Florencia sin el síndrome de Stendhal

¿Cómo se llamaba…? estooo… ¿El síndrome de Estocolmo, el de Peter Pan, de la vaca loca…? ah no, espera… ¡Es el síndrome de Stendhal! o más fácil aún, simplemente el síndrome de Florencia. Una patología que según dice una psiquiatra italiana provoca vértigos y acelera el ritmo cardíaco de quién observa en un espacio reducido muchas obras de arte juntas, por ejemplo, en Florencia.

Florencia

Yo he ido varias veces al museo del Prado y no recuerdo que me pasara eso, por lo que tampoco me preocupé en exceso cuando visitamos Florencia. Pero cuando llegamos al centro de esta ciudad creí que me iba a dar. Me empezaron a entrar unos sudores fríos, unos vértigos, un agobio… pero no. Lo que me dio fue algo como la demofobia. Miedo a las multitudes. O al menos algo parecido sufrí porque durante el día que estuvimos en Florencia anduve como loco buscando escapatoria de la muchedumbre que abarrotábamos cada calle del centro.

Florencia

¿Pero qué esperaba? Florencia, fin de semana, mes de julio, un poquito de perejil… y al horno. Como el dicho aquel de «blanco y en botella» que siempre acaba siendo leche. Y es que era de esperar. Lo temía. Y por eso tampoco me agobié en exceso. Me lo tomé con tranquilidad y a sabiendas de que algún día volvería más tranquilamente sin tantos condimentos juntos. Al fin y al cabo, Florencia se merece más de un día para poder enamorarte…

Florencia

Fijaros lo que os estoy diciendo. Desde el primer momento ya daba por perdida nuestra visita a Florencia. Bueno, perdida como tal no, pero tenía muy claro que no iba a perder las pocas horas que teníamos esperando ninguna cola para entrar a ningún sitio y ver obras de arte como el que ve la Gioconda en el Louvre, a diez metros de distancia y con un ejército de turistas por delante. No quería, me negaba. Total… ¿Qué obras de arte había en Florencia que merecieran la pena? ¿El nacimiento de Venus de Botticelli, la Venus de Urbino de Tiziano?… Quizás… ¿La Anunciación de Leonardo da Vinci o La Adoración de los Magos del mismo autor? ¿El David de Miguel Ángel? ¿El de Donatello?… Ah no, ¡Espera! Este último si lo vimos. Aquí lo tenéis.

David de Donatello en el museo Bargello, Florencia

En nuestro afán por salir de la zona del Duomo y la Plaza de la Señoría —el llamado núcleo romano de Florencia— y camino a la Basílica de la Santa Cruz, nos topamos con el museo Bargello. Lo tenía anotado en la guía como «visitar si tenemos tiempo», pero como decidimos no esperar las largas colas de los museos Uffizi y el de la Galería de la Academia, optamos por pasar en ese momento al Bargello y aprovechar en nuestra visita a Florencia a entrar aunque sea a ver alguna obra de arte destacada. Y aquí entre otras estaban el David de Donatello que os mencionaba antes y el Baco de Miguel Ángel.

Museo Bargello, Florencia

Pero el día no nos estaba saliendo para nada redondo. Siguiendo nuestro camino hacia la Basílica de la Santa Cruz, ya en la propia plaza donde se ubica, nos dimos cuenta que tampoco íbamos a poder entrar y comprobar por qué Stendhal —el del síndrome— se había quedado tan impresionado al ver esta iglesia. Un enorme andamiaje formando unas gradas para presenciar algún tipo de espectáculo estaban situadas justo en medio de la plaza y llegaban hasta la mismísima entrada de la Basílica que se encontraba cercada con unas vallas. Así que ni el David ni la tumba de Miguel Ángel vimos en nuestra visita a Florencia…

Basílica de la Santa Cruz, Florencia

Ya que nos habíamos ido por esa zona de Florencia decidimos cruzar el río y dirigirnos hasta el famoso mirador que está situado en la Plaza de Miguel Ángel. Un agradable paseo sin tanta gente y que poco a poco nos fue descubriendo las impresionantes vistas de la ciudad.

Florencia

¿He dicho sin tanta gente? Lo siento… me he confundido. Siendo un mirador tan espectacular y popular evidentemente había mucha gente, pero además en la propia plaza se estaba celebrando un concierto y cuando lo vimos definitivamente pensamos. «Nos hemos confundido de fin de semana«.

Florencia

Algún tipo de festival se estaría celebrando ese fin de semana y como pudimos comprobar era imposible disfrutar de Florencia como se debía. Aunque bueno, aquí en el mirador no había mayor problema y pudimos observar perfectamente las vistas de la ciudad, que sinceramente son de postal. Con superhéroe de por medio o no…

Florencia

Florencia

Florencia

La catedral y baptisterio de Florencia

De todas formas no nos íbamos a ir de Florencia sin ver alguno de sus monumentos más característicos. A los museos ya decidimos que no entraríamos, pero igualmente, con gente o sin ella, la catedral de Florencia había que verla sí o sí. Así que volvimos al centro de la ciudad y camuflados entre toda la gente al más puro estilo Wally nos dedicamos a pasear por los alrededores de Santa María del Fiore y a entrar en su interior, aunque para ser sincero, el interior no tiene nada que ver con en el exterior.

Santa María del Fiore, duomo de Florencia

Santa María del Fiore, duomo de Florencia

Santa María del Fiore, duomo de Florencia

Santa María del Fiore, duomo de Florencia

Por fuera es espectacular. Enorme y bonita. Pero por dentro la vi muy austera y sin casi decoración porque buena parte de las obras que albergaba se encuentran hoy en museos y porque en sí, la decoración de esta catedral desde sus orígenes nunca fue lo más destacado.

Santa María del Fiore, duomo de Florencia

Santa María del Fiore, duomo de Florencia

Lo más famoso de ella es su gran cúpula que rivalizó con la del Panteón de Agripa en cuanto a tamaño y que ocasionó un despliegue arquitectónico sin precedentes en aquella época. Además posteriormente sirvió como modelo de construcción para la famosa cúpula de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Pero más que las dimensiones de la cúpula, yo destacaría su decoración interior. Eso sí que me impresionó. Se trata de un fresco que comenzó a realizarlo el artista Giorgio Vasari y que prosiguió y culminó Federico Zuccari donde se representa la escena del Juicio Final. Auténticamente maravilloso. El día que vea la Capilla Sixtina se que voy a flipar en colores…

Santa María del Fiore, duomo de Florencia

Santa María del Fiore, duomo de Florencia

Frente a la catedral, nada más salir, te encuentras con el Baptisterio de San Juan y los impresionantes relieves de la llamada Puerta del Paraíso, la puerta este del Baptisterio que nos fue imposible acercarnos (más bien pasé de codazos y empujones) para verla con detenimiento por la cantidad de gente que la rodeaba.

Baptisterio de San Juan, Florencia

Es considerada una de las joyas del Renacimiento por el delicado trabajo que realizó Lorenzo Ghiberti sobre el bronce, sobre todo por la forma de proyectar las perspectivas y sombras en cada una de las escena que componen la puerta. Este conjunto que vemos aquí en la calle es simplemente una copia de la original que se encuentra expuesta en el cercano Museo dell’Opera del Duomo ya que en 1966 se decidió salvaguardarla de todo tipo de inclemencias como una inundación que sufrió Florencia en aquella época. En el interior del Baptisterio, previo pago de unos 4 euros bien pagados, se puede observar un increíble mosaico cubriendo tanto la cúpula, el ábside, frisos e interiores de ventanas en el que se representan varias escenas bíblicas, pero sobre todo, como en la cúpula de la catedral, imágenes del Día del Juicio en el que podemos observar la poca delicadeza que tenían con los condenados al infierno.

Interior del baptisterio de San Juan, Florencia

Interior del baptisterio de San Juan, Florencia

Interior del baptisterio de San Juan, Florencia

Puente Vecchio sobre el río Arno

Y no. No se nos olvidó visitar el Puente Vecchio (que parece que dices Bello, pero no, es Viejo, aunque bello… y viejo también :p). En realidad atravesamos este puente varias veces ese día. Pero pasar por él realmente no es lo bonito a no ser que te gusten las joyas y tengas mucho dinero para gastar ya que en su corto recorrido te encontrarás numerosas joyerías.

Puente Vecchio, Florencia

Su encanto lo encontraremos mirándolo desde fuera, tanto a un lado como al otro, donde nos parecerá que el Puente Vecchio es una extensión de las casas ribereñas que tiene al lado. Su peculiaridad es precisamente esa, la de estar habitado y cobijar en sus pocos metros locales comerciales.

Puente Vecchio, Florencia

Puente Vecchio, Florencia

La verdad que por el mundo hay varios puentes así y también muy famosos como el puente de Rialto en Venecia o el de Pulteney en Bath, pero por ahora creo que este de Florencia es el más bonito que he visto de estas características. Tiene ese punto decadente que tanto me gusta pero con presencia elegante mantenida tras el paso de los años, casi siete siglos ni más ni menos.

Puente Vecchio, Florencia

Puente Vecchio, Florencia

Y allí dejamos Florencia, llena de gente con las calles animadas y acogiendo todavía a más turistas que verían la ciudad tenuemente iluminada al caer la noche.

Florencia

Pero nosotros nos fuimos. Teníamos que comprar comida para esa noche y queríamos llegar al camping antes de que anocheciera. No fue el viaje idóneo que yo esperaba para ver Florencia. Fue simplemente una etapa más de nuestro viaje por la Toscana y norte de Italia, y sinceramente no me preocupaba. Lo malo es que tampoco he podido enseñaros mucho porque tampoco lo vimos nosotros, pero bueno… Florencia se merece más de un día y como aquél que dice, está a tiro de piedra, y estoy seguro que nos volveremos a encontrar en otro momento más tranquilamente. Por ahora simplemente fue un bonito lugar que conocimos, el último de la Toscana, y al día siguiente pondríamos rumbo al norte hasta el lago de Garda que nos serviría de campo base para conocer Verona y descansar dos noches.




Víctor del Pozo

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Acerca de Víctor del Pozo

De profesión comercial y desde el 2008 escribiendo mis viajes en este blog. Viajando de forma responsable pero con la ilusión de un niño. Puedes cotillear un poco de mi vida aquí

16 Respuestas a Florencia sin el síndrome de Stendhal

  1. Eva dice:

    Preciosa Florencia!!!!! Por supuesto que volveremos a encontrarnos!!! Nos queda mucho por conocer

  2. Mari Carmen dice:

    Qué de gente!!! Cuando estuve había gente, pero era algo moderado comparándolo con vosotros… aunque es cierto que en determinado sitios también nos encontramos con bastante gente. Pero nosotros estuvimos un fin de semana de marzo…

    • Víctor dice:

      La verdad que me lo esperaba. Me jodió por el tema de entrar a los museos, pero bueno… con un día sólo preferimos dedicarlo a callejear y conocer un poco la ciudad… La próxima vamos con la fresca! jejeje

  3. Roireto dice:

    He tenido la misma sensación leyendo tu post que tuve en aquella visita que hice de un día a Venecia (¡Dios que alguien me saque de aquí!), sobretodo al llegar al la plaza San Marcos y Puente Rialto.
    Sobre Florencia no puedo opinar no la conozco, aunque ganas no me faltan, así que me apunto en el calendario no ir en verano, prefiero ver los sitios en temporada baja.

    • Víctor dice:

      Pufff!!! Venecia!!! es cierto! madre de dios la gente que había. Nosotros fuimos a principios de septiembre y estaba aquello casi peor porque las calles son más estrechas y se concentra todo el mundo en el mismo sitio… Pero lo bueno de Venecia es que su encanto lo encuentras junto al Rialto como en cualquier otra parte. Nosotros hicimos lo mismo que en Florencia y nos fuimos a recorrer zonas menos transitadas y eso me gustó mucho más… porque al fin y al cabo, un canal es un canal y todos tienen su encanto. Pero por ejemplo tampoco entramos a la Basílica de San Marcos ni a ningún otro lado por las colas que había…

  4. Pobreee!!! Un montón de gente… nosotros fuimos en agosto y creo que en día de semana pero no fue lo que más me llamó la atención… y a mí sí que me agarro el mal de Stendhal, que como todo mal, fue mal!!! jajaja,,, pobres mi hermano y mi novio que me tuvieron que aguantar… pero estaba desesperada por verlo todo, me volví loca! Jajaja en fin, cosas. Un beso y espero que puedas volver a verla bien y tranquilo!

    • Víctor dice:

      Jajajaja… la verdad es que con la cantidad de obras de arte que hay allí tardarías días en verlas todas. Fue una pena, la verdad, pero como he dicho, volveré.

      Disfrutar vosotros de Myanmar y sobre todo del pedazo de viaje en el que estáis.

      Un saludo!

  5. Cristina Carmona dice:

    Qué pena que hubiese tanta gente porque así no se puede disfrutar bien de la visita!! Yo no he estado, pero tengo unas ganas enormes de ir 🙂 Eso sí, vista vuestra experiencia seguro que no voy un fin de semana de julio!

    • Víctor dice:

      Buenas Cristina! la verdad que si. Por la ciudad tampoco hay mayor problema de verla con mucha gente porque siempre habrá sitios menos masificados… pero perder horas en las colas teniendo tan poco tiempo para ver Florencia, creo que no es rentable. Mejor no ir en verano, no.. jejej

      Un saludo!

  6. Calíope VyV dice:

    Buffff esas muchedumbres ensombrecen los destinos más atractivos, pero bueno, ya volveréis con menos gente a disfrutar de lo maravillosa que es Florencia. Un saludito.

    • Víctor dice:

      La verdad que para ensombrecer a Florencia hace falta mucho más que miles de turistas, pero si… habrá que volver…

      Un saludo!

  7. Menuda cantidad de gente… a mi eso me agobia mucho, además te hace ver la ciudad con peores ojos.
    Las dos veces que he estado allí he tenido suerte en cuanto a las aglomeraciones, se podía estar perfectamente. Es una de mi ciudades favoritas, me encanta, y los de helados de esa zona son una gozada.

    Un abrazo familia

    • Víctor dice:

      Sin duda Florencia es como para estar entre las favoritas de alguien. La cantidad de museos y obras es para serlo. Espero poder acercarme algún otro día con más suerte…. o con más paciencia mejor dicho, porque gente habrá siempre.

      Un saludo!

  8. Solo quiero viajes blog dice:

    Me uno al comentario general..que lástima que hubiese tanta gente! La verdad es que vale la pena hacer escapadas fuera de temporada y disfrutar mejor del destino. Yo eso lo hice con París, fui en noviembre y todo increíble, no hacía tanto frío como me habían dicho, no llovió ningún día y tanto para el Louvre, Notre Dame, como para otras visitas nunca más de 20-30 minutos de cola.
    Pero bueno, volviendo a Florencia a pesar de la gente se ve que fue un buen viaje,, y geniales las fotos 🙂

  9. Cappadocia Tours dice:

    Folerencia super buena cada persona tiene que ir una vez en la vida

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