sacaban unos 20 céntimos de ventaja. Pese a que el recorrido más corto sería salir por La Jonquera, pensamos que tardaríamos menos tiempo saliendo por Irún por el posible tráfico que nos pudiésemos encontrar por el otro lado, normalmente más cargado de coches y camiones, y por allí que nos fuimos. Amaneció y al poco llegamos casi a la frontera gala donde acogimos con gusto que no hubiera tráfico. Apenas unos pocos coches que nos mezclábamos en la última estación de servicio para llenar el depósito y tomar un ligero desayuno para proseguir con el viaje.

Conducir por Francia siempre es un placer, y más ahora que podremos dejar de lado la pesada velocidad de 110 km/h y pasarnos a los razonables 130 km/h. Atravesando la región de Aquitania y llegando a Burdeos cogimos la siguiente carretera para atravesar Francia de oeste a este pasando por parajes tan sorprendentes como la región de los volcanes de Auvernia, donde se suceden en varios kilómetros pequeños volcanes dormidos formando varias cadenas montañosas creadas por el fuego interior de La Tierra.

Volcanes en Francia

Volcanes en Francia: pinchar sobre la foto para ir a google maps

Entre alguna parada para comer y repostar combustible, poco a poco nos íbamos aproximando a nuestro primer destino.

Los carteles de la carretera empezaban a marcar los kilómetros que quedaban para llegar a Ginebra y nuestro ánimo crecía casi a la vez que nuestro cansancio. Sobre las siete de la tarde pasamos la frontera de Suiza y detuvimos el coche para comprar la pegatina que nos autoriza circular por las autopistas suizas durante el año 2011. Esta “viñeta” se puede comprar online o en la frontera como hicimos nosotros (también se puede conseguir en estaciones de servicio, oficinas postales o solicitar a organismos automovilísticos). La “viñeta” cuesta unos 40 francos (30€ aprox. en la fecha del viaje) y se tiene que colocar en el parabrisas del coche para poder ser vista por las autoridades. Esta tasa es para poder aprovechar las autopistas de Suiza, pero si sólo se va a andar por carreteras secundarias, no es obligatoria. Después de atravesar Francia, la verdad que prefiero pagar esta tasa a tener que parar cada dos por tres en peajes abusivos.

Viñeta para conducir por Suiza

Viñeta para conducir por Suiza en el 2011

Tras 13 horas de carretera, por fin llegábamos a Suiza… para volver a salir unos kilómetros más adelante del país otra vez. El hotel que habíamos reservado para esa noche era el Formula1 que se encuentra pegado al aeropuerto, pero al otro lado de la frontera, nuevamente en territorio francés. Aparcamos el coche y nos dirigimos a la recepción del hotel donde nos dieron el código de la habitación y nos acomodamos por el resto de la tarde. Ya no nos íbamos a molestar en ir a ningún sitio y además esa tarde tenía sesión de fútbol… (sí… penoso, pero esa tarde jugaban el R. Madrid-Barcelona en la liga y con el cansancio del viaje no había otra cosa mejor que hacer).

Hotel Formula1

Hotel Formula1 de Ginebra

En los hoteles formula1 se puede aprovechar el pequeño comedor que hay en la recepción para cenar algo y calentarte lo que sea en un microondas que tienen, así que nos bajamos a comer algo pero realmente no esperamos mucho para acostarnos y antes de las 12 caímos rendidos en las camas… Había que madrugar para coger el coche nuevamente y empezar a ver cosas.

El castillo de Chillon

¡¡¡Arriba todo el mundo!!! ¡¡¡Tenemos que ir a Suiza!!! Y es que tras ocho horas de lindos sueños y vuelta a cargar el coche, nos encaminamos por segundo día consecutivo hacia la frontera suiza para comenzar definitivamente nuestra andadura por este pequeño país.

En el GPS pondríamos como destino Zúrich, pero antes teníamos pensado desviarnos un poco y pararnos a ver el enclave del famoso castillo de Chillon junto al Lago Lemán. Este lago comparte aguas con Francia y Suiza y desde el lado helvético tuvimos una maravillosa vista matutina de las montañas del Jura ocultas parcialmente por la calima que se levantaba a esas horas de la mañana. Pero el día estaba maravilloso. La temperatura ya se aproximaba a los 15 grados y poco a poco los rayos del Sol inundaban las aguas del colosal lago. Pasamos la localidad de Montreux, y andando ya, descendimos unas escaleras hasta un sendero arbolado junto a un pequeño embarcadero y divisamos una estampa antes vista en cientos de fotografías, uno de esos rincones mágicos e idílicos de Suiza. Ante nosotros se levantaba como emergido del agua el
castillo de Chillon.

Castillo de Chillon, Suiza

Este fortín de dimensiones considerables perteneció a los obispos de Sión —una localidad cercana del cantón de Valais— y posteriormente a la familia de los Saboya quienes le dieron su aspecto actual. Además de residencia de los Condes, también sirvió de prisión a insurrectos como François Bonivard el cual pasó 6 largos años encerrado entre las paredes de su sótano y cuyo encarcelamiento inspiró el poema “el prisionero de Chillon” de Lord Byron.

Castillo de Chillon, Suiza

Castillo de Chillon, Suiza

Pero quedan lejos aquellos años y hoy en día se ha convertido en foco turístico de esta zona de Suiza. Nosotros no queríamos entretenernos mucho porque teníamos solo este día para ver la ciudad de Zúrich, así que nos limitamos a dar un paseo por su exterior observando lo bien que se conserva —tras numerosas reformas— y disfrutando de las esplendidas vistas que se nos brindaba con las montañas del Jura como telón de fondo.

Castillo de Chillon, Suiza

Eva, yo y Leire junto al lago Lemán

Qué ver en Zúrich en un día

Emprendimos de nuevo el camino hacia Zúrich. Aún era muy pronto e íbamos muy bien de tiempo. Las carreteras en Suiza son muy buenas pero sí que es cierto que cada dos por tres nos encontrábamos tramos en obras que te hacían reducir la velocidad a 60 km/h. Pero bueno… lo de los límites de velocidad en Suiza es una cosa que no tuve clara en todo el viaje. No me había preocupado en mirarlo antes y conduciendo por allí me surgieron dudas. Hay tramos de 60, 80, y 100 kilómetros por hora bien señalizados, pero de repente nos encontrábamos la señal de fin de limitación a 100 y no conseguimos ver en todo el viaje otra señal que nos indicara cual era la velocidad máxima permitida. La verdad que lo podíamos haber mirado por Internet pero lo que decidimos es no pasar nunca de 120 km/h y al final acertamos. El límite genérico en las autopistas suizas es justo de 120 km/h y no 130 como en su país vecino francés.

A media mañana llegamos sin ninguna complicación a nuestro hotel en Zúrich y tras aparcar el coche y dejar los bártulos en la habitación, salimos escopetados a descubrir el centro de la ciudad.

En la parada del tranvía de Escher-Wyss-Platz compramos los billetes por el “módico” precio de 4 francos por persona, y en menos de 10 minutos estábamos plantados en Bahnhofplatz, junto a la estación ferroviaria construida en 1871.

Estación de tren en Zúrich

Desde aquí comenzaría nuestra corta visita a Zúrich en un día, una ciudad que tiene fama de ser una de las urbes con más calidad de vida del mundo (y por ende, cara) y que con el tiempo se ha convertido en el corazón económico y financiero de suiza, y con el permiso de Londres, diría yo que de Europa. Aunque con tan solo un día en Zúrich nos daría tiempo para pasear a través de los distritos 1 y 2.

Que ver en Zúrich. calle Niederdorf

Que ver en Zúrich. calle Niederdorf

Atravesamos el río Limmat que separa la ciudad en dos y comenzamos a andar a lo largo de la calle Niederdorf paralela a la orilla derecha del río. Esta calle peatonal con edificios antiguos y suelo empedrado atraviesa buena parte de la ciudad vieja hasta la iglesia de Grossmünster, la catedral y una de las tres iglesias más importantes de la ciudad.

Las dos grandes torres gemelas del campanario visten la silueta de Zúrich desde cualquier punto de la ciudad y junto al resto del templo, que antiguamente parte de él sirvió de monasterio, completan un edificio de dimensiones considerables.

Que ver en Zúrich, catedral de Zúrich, Suiza

Iglesia de Grossmünster desde el río Limmat

Echando un primer vistazo desde la calle a esta catedral pudimos comprobar que las reformas a lo largo de su larga vida (desde el año 1.100 aprox.) han ido dejando huella a través de su fachada con detalles románicos y góticos. La puerta lateral se encontraba abierta y pasamos a la nave principal donde me llevé una desilusión al ver su interior totalmente reformado de una forma muy pobre y sobria. Algunos frescos en el presbiterio eran lo que más interés podía causar a la vista.

Que ver en Zúrich, catedral de Zúrich, Suiza

Que ver en Zúrich, catedral de Zúrich, Suiza

Salimos de allí para continuar con el paseo y nos pusimos frente a la barandilla que hay a los pies de la iglesia. Delante nuestra estaba el río y al otro lado del mismo resaltaban otras dos torres con sendos relojes en cada una. Estas marcarían nuestros pasos a seguir en la otra orilla del río Limmat. La primera torre pertenece a la Abadía de Fraumünster, que no sé por qué motivo no se nos ocurrió pasar a su interior… cosas del directo o por culpa de la anterior que nos desilusionó quizá. El caso es que nos fuimos directamente hacia el interior del casco antiguo lleno de fachadas de época y rincones con aroma medieval. Decenas de banderas vestían las calles a cada vuelta de esquina y numerosas fuentes rellenaban pequeñas plazas poco transitadas en ese domingo.

Qué ver en Zúrich.

Qué ver en Zúrich.

La iglesia de San Pedro era la tercera torre que despuntaba en el horizonte, pero más que la torre, lo que destaca sobre todo es la enorme esfera del reloj de casi nueve metros de diámetro que le hace estar entre los relojes murales más grande del mundo.

Qué ver en Zúrich. iglesia de San Pedro, Zúrich, Suiza

Esta es la torre de la iglesia de San Pedro sobresaliendo entre los demás edificios. Curiosamente la torre pertenece al ayuntamiento y antaño servió como torre vigía de incendios.

Subimos la escalinata que se encuentra a sus pies para posicionarnos junto a ella y nos percatamos que desde el interior salían notas musicales provenientes de varios violines. Dentro estaban practicando para un concierto y en un principio no se podía pasar, pero como la gente estaba entrando, nosotros hicimos lo mismo y pudimos ver su interior barroco acompañados por la música de los violines.

Muy cerca de aquí, atravesando todo el barrio de Lindenhof, se encuentra Bahnhofstrasse, una amplia avenida que hace perder la vista a lo lejos tras pasear anteriormente por callecitas estrechas. Por sus aceras se dejan ver numerosos escaparates elegantes, bancos y palacios señoriales del siglo XIX.

Que ver en Zúrich, Suiza

Bahnhofstrasse

Pusimos brújulas en mano y tratamos de llegar hasta lo alto de la colina de Lindenhof para tener una panorámica de la ciudad de Zúrich. Cuando llegamos nos encontramos con un animado parque lleno de gente disfrutando de un día espectacular al que no deben de estar muy acostumbrados los suizos por estas fechas. Había gente tirada en el césped tomando el Sol, otros sentados en los muros leyendo libros, otros paseando y algún grupo reunido jugando a la petanca y al ajedrez.

El ajedrez por lo que hemos podido ver es un juego muy popular en Suiza y en muchos parques tienen un tablero gigante en el suelo con fichas de madera a medida para marcarse largas batallas entre amigos. Y como para esto no hacen falta idiomas, me quedé un rato viéndoles jugar y explicando alguna jugada.

 

Que ver en Zúrich, colina de Lindenhof, Suiza

Que ver en Zúrich, colina de Lindenhof, Suiza

Cuando me quise dar cuenta me quedé solo allí y mis dos compañeras se habían ido hacia la parte del muro que perdura desde tiempos medievos e incluso romanos. Sin duda este fue el lugar que más me gustó de lo que habíamos visto en Zúrich donde pudimos disfrutar de unas espléndidas vistas panorámicas de todo el casco antiguo de la ciudad.

Que ver en Zúrich, colina de Lindenhof, Suiza

Que ver en Zúrich, colina de Lindenhof, Suiza

Tras pasar un buen rato allí descendimos de la colina hacia el río para pasear junto a él hasta que llegáramos al lago de Zúrich. En nuestro camino pasamos frente al ayuntamiento de la ciudad y numerosos edificios variopintos.

Que ver en Zúrich, río Limmat

Que ver en Zúrich, río Limmat

Cuando llegamos a los pies del lago nos encontramos con la calle repleta de gente y coches a tutiplén. Pero era sorprendente no escuchar alboroto con la de gente que había. En cambio, el recuerdo acústico que me he traído de Zúrich ha sido el de los coches deportivos que cada dos por tres pasaban a toda leche por allí. Por cada utilitario normal que veíamos, tres deportivos pasaban detrás galopando al son de cientos de caballos. Para alguien como a mí que me encantan los coches, es todo un placer pararse en un semáforo y verlos pasar…

Que ver en Zúrich

Que ver en Zúrich

Justo en este punto se abre un paseo a través del jardín botánico repleto de árboles y zonas verdes que la gente aprovecha para abarrotar y pasar la tarde del domingo. Un pequeño pulmón en la ciudad donde relajarse y que nosotros lo hicimos también paseando entre las sombras de árboles centenarios.

Que ver en Zúrich

Que ver en Zúrich

Volvimos hacia la zona antigua de la ciudad con la mente puesta en una rica cerveza. Las terrazas de los bares estaban abarrotadas por gente que ya estaba cenando (esas costumbre europeas de cenar tan pronto…) y casi nos costó encontrar un lugar para tomarnos algo.

Que ver en Zúrich

Sobre el puente junto al ayuntamiento miramos los precios de las consumiciones y directamente se nos erizó el pelo… Cervezas a 7 francos la más barata y el refresco a 6 francos… Nos pegamos un buen susto al ver los precios y preferimos irnos a probar a otro sitio que no estuviera tan a la vista. Pero al final dio igual donde ir porque los precios eran caros en todos los sitios. Finalmente nos sentamos en una pequeña terraza de un bar y nos pedimos nuestro refrigerio, que gracias a que no eran las 9 de la noche, nos salió algo más barato, puesto que los precios eran distintos dependiendo la hora… No me imagino el dinero que te puedes dejar si te vas de fiesta por la noche a base de cubatas en alguna de las discotecas de la ciudad.

Que ver en Zúrich

Que ver en Zúrich

Era hora de irnos recogiendo. Esta mañana cuando fuimos al centro en tranvía vimos que el recorrido que hicimos no era muy largo y nos fuimos borrando los pasos hasta el hotel en un paseo de poco más de 20 minutos. Esta noche tocaba tirar de sándwiches y nos subimos las provisiones a la habitación, donde mientras veíamos un poco la tele y revisamos las fotos, nos entró poco a poco el sueño y al final el cansancio hizo que sucumbiéramos en nuestras camas.

Víctor del Pozo

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

16 Respuestas a Viaje a Suiza y visita a Zúrich en un día

  1. frans dice:

    me gusta mucho tus reportajes
    aprendí todavía muchas cosas
    leyendo todos tus articulos
    gracias
    un saludo de Belgica
    Frans

  2. btc93 dice:

    Tenía ganas de que empezaras el diario propiamente dicho, Victor, y como no, ya me he leído esta entrada!

    Cuando he visto el recorrido entre Madrid y Ginebra me ha sorprendido que no utilizarais La Jonquera para cruzar a Francia, pero me imagino que tienes razón, siempre está lleno de camiones allí. Por cierto, la música de Indiana Jones en el coche muy buena, eh! hehe

    Tengo muy buen recuerdo de Zurich, la verdad es que cuando fui, hace ya muchos años, me gustó mucho, por lo que me han entrado ganas de volverla a visitar, para refrescar la memoria, aunque claro, con estos precios… Madre mía! Como dices, quién puede ir de marcha a base de cubatas allí!? Jolínes…

    Un fuerte abrazo, Victor!

  3. Antonio Aguilar (Historias de nuestro planeta) dice:

    Como Blai, estaba deseando ya que comenzara esto. ¡Menuda suerte que tuvisteis con el tiempo! La verdad es que Suiza tiene un montón de cosas muy interesantes concentradas en poco espacio.

    Lo de acostarse sabiendo que al día siguiente te vas de viaje, y querer dormir. yo es algo que no tengo todavía controlado… Al final me suelo ir yendo de empalmada siempre… Como un niño chico, jeje.

    En breve nos contamos en persona!

    Un abrazo

  4. leyre dice:

    yyyyy tu, al final me has sacao durmiendo!!! jajajajajajajaja….muy buen relato de la primera parte…estaba reviviendo el viaje de nuevo…estoy ansiosa de que llegue la parte del Jungfrau para ver el moonwalker…jajajajajajajja

  5. Lo cierto es que Suiza es un destino que tenemos en mente desde hace tiempo, pero por los encajes nunca acabamos de ir. Este diario, y más viniendo de quién viene, va a ser mucha de nuestra base futura (ni lo dudes Maka, jaja) así que … aquí me tendrás como fan estos días..

    Por cierto, no defrauda (y menos con el tiempo que cogisteis), los pueblos de Suiza tienen pinta de ser MUUUUY PINTORESCOS

    Un abrazote tiu, y otro para Eva.. !! a ver si vamos poniendo «futuras citas» !! jaja

  6. No tenía ni idea de lo de la pegatina para circular por las autopistas de Suiza. ¿Son 30 euros al año? Que barato, comparado con los peajes de Cataluña… A mi los viajes por carretera si conduzco yo cada vez se me hacen más pesado. Aunque sean trayectos cortos la verdad es que acabo muy cansada.

    Zurich es bonita, pero me pareció muy pequeña, me la esperaba más grande.

    Un saludo,

  7. moonflower dice:

    Al igual que Blai, me ha sorprendido que no utilizaras la Jonquera como lugar de acceso a Francia. Cuando me dijiste que atravesaste Aquitania, me llamó la atención.

    Hay otra cosa, que aún me sorprendido más. Que digas que conducir por Francia es un placer. He atravesado Francia de punta a punta unas cuantas decenas de veces para ir al Norte de Alemania, y para mi era como una tortura china.Siempre he pensado(y no soy la única..) que Francia (como acceso al Norte de Europa) es como un chicle que se estira y se estiraaa y no se acaba nunca jajajaja

    Sigue con este interesante y completísimo relato.Hace muchos años que no he estado por Suiza, y me está encantando recordarlo.

    Un abrazo

  8. Primero el momentazo musical, luego el vamos a comer que llevamos muchas horas de coche uffffffff, luego The Car xDDDDDD y para finalizar la partida en tablero de ajedrez gigante, que buenos vídeos ha traído esta entrada jaja

    Muy bonita Zurich, tengo familia viviendo allí y siempre que vuelven a España y veo fotos o vídeos nos hablan muy bien de ella, a ver cuando cae una visita por allí 😀

    Saludos!!!

  9. Victor dice:

    Buenas a todos!!! menudo día perro llevo hoy.. que en Móstoles no se trabaja…

    – Frans: Me alegro que te guste! Espero verte más por aquí!!

    – Blai: La verdad que eso era lo lógico, salir por la Jonquera… pero desde la última vez que salí por allí en época vacacional y tarde horas y horas… ahora me lo pienso un poco jejeje.

    – Antonio: Yo es que no lo llevo bien eso de acostarme pronto.. y en esos días me cuesta dormirme… ya sea por nervios o porque no tengo sueño… Este jueves nos vemos y nos tomamos unas cervezas!

    – Leire: y tuuuu… pero como no te iba a pillar durmiendo!! jejejeje… había momentos que me olvidaba que estabas detrás jejeje. Estoy pensándome en poner el video del baile… que hacemos muuuuchoooo el tonto jejeje

    – Isaac: Que tal compañero!! Pués en el siguiente día visitamos uno de los pueblos más bonitos que tiene suiza… ya verás. Y si… tenemos que organizar una ya que llega el buen tiempo…

    – Isabel: Es todo un lujo la verdad lo de pagar 30 euros y olvidarte por un año… y más aún viniendo de pagar peaje tras peaje en Francia… A nosotros la verdad que el tamaño de Zurich con lo poco que visitamos ni nos dimos cuenta. El casco viejo si es pequeño.

    – Moonflower: Jajajaja… pues si… a mi me encanta pasar por las carreteras francesas. Es cierto que se hace interminable atravesar Francia pero las areas de servicio son tremendas. Lo peor son los peajes de allí… son todos caros y continuos. Además… cuando conduzco por francia me recuerda a los primeros viajes…

    – Jose Carlos: Jajajajajaja…. pues hay muchos videos…. aunque no se yo si por mi reputación serán bueno que los saqué a la luz jejejeje…

    Ya estoy trabajando con el siguiente relato pero voy muuuyyy tranquilo jejeje… Estoy leyendo cosas sobre mi próximo viaje y me descentro de suiza jejejeje.

    Un saludo a todos!

  10. bleid dice:

    Un gran reportaje Victor
    nos estas acostumbrando muy mal con tanta informacion ….
    la verdad que Suiza se ve alucinante y vuestras andanzas por esas tierras de todo menos aburridas

    un fuerte abrazo

  11. victor dice:

    Hola tocayo,

    Muy bueno el relato y los videos, vaya cómo le pisa Eva al volante !! y Victor ya veo que vas haciendo progresos con el ingles, jeje

    Vaya precios las cervezas, también nos pasó a nosotros lo mismo en Ginebra.

    Un abrazo.

  12. Dany dice:

    Hola Víctor, que buena entrada!
    Menuda paliza le metiste al coche! Por cuantos eureles en gasolina puede salir llegar hasta Zurich desde Madrid? Además por lo que cuentas los peajes en Francia no son pocos…
    Me ha encantado la foto del castillo de chillon con el lago y la niebla de fondo, de postal ;).
    Un saludo¡¡

  13. Artabria dice:

    A mi también me encantan los viajes en coche, a tu ritmo, fijándote en cosas que de otra manera no les prestarías atención…….Bonito viaje, esperamos que sigas con el diario…..

  14. EL DA dice:

    yo tb he acabao cansaooo,,, q palicita de coche… y como me hubiera gustao a mi.
    centrate en Suiza, que pal otro keda mucho, jeje.
    a seguir bien…

  15. M.C. dice:

    Madre mía qué precios!!!! Puffff!!! Si que es caro Zurich!!
    A mí me encantaría hacer un viaje en coche por Europa! A ver si pronto podemos hacerlo. Lo más lejos que hemos estado en coche es Portugal y la verdad es que está genial la libertad que te da el coche.
    Saludos

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