Primer contacto con Rusia en nuestra llegada a Moscú

Las mochilas estaban listas, nosotros muertos de ganas y la noche del 31 de agosto a punto de llegar. Casi a media noche estaba previsto que saliera nuestro vuelo hasta la capital rusa, antigua capital de la URSS que todos nos acordamos y una de las ciudades rusas declarada por los soviéticos Heroica por el enfrentamiento a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Poníamos rumbo a la histórica ciudad de Moscú.

Qué ver en Moscú. En el aeropuerto de Madrid

En el aeropuerto de Barajas esperando a que salga nuestro avión con dos horas de retraso…

Ya teníamos ganas, la verdad. Teníamos ganas de vacaciones, teníamos ganas de perdernos por el mundo y teníamos ganas de ver a David, nuestro amigo que rehúsa vivir en la cálida España y me manda mensajes desde Inglaterra tales como… “hoy día nublado aquí… ¿qué tal por allí?” jeje… Pero para verle teníamos que esperar un día más. Él llegaría el día 2 de septiembre a Moscú y nosotros en cambio aterrizamos en el aeropuerto de Sheremetyevo a las 8 de la mañana de un recién estrenado mes. A la llegada al aeropuerto, con los ojos somnolientos aún de una noche corta de apenas 5 horas, descubrimos un día nublado. Se veía en la pista de aterrizaje que había llovido algo durante la noche pero en ese momento no caía ni una gota de agua.

Las mochilas no tardaron en salir y nos fuimos hacia la estación de tren desde donde salía el aeroexpress, que por unos 7 euros nos dejaba en el centro de Moscú y más concretamente junto a la estación de metro Belorusskaya de la línea circular moscovita. Aquí nos metimos por primera vez en el mítico metro de Moscú y nos situamos frente a un mapa para ver qué recorrido teníamos que hacer para llegar a Tsvetnoy bulevar, la parada más cercana a nuestro alojamiento. Un hombre se me acercó al momento y me dijo que donde quería ir para ayudarme en la búsqueda del mapa, rompiendo a la primera de cambio el mito de que los rusos son bordes y antipático.

En poco tiempo estábamos de nuevo en la superficie junto a un bulevar y rodeados de edificios grises que parecían reflejar el color del cielo en sus fachadas. De primeras nos dio la sensación de estar en una ciudad vieja, quizá parada en el tiempo, con edificios grandes pero a la vez con aire retro… no se… un poco extraña la sensación. Para llegar al albergue tuvimos que atravesar alguna zona residencial donde se acentuaba más aún esa primera sensación, con muchos coches viejos aparcados sobre charcos de agua y calles frías que te engullían en una melancólica sensación comunista.

Nuestro alojamiento elegido fue el Godzillas Hostel, muy bien valorado y que resultó ser un acierto. Barato, lo que se dice barato, no es. 50€ costó la habitación doble privada y con baño compartido, pero viendo cómo están los alojamientos en Moscú, no llega a ser tampoco caro. Nada más llegar, nos despojamos de las cosas y escribimos un mensaje a David diciéndole la habitación en la que estábamos y la forma de llegar al hotel, ya que en apenas unas horas el comenzaría su viaje rumbo a Moscú.

 

Qué ver en Moscú. Fusil Kalashnikov

Un curioso adorno en la pared de la sala común del albergue. Un fusil Kalashnikov relleno de Vodka… ahora si que estábamos seguros de estar en Rusia.

Una vuelta por el centro de Moscú

Pues ya estábamos listos. Cansados… pero listos. Serían las diez de la mañana y comenzamos con un paseo desde nuestro alojamiento hasta la Plaza Roja que la teníamos a unos dos kilómetros. No podíamos elegir otro lugar mejor para estrenarnos en la capital rusa, así que nos pusimos en marcha y con ayuda de un mapa llegamos hasta las inmediaciones del Museo Estatal de Historia, bajo los pies de la estatua ecuestre del Mariscal Zhúkov y frente a la puerta de la resurrección donde se encuentra la capilla Ibérica que alberga una copia de la Virgen María que se encuentra en el monasterio ortodoxo de Iviron, en el monte griego de Athos, y a la que todo el mundo venera antes de entrar a la gran Plaza Roja.

Qué ver en Moscú. Plaza Roja, Moscú

Y nada más llegar… Plasss! Bofetada en la cara, así de primeras. La típica vista que esperábamos encontrar, la imagen cientos de veces fotografiada de esta plaza, ni por asomo la veríamos en los tres días que estuvimos allí. La culpa. Un gigantesco escenario y una pista de arena para espectáculos ecuestres que ocupaban casi la totalidad de la plaza imposibilitando las vistas de la catedral de San Basilio y las murallas del Kremlin.

El festival internacional de música militar se celebraba justo ese fin de semana y no podíamos hacer otra cosa que resignarnos. Incluso intentamos al día siguiente comprar unas entradas para, al menos, poder verlo, y nos encontramos con que se agotaron justo antes de que nos tocara a nosotros. Más mala suerte no pudimos tener en ese aspecto… pero bueno. El problema de esto es sobre todo que por las noches permanecería la plaza cerrada a no ser que tuvieras una entrada y no podríamos acceder a ella ni siquiera para pasear.

Qué ver en Moscú. Plaza Roja, Moscú

Creo que por este motivo la Plaza Roja no me impresionó tanto como esperaba. Me había hecho una idea de ella más monumental y la verdad que me paré un rato a observarla y no encontraba ese momento mágico que se siente al estar en un lugar histórico. Quizá las imágenes vistas de los desfiles militares, con carros de combate y toda la parafernalia soviética contrastaban con el ambiente festivo que se vivía en ese momento. No es que hubiera deseado ver tanques y militares, evidentemente no… (aunque tiene que ser espectacular) Pero sin el escenario en medio seguro que nos hubiera dado otra impresión totalmente distinta.

Qué ver en Moscú. Plaza Roja, Moscú

Pero escenarios aparte, estábamos en la Plaza Roja. Un lugar histórico rodeado de historia. La catedral de Kazán a mano izquierda, el elegante edificio de los almacenes GUM, la fachada del museo de historia a juego con las murallas del Kremlin… y unos bulbos coloreados que sobresalían por detrás del escenario a los que nos dirigimos para ver la famosa catedral de San Basilio.

Qué ver en Moscú. Plaza Roja, Moscú

Museo Estatal de Historia y la puerta de la resurrección a su derecha con las dos torres gemelas.

Qué ver en Moscú. Plaza Roja, Moscú

Ensayando para un espectáculo ecuestre.

Qué ver en Moscú. Plaza Roja, Moscú

Catedral de San Basilio

Solamente paseamos por la zona, no entramos a ningún lado para esperar al día siguiente a David y entrar los tres, por lo que la visita a la Plaza Roja la acabamos rápidamente y salimos de ella en busca de una boca de metro. Había que buscar segundos planes y dejar lo más turístico para otro momento.

Pincha para acceder a google y ver el mapa más grande

Pinchar para acceder a google y ver el mapa que preparé con lugares interesantes para ver en Moscú.

La catedral de la Epifanía

Entonces se me pasó por la cabeza la Catedral de la Epifanía y para allá que fuimos. Esta sería la primera catedral ortodoxa que visitaríamos y el interior sería una sorpresa para nosotros porque nunca antes habíamos estado en una. El edificio en sí llama mucho la atención por el color azul verdoso de su fachada.

Qué ver en Moscú. Catedral de la Epifanía, Moscú

Esta catedral tiene más de un siglo de historia, y habiendo pasado el periodo soviético por delante, tiene mérito que siga en pie tan bien conservada. En su interior lo que más me llamó la atención fue su estructura, para nada parecida a las catedrales católicas que estamos acostumbrados. En esta vimos la diferencia nada más entrar. Recubierta de adornos dorados por todas partes y las paredes pintadas por completo. La planta entera se divide en salas que se comunican por amplios arcos y cada hueco de la catedral está dedicado a un icono donde los fieles rezan ante él y encienden pequeñas velas.

Qué ver en Moscú. Catedral de la Epifanía, Moscú

Qué ver en Moscú. Catedral de la Epifanía, Moscú

El techo no es muy elevado salvo en el campanario y en la sala principal donde se encuentra el iconostasio, una estructura de metal o de madera que nos encontraremos en toda iglesia ortodoxa donde se colocan los innumerables iconos a los que veneran. No había mucha gente y el silencio casi hacía que pudiéramos oír a la gente rezar.

Qué ver en Moscú. Catedral de la Epifanía, Moscú

Qué ver en Moscú. Catedral de la Epifanía, Moscú

Cuando salimos de allí decidimos andar hacia el centro siguiendo un pequeño mapa que teníamos, pero las distancias en Moscú son enormes aunque parezca lo contrario. Nos perdimos por calles que no sabría situarlas y estuvimos como hora y media sin orientarnos hasta que encontramos una boca de metro. Como en toda gran ciudad, podría daros dos versiones totalmente distintas y las dos describirían a Moscú perfectamente. Por un lado podría poneros las fotos de los edificios más modernos y los coches más caros que circulaban por las calles y os llevaríais una impresión totalmente distinta que si os pongo edificios viejos, parques sombríos o coches desguazados que nos encontramos en muchas partes de la ciudad en cuanto te sales un poco del centro. Contrastes habituales de toda gran urbe pero que en Moscú me pareció que se acentuaba más.

Qué ver en Moscú.

Qué ver en Moscú.

Las siete hermanas de Moscú

El día nos estaba resultando cansado. Casi no habíamos dormido y deambulábamos por las calles sin un rumbo fijo y pensando algún lugar donde dirigirnos que David no tuviera interés de visitar al día siguiente. Con estas pensé en las Colinas de los Gorriones. Una de las colinas donde Stalin mandó construir un mastodóntico edificio que llegaría a ser la Universidad Estatal. Se encontraba en la otra punta de la ciudad, pero con el metro no tardamos mucho en llegar.

Qué ver en Moscú. Universidad Estatal de Moscú

Universidad Estatal de Moscú

Tras un paseo interminable desde la estación de metro hasta el edificio, nos posicionamos bajo la Universidad y dijimos… “¡La leche!” Más que alto diría que es enormemente gordo. !Para rodearlo te puedes tirar fácilmente 20 minutos andando¡ Parece una escalera gigantesca que sube al cielo debido a su escalonada estructura. Con el cielo gris que teníamos me recordó a algún edificio de la fantástica Gotham City. Vale… esto no es Chicago, y no hay más edificios cercanos como este, pero es que debajo de él te sientes amedrentado. Te puedes hacer una idea de lo que quería expresar Stalin al construir estos edificios, porque no solo es este, sino que hay 6 edificios más de características parecidas distribuidos por Moscú que se les conoce como las 7 hermanas, aunque los moscovitas prefieren llamarlos simplemente los edificios altos de Stalin. Fueron construidos para conmemorar la victoria de la Gran Guerra Patria y hacer competencia a EEUU que era la otra gran potencia mundial que había salido victoriosa. Los colocaron en lugares estratégicos y seguros, como si de fichas de ajedrez se trataran, con el fin de causar impresión al mirar el perfil de la capital soviética. Este donde estábamos, el de la universidad, es el más grande e impresionante de todos.

Qué ver en Moscú. Universidad Estatal de Moscú

Claro está, eso era antes de caer el régimen de Stalin ya que con el tiempo se siguieron construyendo grandes y altos edificios y poco a poco las 7 hermanas fueron perdiendo protagonismo en la silueta moscovita. Pero si se pasa cerca de ellos es imposible no identificarlos, con la hoz y el martillo bien presentes todavía en la fachada.

Qué ver en Moscú. Universidad Estatal de Moscú

Qué ver en Moscú. Universidad Estatal de Moscú

La Colina de los gorriones

Ahora estos edificios se encuentran perfectamente camuflados en la ciudad y más aún en un día tan gris como el que tuvimos. Lo pudimos comprobar desde el mirador que hay en la Colina de los Gorriones, denominada antiguamente como las colinas de Lenin.

Este parque es un importante retiro para los ciudadanos moscovitas donde vienen a pasear y a hacer deporte, además de olvidarse por un instante del intenso tráfico y cambiarlo por los tranquilos senderos y el río Moscova.

Qué ver en Moscú. Vistas de Moscú desde la Colina de los Gorriones

El jodido parque está plagado de cuestas y acabó con las reservas de energía que teníamos en nuestro cuerpo. Suerte que justo al lado hay una parada de metro y decidimos que ya estaba bien por hoy… Había que descansar, que prácticamente no habíamos dormido nada la noche anterior.

Qué ver en Moscú. Colina de los Gorriones, Moscú

Y con esas nos fuimos hacia las inmediaciones del hotel para buscar un sitio donde cenar. Nos costó encontrar un McDonald´s que se anunciaba a la salida del metro y la ayuda de la gente no nos servía para nada, pues nos mandaban siempre al lado contrario del que era. Al final llegamos sin problemas haciendo justo lo contrario de lo que nos decían. Esta amabilidad rusa no es genérica para todos… solo que esa noche no tuvimos suerte con la gente que dimos.

Como todo el mundo opina sobre si los rusos son o no amables con los extranjeros, yo también voy a dar mi opinión. Para mí si son amables… pero en el fondo del ser… Me explico. Lo que yo he podido comprobar durante los pocos días que pasé por Rusia es que el idioma les tira mucho para atrás… y sobretodo, lo desconocido. Si te encuentras a un Ruso que sabe hablar inglés, estoy convencido que hará todo lo posible para ayudarte y si no sabe inglés pero hay un lazo en común, por muy pequeño que este sea, también será amable. No esperéis un “hola” o un “adiós” cuando compréis las cosas en supermercados o cuando llegues a una taquilla de lo que sea. Sencillamente no hablan… son muy secos. Si te cuesta entender algo y tardas más de lo normal en hacer algo, estarás haciéndole perder el tiempo y te mirarán mal o se pondrán más nerviosos que tú y por ese motivo, tu más que ellos y así hasta que os mandéis a la mierda uno de los dos (casi siempre te mandará a la mierda él primero…). Pero lo mejor, como en todos los casos, es llegar sin ninguna idea preconcebida, porque de todo hay en la casa del Señor y también hay gente muy amable dispuesta a ayudarte.

Victor del Pozo

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

29 Respuestas a Primer contacto con Rusia en nuestra llegada a Moscú

  1. Blai dice:

    Tenía muchas ganas de que empezaras a contar la experiencia Transmongoliana! Y no me ha decepcionado en absoluto, de verdad!

    Qué pena lo de la plaza Roja, aunque ya sabes, esto es una excusa para volver! Hehe

    Sólo te puedo decir que sigas adelante con la narración de esta aventura, que aquí estaremoa algunos que como yo, te seguiremos sin dudas.

    Y què decirte sobre la amabilidad rusa… Estoy muy de acuerdo con lo quedices, por suertehay gente que te querrá ayudar pero es complicado. Y en invierno ni te cuento… La gente es mucho más áspera…

    Y loco de mi que me quiero ir para allá en enero haha

    Un abrazo muy fuerte Víctor (y muy chulas las fotos)

  2. Babyboom dice:

    Buena introducción para tu pedazo de viaje. El hostel tiene muy buena pinta y fue una pena que no pudierais ver la Plaza Roja en todo su esplendor pero por contra visteis un desfile que seguro que no todo el mundo tiene la oportunidad de ver!!!! Los edificios de Stalin impresionantes. Un saludito. 😉

  3. lomejorestaporllegar dice:

    Hola
    Buen comienzo.
    A nosotros nos pasó lo mismo. Cuando fuimos había una seríe de stands que no te dejaban ver la grandiosidad de la plaza. Una pena…
    En cuanto a la gente, el contraste para nosotros fue brutal, veniamos de Asia . No nos podemos hacer una idea clara, sólo estuvimos unas horas, pero no son la alegría de la huerta la verdad.

    Un Abrazo.

  4. lomejorestaporllegar dice:

    Por cierto, el video no lo hemos podido ver.. Sale video Privado.

  5. Victor dice:

    Buenas a todos! Ya empieza el jolgorio de escribir todo el viaje… con paciencia. Esta a sido una entrada un poco light… la verdad. Y no penséis que iré dia a día… ire englobando más cosas en los siguientes capítulos.. que si no, no termino.

    – Blai: Buenas compañero! al final si que vas a volver a Rusia antes de lo que pensabas jodio… Te encantará el viaje a traves de Rusia… ya hablaremos en persona antes de que marches en tu aventura.

    – Baby: La verdad que fue una putada lo del escenario.. pero te equivocas en algo… ¡Nos quitaron las últimas entradas delante de nuestras narices y no pudimos ver el espectáculo!!

    – Lomejorestaporllegar: Jose y Carmen… la verdad que no pudimos elegir «mejor» fin de semana para estar en Moscú.. pero como dice blai… una escusa para volver. Nosotros en cambio fuimos mejorando en amabilidad cada vez que avanzaba el viaje… Pero no quiero ser muy criticón… en Rusia me encontré con gente muy amable…

    Un saludo a todos!!!

  6. viajarcomeryamar dice:

    Sensacional!!! Me apunto a seguir tus relatos del transmongoliando porque si todo va bien este verano lo incluyo en omi ruta!!

    @Blai, toma nota de todo e informa que sigo tus pasos.

    un saludo!

  7. Artabria dice:

    Impresionante!Una pena lo de la plaza Roja, sé que no se puede comparar con la Plaza Mayor de Salamanca, jeje, pero yo tenía muchas ganas de verla y cuando por fin pude ir a Salamanca y entré en la plaza, me pasó un poco como vosotros, estaban con la feria del libro y no se veía nada más que stands por todos los lados 🙂

  8. EL DA dice:

    compiiiiii….mientras tu hacias todo eso, yo estaba currando y ultimando mis cosillas para poder reunirme, que por cierto, llegue y empezo a salir el solete.
    putadilla ver la plaza roja asi y que 3 personas antes nos kitaran las entradas del espectaculo, pero weno ese tiempo fue bien aprovechado.
    ya te sigo cuando continues… estoy seguro q no defraudaras a tus lectores.
    un abrazo.

  9. Mikel dice:

    Un comienzo muy interesante. Seguimos tus relatos para pasar envidia.
    Espero algún día poder estar por allí.

    Un abrazo

  10. Me mola el nombre del hostal y la decoración jeje

    Para ser el primer día os disteis un buen pateo, me ha gustado el interior de la catedral, nosotros únicamente la vimos por fuera con ese color tan peculiar.

    Como dices la principal barrera de que los rusos sean tan cerrados, es que lo desconocido les incomoda, el no poder comunicarse contigo por no saber inglés y perder el tiempo sin sacar nada en claro.

    Una lástima lo de la Plaza Roja, cuando nosotros estuvimos por segunda vez ya estaban preparando todo el tinglado.

    Saludos!!!

  11. bleid dice:

    Que buena entrad Victor
    parece que va a ser interesante vuestra aventura por Rusia , asi que estamos atentos a siguientes entradas
    un abrazo

  12. Hola Tocayo,

    Vaya faena lo de la plaza roja, pero bueno así tienes la excusa perfecta para volver a Moscú.
    Ese hostel me es familiar, alguna vez que había mirado para ir a Moscú me había fijado en ese alojamiento, tiene muy buenas críticas.
    Y pedazo de edificio el de la Universidad, mola.

    Un abrazo y sigue contando.

  13. M.Teresa dice:

    Espléndido recorrido fotográfico por Moscú. Curioso lo del kalasnikov lleno de vodka. Esos rusos son más raros que un perro verde, nunca me han causado demasiada simpatía.
    Un abrazo

  14. Santi dice:

    BUena entrada. Me voy pa los madriles esta semana Victor, voy con toda la trupe,por eso no te he dicho nada,por q la verdad que me gustaría tomarme una birra contigo. Estarás por allí??

  15. Arahi dice:

    Hola: ¡¡ Qué buena idea ¡¡ ir a Rusia . Si te digo que los conozco bien , pero que muy bien,tengo cuñada y sobrino ruso . Pueden haber rusos amables , pero de que son fríos , ásperos y rudos , sí que lo son . En esos lares , mientras más humildes son las personas mejores son . Los rusos de Moscú les gusta aparentar y demostrar lo que tienen , les fascina el oro y presumir , así pasa en otras grandes capitales como Buenos Aires , que la gente es más antipática que los de ciudades interiores.

  16. Arahi dice:

    Los rusos de manera general son cerrados (ya sea por el clima, el antiguo sistema , etc) para que sea amable es porque ya formas parte de su círculo de amistades. Siempre puede haber excepciones , y por lo general son bastante «interesados».

  17. Victor dice:

    Buenas Compis!

    – JCDS: Me lo tenías que haber dicho!!! así ya íbamos avisados… que desconsiderado.. jejejeje.. (por cierto… te estoy contestando aquí y chateando en facebook a la vez jejeje…).

    – Bleid: Gracias Bleid por el comentario! Lo iré escribiendo y espero no tardar mucho para que no se me vayan olvidando las cosas jeje.

    – Victor: Tocayo!! Es muy probable que te suene el hostel porque es de los más famosos por internet. La verdad que estaba muy bien y no queda retirado del centro.

    – M. Teresa: Es que la verdad que de primeras no suelen caer bien. Pero no hay que cerrarse… como he dicho.. de todo hay en la casa del señor.

    – Santi: Que pasa compi! ya te he mandado un mensaje privado… a ver si nos podemos ver.

    – Arahi: Estoy totalmente de acuerdo contigo. La humildad en una persona es lo que más valoro y desde luego fuera de la gran ciudad tienes más posibilidades de encontrar a gente más humilde y simpática. Justo lo que dices del círculo de amigos es lo que he querido decir yo con lo de que te una un pequeño lazo. Nosotros hemos encontrado a gente muy simpática y en Kazán nos acompañó un chico toda la mañana para enseñarnos la ciudad… Yo por lo general no digo rotundamente que los rusos son antipáticos… (pues anda que no conozco yo madrileños que son antipáticos…).

    Gracias a todos por los comentarios!!

    Un saludo!!

  18. Helena dice:

    Muy interesante vuestro primer día en la ciudad, aunque es una pena lo que os pasó con la Plaza Roja (tanto lo del escenario, como lo del espectáculo)… De todas formas, mi tia (que ha estado este verano allí) me dijo que no es excesivamente grande y que puede decepcionar…
    Lo que me ha chocado ha sido la foto del fusil relleno de vodka, es muy buena!
    Un saludo

  19. Hola Víctor!

    A mi la Plaza Roja me gustó mucho y me pareció más grande de lo que me pensaba. Había leído tanto que era muy pequeña que me había hecho otra idea en la cabeza… ^^ A pesar de que también nos encontramos el mega escenario en to el medio me gustó mucho, sobretodo de noche. IMPRESIONANTE.

    Otra cosa que me encantó de la ciudad fueron las Siete hermanas, ¡qué pasada de edificios! La arquitectura medio art-decó medio realismo socialista me encantó.

    Bueno, en general Moscú me gustó mucho por ese aire retro y de sorpresa continua. ^^

    Un saludo,

  20. Victor dice:

    La verdad que decepcionado tampoco es la palabra. Yo creo que pegaría más como que no me sorprendió. A secas. Como dice la tía de Helena, puede llegar a decepcionar si te esperas algo… y justo lo contrario te pasó a ti, Isabel. Innumerables veces es lo que pasa… que llegas con una idea y cuando lo valoras por ti mismo suele ser lo contrario. Pero monumental sigue siendo, con escenario o no.. las murallas del Kremlin impresionan mucho y San Basilio es bonita (o rara) desde donde la mires… Ya en el siguiente capítulo describo un poco mas esta zona…

    Un saludo!!

  21. Fer dice:

    Largos me pones los dientes, amigo …. lo mejor que te puede pasar cuando lees algo sobre un viaje es que te entren ganas de coger el siguiente vuelo …. ahora quiero ir a Moscú =)

    a ver si hacemos unas birrunas, que creo que se están demorando demasiado =)

    un abrazo

  22. Ku dice:

    Jope, vaya mala suerte tuvisteis con la Plaza Roja… De todas formas, si te sirve de consuelo te diré que a mi tampoco me emocionó demasiado… y cuando yo estuve no había carpas. Es lo que tú dices… no transmite esa «sensación» de lugar histórico.

    En contrapartida, me das mucha envidia con lo de las «7 hermanas». ¡Mira que me lo había apuntado! Y se me olvidó acercarme…. claro que, cuando haces CS, al final estás un poco a expensas de dónde te lleva tu anfitrión.

    Y estoy de acuerdo con tu opinión sobre el carácter ruso… Yo también creo que el idioma les tira mucho para atrás, pero también ellos son muy secos 😛 Eso sí, cuando das con uno majo, son encantadores 🙂

    Un abrazo!!

  23. mansk dice:

    ¿Por qué las ciudades rusas (soviéticas) son tan tristes? ¿el clima, la arquitectura comunista? ¿cuál es su secreto?

    • Víctor dice:

      Si que es cierto, pero tienen mucho encanto, y no me refiero al encanto que pueda tener una ciudad medieval… Esa percepción de la industrialización, lo práctico… y claro, el clima influye mucho. Pero su arquitectura en las iglesias, los antiguos edificios mastodónticos… no sé. Puede ser «feo», pero desde luego tiene un encanto, un tanto nostálgico, que me gusta.

      Un saludo!

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